Capítulo 67 - Mañana será ese gran día

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La cena ameritaba ser normal, incluso Greta se les unió al sentarse junto a ellos. Una plática formidable evitando por supuesto temas que implicaran revelar sus identidades. Incluso Darien tuvo que ingeniárselas para hablar italiano de manera fluida y hacerse el tonto de no saber inglés. Le daba gracias al maestro Gelida por todas y cada una de las cosas que le enseñó. Ya no era solo voz sino idioma, valores y principios.

—Realmente espero que las personas queden fascinadas con tú talento —dijo Greta, sonriente hacia William. —quiero que tu esfuerzo de tantos frutos y te conviertas en un gran violinista

—No lo dudes... hermanita —esbozó una sonrisa casi agonizante, todavía era difícil referirse a ella de esa manera. —pero imagina que pasaría si me vuelvo famoso, especialmente ahora que esos rumores del regreso de William Wilder andan de lugar en lugar, podrían asociarme con su reencarnación —asumió burlón

—Eso nunca, no permitiré que te asocien con un hombre como él

—¿Por qué? —dijo al alzar la ceja. —¿Tan maquiavélico era?

—¿Maquiavélico? Ciertamente, si le sumas lo depravado y vil podrás concluir que era un demonio, hace muchos años, cuando lo vi por primera vez... mi primera impresión de él fue un hombre frívolo y galante. Creí que lo que más atraía a las chicas de él eran sus ojos almendrados de olivo, relucientes de un pigmento azul inigualable... —suspiró. —pero me equivoqué...

—¿Por qué? ¿No eran atractivos sus ojos? Quiero decir, he escuchado que era lo que más elogiaban de él

Greta negó.

—Su pasión... en todo lo que hacía y de todo lo que hablaba... nunca conocí a nadie igual. Si lo pienso ahora, era un hombre despreciable

Darien miró por el rabillo del ojo a William mientras bebía vino. El pelinegro prestaba atención a sus gestos y palabras frívolas. No le extrañaría que ella lo odiara, después de todo, no sería la última en hacerlo.

—Debió ser una mierda —inquirió entre risas. —¿quién habría de amar a un hombre despreciable?

Greta alzó las cejas e inspiró profundo, vacilando de esa pregunta por medio de sus gestos corporales.

—Puede ser... pero ese hombre es... hasta la fecha, difícil de olvidar

—Que vuelva ¿no te parece aterrador?

—Al contrario, me parece emocionante —le sonrió de manera súbita, haciendo de sus pecas más sobresalientes en sus mejillas durazno. —no me malentiendas Allen, eres bueno, muy bueno... pero William Wilder seguirá siendo una estaca en el pecho de todos, para quienes lo odien y lo amen, sin importar el tiempo... va a seguir ahí

Le agitó la cabellera y se puso de pie.

—Con esmero podrías llegar aún más lejos

Antes de retirarse, William volvió a llamarla por su nombre.

—¿Qué crees que habría sido de él si no hubiera muerto?

Greta lo pensó indefinidamente.

—Tenía que morir, nadie sale victorioso tras tantos pecados, a menos que sea una novela del marqués de Sade y su nombre sea Juliette... su fortuna o desgracia es que esta es su propia historia y el protagonista tiene por nombre William Wilder. Si ha vuelto es porque su historia aún no ha terminado, por lo que... yo no diría que murió, solo se tomó un descanso y para ser honesta, no espero menos de él

—De tenerlo frente a frente, ¿Cuáles crees que serían las mejores palabras para recibirlo?

Greta rio.

Sonata espectral de un alma solitaria. [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora