¿𝑻𝒆 𝒐𝒅𝒊𝒐? 𝑶 ¿𝑻𝒆 𝒂𝒎𝒐?

Lo que siento

Un día después.

-¿Tienes un 7?-Pregunto Nyan mirando su baraja de cartas.

-No, ve a pescar-Le respondió Black Sperm.

Rover estaba a un lado con su propia baraja de cartas, observando en silencio. Nyan saco una carta de la pila.

-Bien, pesca exitosa-Dijo el monstruo enseñando la carta.

Haciendo uso de su hocico Rover volteo 4 de sus cartas, las cuales tenían el mismo numero.

-¿Que demonios...?-Se pregunto Nyan.

Black Sperm tiro todas las cartas sobre el suelo, frustrado y molesto.

-No volveré a jugar cartas-Dijo él yendo por algo de comer.

Saitama observaba todo confundido.

-¿Las mascotas juegan cartas?, me pregunto de donde saldrán mascotas tan extrañas. ¿Seran de colección o algo así?-Se pregunto Saitama confundido.

-Quizás debería conseguir algo con lo que jugar, como un ratón o quizás corte los sofás-Dijo Nyan estirándose.

-No, olvídate de eso-Dijo Saitama molesto.

-¡Eek!, me olvide que estabas aquí. Solo dormiré por aquí-Le dijo Nyan nerviosa mientras se iba del lugar.

Black Sperm llego con un cartón de leche-Así que, ¿no piensa ver si esta viva?-Le pregunto Black Sperm tomando del cartón.

-¿De que estas hablando?-Le pregunto Saitama confundido.

-Bueno, Tornado no se ha levantado de su cama en toda la mañana. ¿No piensa ver si aun esta con vida?-Pregunto el monstruo tirando el cartón de leche a la basura.

-Oh, realmente no lo había pensado. Quizás vaya a ver si esta bien-Dijo Saitama levantándose del sofá.

Black Sperm fue a ocultarse.

......

Tatsumaki estaba acostada boca arriba en su cama, había tenido algunas cosas que pensar sobre el día anterior, las palabras que escucho de Saitama y ese extraño sentimiento que recorría su cuerpo, que cada vez se hacia mas y mas fuerte.

Miraba a ese peluche de Saitama que habían conseguido el día anterior. lo tenia envuelto en el aura de su poder psíquico mientras lo hacia flotar sobre ella, viéndolo fijamente...

Aunque se tratara de un bobo peluche, le recordaba demasiado a él. La misma cara boba y despreocupada que solía tener, aunque ahora se había acostumbrarlo a verlo sonreír, ese pequeño peluche empezaba a verse menos bobo y mas tierno.

Mientras hacia que el peluche se acercara con ayuda de su poder, sus mejillas se iban sonrojando poco a poco. Por alguna razón varios recuerdos de aquel calvo vinieron a su mente de nuevo, inconscientemente ella comenzaba a ser incapaz de controlar su poder cuando estaba muy nerviosa. Jamas había sentido una emoción de este tipo y ahora su propia mente perdía el control cuando ese extraño sentimiento llegaba a ella.

Tatsumaki tenia el peluche bastante cerca de su rostro sin darse cuenta, desde que empezó a entrenar su poder psíquico y las constantes fallas en su manejo del mismo, le habían dejado claro que cuando estaba junto a él, su mente inquieta provocaría que su poder se encendiera de la nada.

Después pudo escuchar la puerta abriéndose. Ella miro a Saitama frente a la puerta, mirándola fijamente.

-¡¿Que demonios estas haciendo aquí?!, ¡eres un pervertido!-Le grito Tatsumaki nerviosa, ademas que sus mejillas estaban un poco rojas.