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Apenas tomo asiento ya puedo sentir la mirada de reproche de Minerva seguro me va regañar por lo poco que como y como debo cuidar mi salud pero ella que sabe, me duele comer incluso respirar por eso cuido lo que como evitó mirarla incluso dirigirle la palabra, en cambio me concentro en mis Slytherin pero en especial en mi ahijado, Draco una copia al carbón de su padre pero con la falta de malicia de Narcissa, muerdo mi labio para no sonreír ,ese pequeños es lo más cercano que tengo a un hijo y lo quiero como tal , aún recuerdo cuando me nombraron su padrino bueno madrina , acaba de graduarme como maestra en pociones Lucius y cissy me invitaron a una comida que terminó en confesionario, ahí estaba yo abrazada por dos sangre pura escuchando lo felices que estaban por ser padres y de cómo me querían y deseaba mi felicidad, estaba incómoda no lo negaré pero acepte feliz ser la padrino del pequeño, viendo Draco nació era tan pequeño que tenía miedo de romperlo pero el tiempo y el creció y con el las aventuras y desventuras , para mí suerte y desgracia fui su primera palabra,vi sus primeros pasos y le enseñé todo lo que sabe lo aprecio mucho y no deseo que se una al señor oscuro por qué se que perderá esa inocencia que aún tiene , no dejare que ninguno de los niños bajo mi cargo se una. El ruido del salón era bloqueado de pronto mi brazo izquierdo ardía y quemaba, el lord me estaba llamando, miró a Albus discretamente y le doy una indicación silenciosa, el me miró alarmado y asintio en silenció, en ese breve momento que mire sus ojos pude distinguir el miedo y cabizbajo  tenía razón el señor tenebroso nunca me convocaba tan temprano, con una escusa a medias me retiro de la mesa y corro a las mazmorras para toner mi capa y máscara y presentarme no debo llegar tarde
-Aggg gruño en la comodidad de mi oficina cuando la marca arde con más fuerza voy tarde a la convocatoria solo espero poder volver.

Continuará...

mi Felix FelicisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora