¿𝑻𝒆 𝒐𝒅𝒊𝒐? 𝑶 ¿𝑻𝒆 𝒂𝒎𝒐?

No volveré a perder

Ciudad I.

Ambas esper habían visto toda la batalla que ocurría desde la ventana del automóvil en el que iban transportando una caja sellada con una gran protección. A lo lejos en la ciudad cercana se podía ver todo ese violento combate y las explosiones de la batalla contra Black Sperm.

-¿Para esto es lo que nos quería Metal Knight?-Pregunto Psykos mirando por la ventana.

-Metal Knight no coloco al sello en el convoy por seguridad. Así que nos pidió que nosotros lo resguardamos en un automóvil mas discreto-Le respondió Fubuki muy inquieta.

-¿Pasa algo, Fubuki?-Le pregunto Psykos al verla temblar.

-El enemigo debe ser muy fuerte...mi hermana...mi hermana esta liberando una cantidad de poder psíquico increíble-Menciono ella nerviosa.

-Ese no es nuestro problema. Debemos llevar esto lo mas lejos posible de todo este caos. No sabemos si es esto lo que buscan-Le explico Psykos.

-Dijeron que todos los héroes clase S estarían involucrados en estos...si mi hermana esta luchando con tanto poder, entonces debe ser algo serio. Quizás la situación requiere de nuestra ayuda-Dijo Fubuki con miedo.

-No, no podemos ir. Estoy segura que no puede ser nada grave, o no lo suficiente para que toda la clase S caiga de inmediato-

-Esto me da muy mala espina...¿crees que deberíamos...-

Fubuki fue interrumpido cuando las explosiones comenzaron a escucharse muy cerca de su posición. Aquellas grandes y fuertes explosiones estaban ocurriendo a unos cuantos kilómetros de su posición, donde se podían ver explosiones de gran magnitud.

-¡¿Que es eso?!-Pregunto Fubuki alterada.

¡Este es un aviso de la asociación de héroes!, ¡en la ciudad I acaba de aparecer un monstruo de categoría dragón!, ¡la ciudad debe ser evacuad de inmediato!, ¡se solicita ayuda de héroes clase S, por favor!

Las alarmas comenzaron a escucharse alrededor de toda la ciudad, mientras que las explosiones se hacían cada vez mas fuertes y el daño colateral llegaba hasta ellas.

-¡Psykos, debemos ir!-Le grito Fubuki.

-¡No podemos dejar el sello a su suerte!, ¡hay que irnos!-Le respondió Psykos.

-El auto esta en piloto automático. Solo tenemos que dejarlo aquí y él llegara por su cuenta!, ¡así podremos alejar la batalla del auto!-Propuso Fubuki dejando la caja debajo del sillón.

-¡Fubuki!-

Los gritos de Psykos fueron en vano, pues lo siguiente que hizo fue salir del auto a gran velocidad, volando por los aires directo a la zona de las explosiones.

Lo único en lo que pudo pensar fue en seguirla, si bien es cierto que Fubuki había estado aumentando su poder gracias al elixir que Psykos le entrego, no era seguro enfrentarse siempre a amenazas de tan alto calibre.

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La ciudad I estaba completamente bajo un ataque de otro mundo.

Literalmente.

Explosiones por todos lados y los edificios siendo destruidos por completo de simples impactos o daño colateral. Las personas no habían tenido tiempo para poder evacuar, y por esto mismo este ataque había cobrado muchas vidas.

Slaugther se mantenía flotando sobre los edificios mientras apuntaba con su dedo hacia diferentes partes de la ciudad, disparando ataques de energía que destruían por completo cuadras enteras de ciudad.