¿𝑻𝒆 𝒐𝒅𝒊𝒐? 𝑶 ¿𝑻𝒆 𝒂𝒎𝒐?

Tú me gustas, Tatsumaki

Saitama pudo sentir como Rover lamia sus pies descalzos, todo para que su dueño le diera algo de comer o para jugar.

Al abrir los ojos se había quedado confundido, Tatsumaki estaba dormida en sus piernas, acurrucada hacia a un lado. Una sonrisa se marco en su rostro, la razón por la cual no había ido a la cama como la otra noche, fue por que no sabia se realmente ella quería que desde ahora durmieran juntos. Pero al parecer estaba equivocado.

Verla dormir ahí, tan tierna e indefensa, lo hacia sentir como su corazón se aceleraba, era un sentimiento que ahora entendía bien, sabia que es lo que le pasaba. Después de haber tenido una compañía femenina, con la cual se divertía y compartía, lo había hecho sentirse atraído por ella. Podía sentir como sus emociones perdidas volvían a él nuevamente cuando estaban juntos, ni siquiera con todo el tiempo que había pasado junto a Fubuki lo habían hecho sentirse así.

Saitama no pudo evitarlo, desde la ultima vez que lo hizo había tenido un extraño deseo por jugar con su loco cabello de puntas. Empezó a enrollar sus dedos en sus cabellos, solo por diversión. Siguió haciendo eso hasta que la dejo completamente despeinada, sus cabellos levantados ahora se habían acostado y le daban un nuevo estilo a la esper, quien seguía profundamente dormida.

Él comenzó a acariciarle el cabello, moviendo su mano de un lado a otro. Le era muy agradable tenerla cerca, y que ella lo acobijara y durmiera junto a él...lo hizo pensar que había una posibilidad que pudiera sentir lo mismo que él sentía por ella.

Tatsumaki abrió sus ojos al sentir las acariciar en su cabeza que la relajaban. Sentía como su cabello se había desenredado y estaba en las piernas de Saitama...ella se movió para quedar boca arriba y verlo.

Ambos se miraron a los ojos en silencio durante unos cuantos segundos, rápidamente apartaron la mirada tras el nerviosismo y el sonrojo que se marco en sus mejillas por el contacto visual.

-Bu..buenos días-Le dijo Saitama rascando su nuca nervioso.

-Si, hola...-Le respondió ella nerviosa.

Tatsumaki se levanto de sus piernas y se sentó a su lado el sillón, estirándose y poniendo sus piernas en las de Saitama. Aunque no quisiera decirlo por la vergüenza que le provocaba, en realidad había dormido mejor que cuando dormía sola en su habitación.

-Lo siento, creo que te despeine un poco-Le dijo Saitama riendo levemente.

-Ah, eso no importa. de todas formas siempre esta desarreglado-le contesto ella tocando su cabello que había quedado extendido.

-Creo que puedo arreglarlo. Cuando vivía en ciudad Z aveces miraba un canal donde pasaban consejos de belleza-Dijo Saitama levantándose del sofá.

Tatsumaki floto detrás de él hasta llegar a su habitación, donde Saitama estaba buscando algún tipo de cepillo para poder arreglar su cabello. Ella lo miraba con una sonrisa burlona mientras le daba el cepillo que buscaba.

-Bien, entonces déjame intentarlo-Dijo Saitama acercándose a ella con el cepillo en mano.

Tatsumaki cerro los ojos y se sentó en la cama, su poder psíquico se encendió de repente al poco tiempo. Saitama dejo caer el cepillo en cuanto noto que su cabello volvía a la normalidad en cuanto su poder se encendió, levantándose y volviendo a su estado normal.

-Vaya...tu cabello si que es muy loco, ¿como lo haces?-Le pregunto Saitama intrigado.

-Fufu,mi cabello ha sido así desde que nací, seguro es por mi poder. Quizás se deba a mi alocada personalidad también se presenta en mi cabello,y tú...-Le dijo ella sonriendo de manera malvada.