Capítulo 37 - Agua... y luego está Lysandro

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Reading es sin duda, el centro de negocios más importantes del sudeste de Inglaterra, aparte del gran Londres. Además, de una importante Ciudad Universitaria, no era de extrañarse que el sitio estuviera repleto de personas una vez bajaron del tren. Los ojos de William se engrandecieron al ver las grandes obras arquitectónicas alrededor, lo primero que siempre veía de un lugar era su elegancia o la armonía y contraste de su paisaje. Daba igual que fuera un pueblo o una ciudad, si todo lo que le rodeaba le producía una sensación de tranquilidad entonces daba por sentado que sería un buen lugar para pasar el rato. Inhaló una gran cantidad de aire en sus pulmones y sonrió.

—De no haber nacido en Stratford o estudiado en Londres, ten por seguro Darien que yo habría vivido aquí

—¿Existe una razón en específico?

—¿Qué otra razón necesitas? Mira esto —señaló todo el sitio. —Reading es de mis lugares favoritos, nunca me canso de elogiar su entorno. Ve su impacto en mí que incluso cuando ya lo conocía, después de muerto me sigue impresionando como la primera vez

—¿Gelida alguna vez te trajo aquí?

—Cuando era pequeño, quise estudiar la universidad aquí pero Gelida parecía más convencido de Londres. Fue mi mentor personal así que nunca interactué con muchas personas, sin embargo, después del fallecimiento de Angie, Norman y yo nos reuníamos muy seguido aquí. Le sugerí que se mudara aquí porque considero que de Bélgica a Gran Bretaña y Gales es un dolor de trasero, pero York terminó por enamorarlo más gracias a su ambiente tranquilo

—Espera, ¿dices que cruzaba el mar? —expresó sorprendido. —pero ¿Por qué? ¿tan importante es su negocio?

—Cuando hablamos de minería sabes que Gales es tan importante como Yorkshire, Escocia y Lancashire, sin embargo hace tiempo que las minas cesaron su explotación por el efecto invernadero, así que vivir aquí le facilita su viaje a Gran Bretaña que da hacia Escocia y el Mar del Norte, en donde están las reservas principales de petróleo y gas natural

—Supongo que de ello abastece a las empresas

William asintió.

—No solo las suyas sino también las de sus afiliados, Norman es un chico brillante que mostró talento desde pequeño para desenvolverse y tomar lugares importantes. Angie definitivamente estaría orgullosa de él, y yo también lo estoy. Especialmente cuando tuvo que vérselas solo para seguir adelante... claro, no lo dejaría a su suerte y por eso le di lo que necesitaba, pero no he sabido nada de él desde hace años

—Probablemente siga residiendo en York, no lo conozco pero podría decir que es un hombre diligente, ¿cierto?

—¿¡En serio nunca te lo presenté!?

Darien negó.

—Tus negocios y asuntos siempre los resolvías fuera de la mansión

—Vaya, pero él a ti si te conoció, de hecho... creo que alguna vez fue a uno de tus recitales

—¿Conocerme? —dijo sorprendido. —William..., ¿alguna vez le hablaste de mí?

William se encogió de hombros.

—Quizá, no lo recuerdo

Darien sonrió.

—¿Y qué más le dijiste de mí?

—¿Qué se yo? Que ibas por buen camino, le sugerí que podría darse una vuelta a uno de tus recitales cuando visitara Londres. De hecho, yo fui con él y quedó encantado con tu voz

Darien se detuvo en seco, William torpemente se frenó y miró hacia él.

—¿Qué sucede?

—Creí que jamás... bueno, me consta que de vez en cuando ibas a mis recitales pero no creí... que realmente estuvieras ahí

Sonata espectral de un alma solitaria. [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora