Se que soy molesta.
Se que no soy dulce contigo.
Pero no quiero volver a perder a alguien importante para mi, no otra vez.
¡Así que, si en verdad me amas, demuéstramelo!
Todos actuamos diferente con diferentes personas.
Pero tu verdadero yo siempr...
La mañana era fresca y todo parecía estar con normalidad, ningún monstruo perturbaba la paz y las personas pasaban por las calles con normalidad, viviendo su vidas sin ningún típico de preocupación.
Una vida sin problemas...
Algo que de cierta manera, envidiaba la pequeña esper viendo todo desde lo alto de un edificio con su mirada decaída.
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Ella simplemente había querido dejar su pasado atrás, olvidar a Blast por completo. Pero realmente era algo difícil, y eso le repugnaba, sentía asco de si misma por haber hecho su labor de héroe por tanto tiempo tomándolo a el como inspiración, pero ya no había nada que hacer. Aun así, muy dentro de ella, sabia que el tenia razón en algo.
"Cuando llegue el momento, nadie estará ahí para salvarte"
Palabras que no le gustaba admitir, pero al final resultan ser ciertas, ella no podía seguir dependiendo de nadie y menos seguir estando deprimida, era una etapa dura para ella sin dudas, pero no dejaría de ser héroe solo por sentirse mal o traicionada. Ella había tenido una mala racha últimamente, pero no descansaría hasta poder recobrar las partes de su orgullo que se habían roto.
Normalmente en sus tiempos de aburrimiento ella saldría a cazar monstruos, pero ni siquiera estaba de humor para ello. Antes que la asociación de monstruos apareciese ella podía salir y pasar el tiempo cazando algunos kaijin, actualmente el numero de ataques ha disminuido considerablemente, los monstruos de nivel demonio eran muy poco comunes estos últimos 2 meses, los niveles dragón eran todavía mas raros, debido a que los alienigenas eran eso y no monstruos, esto implicaba que no han habido ningún kaijin de nivel dragón en estos recientes 2 meses.
En estos momentos incluso llegaba a extrañar a la asociación de monstruos, aunque quien sabe...
Tal vez un antiguo enemigo crecía desde las sombras para atacar algún día y destruir a todos, ¿que descabellado, no?.
La pequeña esper logro ver entre el montón de peatones que pasaban por la gran calle a 2 hermanas que parecían estar divirtiéndose, ella iban vestidas igual y parecían estar jugando a "las traes". Tatsumaki rió un poco, un gesto que pronto desapareció cuando recordó a su propia hermana, no había jugado o almenos hablado con ella de buena manera desde que eran unas niñas.
Ella creía que era su culpa, ¿pero realmente era así?.
El simple hecho de pensar en su pasado no le causaba nada de buenos recuerdos, y recordar a Blast era de lo que menos le importaba. Ella junto a su hermana era realmente muy feliz, ambas jugaban y reían con los poderes psíquicos de Tatsumaki. Fubuki aun no los había desarrollado, y eso hasta ahora es de lo que mas se alegraba Tatsumaki hasta el día de hoy. Jamas, hubiese querido que su hermana viviera lo mismo que ella cuando sus padres la vendieron a aquellos científicos, fue simplemente espantoso.
