CAPÍTULO 50 "DEJARÍA DE EXISTIR"

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Emilio ya estaba en camino a la Mansión Canto con ganas de ver a Joaquín esperando poder encontrarlo solo para hablar con él de forma calmada.

Blas: JB, amor voy al estudio para reunirme con Acuarela y ver lo de su producción.

JB: Amor, sabes que detesto a ese tal Acuarela... solo le gusta estar comiéndote con la mirada y hostia me carga hasta los guevos.

Blas: Tranquilo mi príncipe de los celos que el único que puede comerme de todas las formas y maneras posibles sos vos.

JB: Está bien, confió en ti y sé que nunca me traicionarías.

Blas: Por supuesto que no, yo te amo y de eso no tengas dudas jamás, me diste la felicidad más grande al casarte conmigo y me diste una vida, una hermosa hija y gracias a ti soy completamente feliz... Te amo con todo y tus locuras y amarguras.

JB: Que bueno, yo igual mi cantante mediocre de bar.

Blas: Ja Ja Ja Ja ¿te acuerdas cuando nos conocimos ese día?

JB: Claro, ¿Cómo olvidarlo? Pero lo importante Mi Blas Cantó es que después de tanto tiempo aquí estamos, felices y juntos, pero por si acaso... si te atreves a traicionarme TE LA CORTO Y ME LA COMO EN LA CENA!!!

Blas: Hayyy!!! Oye pero que salvaje...caníbal, nunca te traicionaré es más, ni voltearé para los lados no vaya a ser que de verdad me castres.

JB: Yo solo digo corazón, JA JA JA JA claro que si no haces nada para activar mi lado salvaje pues estarás a salvo supongo... Cambiando de tema por favor ¿podrías dejar de camino a Isabella en sus clases de ballet?

Blas: Está bien, nos vemos más tarde.

Se dieron un beso y se despidieron, lo que ninguno de los dos sabía era que desde ese día la paz que tanto conocían dejaría de existir.

Mientras Blas se marchaba a trabajar un rato como productor en la disquera y llevara a su hija a ballet, Joaquín decidió ir a nadar un poco sin saber que Emilio estaba por llegar.

JB: Chicos voy a nadar ¿Podrían llevarme unas toallas y un cóctel a la piscina?

Sirviente: Si señor, como usted ordene.

En eso tocan a la puerta y uno de los sirvientes atiende.

Sirviente: ¿Diga?

Emilio: Vengo a hablar con Joa... disculpe con JB

Sirviente: Mi señor está nadando en la piscina, pero si gusta puede pasar.

Emilio: Si, ¿podría llevarme con él?

Sirviente: Adelante!!!

En lo que Emilio llegó a la piscina pudo ver la imagen más hermosa de todas, una que no podía dejar de observar, que le robaba el aliento.

ODIO POR AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora