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Cuando estaba en el colegio de Hogwarts fui clasificada en Hufflepuff mi madre estaba orgullosa por mi pero yo siempre sentí que no me apreciaban por estar en esa casa , mis calificaciones no eran tan buenas o malas era promedio, pero soy diferente al resto tengo una habilidad soy metamorfomaga puedo cambiar mi aspecto al que yo deseo,  sospecho que mi  madre me  lo heredó pero aún no tengo pruebas de eso , para estar en el centro de todo y ser la que tuviese la atención me transformaba a voluntad , era la bufona de mi clase pero siempre había alguien que me opacaba
,  Snape uno de ellos, era el maestro más joven trabajando en el castillo también era el maestro de pociones del mundo , estaba celosa por qué todos le respetaban , intente ser buena estudiante aprender todo lo que pudiera para tener el reconocimiento de él, por qué he de decirlo tenía un enamoramiento con el murciélago de las mazmorras o debería decir , la murciélago, nos había engañado a todos, resultó que era mujer jaja casi me desmayó al escuchar eso , después de tanto tiempo logré ser el completo centro de atención mi ya no era la auror torpe  que se podía caer con el aire , pero el escuchar que snivillus Snape estaba embarazada hizo que mi mundo se rompiera en diminutos cristales no dejaría que me robara todo la atención, mientras remus dormía salí de la cede de la orden , mi plan era sencillo dejar que el señor oscuros (asco de nombre )  acabara con Snape para si yo volver a ser la mimada, le daría información sobre la orden y sobre Harry , con algo de dificultad llegó a la mansión Malfoy , admiró con asombro el lugar nunca se me permitió entrar al ser hija de un sangre sucia como ellos le dicen a mi padre , camino al portón y lo toco está protegido con magia , no había pensado la forma de entrar .

...

En el interior de la mansión Malfoy una alarma de activo dejando en aviso a los huéspedes que alguien no autorizado deseaba entrar varios mortifagos salieron para defender su cuartel autoproclamado, mientras su señor estaba sentado  en la sala como si supera que esa visita era para él.

mi Felix FelicisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora