Emily.
Lo veo sentado en el corredor con una expresión severa y endurecida, mientras su mirada demuestra la ira que lo gobierna en estos momentos.
Su mentón está rígido y su cuerpo se encuentra en estado de alerta como quien está preparado para enfrentarse a la guerra.- Me quedé en casa de una amiga. - Mascullo nerviosa.
- Odio que me mientan. - Dice levantándose de la silla con fuerza.
- No te miento, allí estaba.
- Y ¿después?
- Creo que ya lo sabes y me pregunto como te enteraste. ¿Me estas espiando?
- Al parecer aún no eres consciente de lo irresponsable que son tus decisiones. Elegiste viajar a una nación enemiga sin guardias, era obvio que no iba a dejarte a tu merced y debía enviar a alguien que estuviera pendiente de tu seguridad por si algún evento violento sucedía.
- No iba a suceder nada.
- Emily eres la reina de Lacrontte, tienes muchos enemigos por ese título.
- Yo no le he hecho nada a nadie.
- Pero yo sí y por el simple hecho de debilitarme pueden hacer cualquier cosa contra ti.
- Bueno, aquí estoy. - Comento abriendo los brazos para que me vea. - Completa y sana.
- Eres demasiado desconsiderada. - Brama enojado. - No tuviste la delicadeza de avisarme con tus padres que ibas a quedarte, no imaginas como he pasado estas últimas horas.
- ¿Y el reporte de tus espías?
- ¿Crees que las noticias viajan así de rápido, Emily? He tenido que esperar horas para saber sobre ti.
- Ya estoy aquí. - Comento en un intento de mediar.
- Pero la señora no ha tenido la decencia de preguntarse como estará su esposo por no haberle informado sobre su capricho se quedarse un par de horas más.
- No exageres, por favor.
- ¿Qué no exagere, Emily? - Grita iracundo. - Estabas en el reino enemigo, arriesgándote. ¿Cómo quieres que este? ¿Feliz? ¿Tranquilo?
- Lo lamento. - Espeto al ver su furia.
- No puedo creer que no alcances a dimensionar las consecuencias de tu irresponsabilidad.
- Olvida el tema, nada ha pasado.
- Y ¿si no hubiese sido así? ¿Cómo crees que estaría? Si te hubiesen hecho algo créeme que Mishnock en estos momentos no existiera y no me importaría si fuesen civiles o monarcas los que cayeran sin vida bajo mis pies, así que si no quieres generar violencia te recomiendo que de ahora en adelante pienses dos veces las decisiones que tomas.
- Seré más cuidadosa la próxima vez, lo prometo.
- ¿Próxima vez? ¿Crees que habrá una próxima vez?
- No puedes prohibirme nada.
- Y jamás lo haría, pero si quieres volver a viajar lo harás en compañía de guardias. - Dictamina caminando hacia las escaleras.
- ¿A dónde vas? - Pregunto al ver que me deja sola en el pasillo. - En serio estoy haciendo un intento por entenderte, pero ya no puedo más.
- Prefiero estar solo que continuar discutiendo. - Dice sin mirarme subiendo apresuradamente los escalones. - No imaginas lo hiriente que soy cuando estoy enojado y no quiero cometer una estupidez.
ESTÁS LEYENDO
Las cadenas del Rey. [Rey 2]
General FictionLa hija de los perfumistas Malhore ahora vive en el palacio, después de ser traicionada por quien creía era el amor de su vida. Siendo prisionera del nuevo Rey Stefan Denavritz, Emily empezará a envolver su corazón en una guerra de sentimientos, cua...