—Murió
—¿Cómo así?
—El violinista de los espectros, o mejor conocido como el violinista de la muerte ¡oh! macabra fue su partida de este mundo donde las sombras prevalecen. Los recuerdos de su alma, sin embargo, quedan en su violín...
—¿Cuál era su nombre?
—William... William Wilder, era un joven dotado y muy atractivo. Su apariencia era como la de un ángel, su piel pálida resaltaba al anochecer cuando lo veías tocar sobre el puente rocoso junto al lago, pero sus ojos... esos ojos azules eran tan profundos y hermosos que no era de extrañarse que todas lo amaran
—Escuché que tuvo un alumno, ¿Qué fue de él?
—¡Oh! El joven Darien Kudaibergen, tragedia tras tragedia, ¿realmente no escuchaste? Después de que el maestro Wilder muriera, Darien perdió la voz
—¿¡Cómo es posible!?
—Forastero tenías que ser..., ¡Ah! El joven William provino de una familia pobre... o eso es lo que contaban, porque ya sabes ese dicho del teléfono descompuesto, cuantas más bocas hay, peor es el mensaje. Como decía, la historia popular cuenta que su familia era de pocos recursos y muchas enfermedades. Según supe, sus padres murieron muy jóvenes por pulmonía... y por fortuna para él, un hombre de excelencia como Gelida lo acogió como su hijo y alumno. Gelida sin duda lo educó con virtud, ya sabes, Gelida poseía fortuna en exceso, pero dicha no se la daría a William sin merecerlo. Así que desde joven William tuvo que ganarse la vida. No sabemos cuándo ni porque... pero, después de obtener su violín creció en fama y fortuna. El precio por cada éxito, según muchos aseguran, era un alma y cada una de ellas se almacenó en su violín. Después de su muerte, nadie supo dónde quedó su instrumento
—¿Ni siquiera su alumno?
—Chico tonto, incluso si supiera, ¿cómo lo diría?
—Puede escribir, je, je, je...
—¡Tonterías! No ahora con su aspecto
—¿Por qué lo dice?
—Muchos aseguran que William fue un maestro muy cruel, tanto así que vendió el alma de Darien. Solo porque no eres de aquí, pero... muchacho, ese chico Darien tenía una voz hermosa... tan angelical y excitante para los oyentes. Es una lástima que su propio maestro lo hundiera en la mierda... peor aún porque él lo admiraba demasiado. Tanto así, que hubiera dado su vida por él. Debido a su incapacidad y el rechazo de todos gracias a su conexión con William, tuvo que aislarse en lo alto de la montaña, por allá en el pueblo donde está la mansión Wilder ¡ah! Pequeño niño... realmente no lo culparía por lo que hizo
—¿Qué fue... lo que hizo?
—Asesinó a su maestro... muchos aseguran eso, es decir, ¿por qué el cuerpo de William jamás fue encontrado? La última persona que lo vio y la más cercana a William siempre fue Darien. Me compadezco un poco por ese chico, múltiples veces he tratado de llegar al pie de la montaña para buscarlo, así como muchos otros para descubrir secretos respecto al maestro Wilder, o incluso del propio alumno, pero es inútil... los espectros no perdonan
—¿Espectros?
—Por estos sitios, especialmente en los cementerios rondan muchos espíritus. Muchos culpan a William, sus melodías compuestas por su propio puño son otro nivel de sonatas, pero son oscuras... tanto así que lo corrompieron y él solo se condujo a su muerte. Escucha, esto es terrible... pero él levantaba a los espíritus y los controlaba a su antojo
—¿Cómo marionetas?
—¡Sí! Pero esto era peor, ¡Era como invocar demonios! Su insolencia... su falta de empatía... fue lo que desató la peor calamidad en la historia. Su maldita sonata espectral levantó siete mil espíritus en una noche y...
—¿Y...?
—Mató a los que asistieron a su último recital público... lo recuerdo bien, la noticia en todos lados y el escándalo entre las personas. El miedo se deslizaba entre las corrientes de aire y se dispersaba de lugar en lugar. Tocó aquella sonata y los presentes lo ovacionaron, bailaron... sin embargo, lo hicieron hasta que sus pies y oídos sangraron, las manos se les hincharon..., ¡Fue una calamidad! ¡Un mar entero de sangre! Donde nadie, ni siquiera su alumno lo pudo controlar. Ante el descontrol y la oscuridad de aquella noche desatada en la ciudad, todo quedó en ruinas
—Ya veo...
—Era un maldito asesino. Aunque su cuerpo haya sido aniquilado por Darien, su alma fue consumida por sus propios espectros, es probable que quedara atrapado dentro de su mismo instrumento. Si ese es el caso, quien sea que toque el violín está condenado o maldito en el peor de los casos, destinado al mismo fin que William Wilder. Si es que la voz de Darien también quedó atrapada ahí, probablemente quien controle el violín podrá manejar todo a su antojo
—¿Por qué? ¿Tan sublime era su talento?
—Esto... es una creencia, aunque no lo dudo... pero se dice que Darien también invocaba espíritus, todo gracias a su maestro. Probablemente fue engañado o hizo un contrato, a estas alturas todo es creíble
—Vaya... ahora entiendo la razón de los murmullos en el pueblo, realmente fue un ser terrible. Su alumno, ¿realmente se volvió tan tétrico? Escuché a unas mujeres decir que era demasiado suave
—Hoy en día es un hombre frívolo y apartado. La última vez que lo vi fue hace un par de años, caminaba con la frente muy en alto y todos le temían. Incluso si tuviese voz no dudo en absoluto que no querría volver a hablar del tema, fue un golpe bajo la traición de su maestro
—Me gustaría charlar con él
—¡Mocoso! ¿¡Qué acabo de decirte!? ¡Es mudo!
—¡Ay! Señor, por favor... ¡Puede escribir! Además, he venido hasta acá para escribir una novela en grande, ¿no sería mejor si escucho la leyenda del temible Wilder en palabras o señas de alguien tan cercano a él como Darien Kudaibergen? Sin duda, eso sería oro puro
—Hmm... tú si tienes agallas muchacho forastero. Pues... si grande es tu deseo de visitarlo puedes ir hasta donde vive. En lo alto de la montaña está la mansión Wilder, ahora es habitada por él. Muy rara la vez desciende a la ciudad o pueblo, pero cuando lo hace muchos o bien lo insultan o bien le huyen... allá tú si te hace algo
—¡Muy fascinante! Y de hacerme algo, ¿qué me haría? Ya no tiene voz y no me mataría frente al resto
—Si asesinó a su maestro, no dudes que podría hacer cualquier cosa. Incluso la justicia lo dejó libre, asesinando a un parásito como William ¿quién habría de culparle del todo?
—Algo descabellado a mi parecer, je
—¿Cómo habrías de entenderlo, forastero?
—No lo sé, pero lo entenderé muy pronto
Dicho esto, aquel joven de cabellera oscura, buen porte y ojos azules como zafiros, se levantó de su asiento. No sin antes dar un último trago a su cerveza. Fue tan profundo que podía verse el movimiento de su manzana de Adán, el hombre que lo atendió finalmente terminó de limpiar la última vasija. Echó un suspiro inmediato, incapaz de creer que la juventud tuviera tanto soporte en su cuerpo respecto al alcohol. El joven apuesto tiró las monedas sobre la barra, sonrió plácidamente y agradeció por el servicio.
—Me intriga mucho el nombre de su taberna...
—¿Por qué?
—Taberna espectral, ¿no cree que es predecible?
—Predecible te dejaré una patada en los huevos si no te vas antes de que colmes mi paciencia
—Ya, ya, ¿Por qué ese enojo? No vaya a ser que se le aparezca un fantasma, ¡bu! Ya oigo las sonatas, me provocan erecciones
—¡Tú!
Soltó una carcajada, alzando la mano para despedirse.
—¡Excelente noche!
Y así, se alejó de aquel bar. El hombre alzó la ceja y escupió en seco...
"Malditos adolescentes de hoy en día"
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Sonata espectral de un alma solitaria. [EDITANDO]
Teen FictionEn el pasado, William Wilder era el violinista más temido de toda Inglaterra. Amado y odiado por su don tan sublime sobre las cuerdas de su oscuro violín, pues no solo causaba contusión entre los vivos, sino también entre los muertos. Tras su fallec...