Malditas botellas

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Jennie observaba impresionada las habilidades de JungKook al nadar, no por nada era uno de los favoritos del club de natación, ella también deseaba convertirse en una de las mejores, sus amigos le daban ánimos, y era la consentida de Bobby, el entrenador.

El silbato sonó anunciando el receso de veinte minutos y JungKook sacó su cuerpo mojado de la piscina, Jennie le lanzó una toalla.

—Estuviste genial, Kook.

—Gracias, Jennie – le sonrió.

—Jennie, ¿Te importaría traer un par de galones de agua? – interrumpió Bobby —Me he dado cuenta que ya no hay.

—Oh, Bobby-sunbae... - puchereó – es un largo camino que tendré que recorrer, son pesadas y...

—Dijiste que debía tratar a las mujeres como hago con los varones, así que, eres fuerte, de eso no tengo dudas, por eso te lo encargo.

—Descuida, Jennie, te ayudaré – le ofreció JungKook.

—¿De verdad? ¡Gracias, amigo!

—Uh, como sea, ya que tienes ayuda ahora, tráiganme cuatro galones de agua ¿sí? ¡Rápido! Antes que el receso se acabe.

—¡Si, señor! – Jennie hizo un saludo militar y tomó de la mano a JungKook para dirigirse a los vestidores.

Luego que se hubieron cambiado, fueron a la tienda más cercana y compraron los cuatro galones de agua. Caminaron de regreso, pero el sol parecía implacable.

—Creo que al final no me gusta tanto esto de la "igualdad de género" – dijo Jennie apoyándose en sus rodillas.

—Pero si solo llevas un galón – se mofó JungKook, Jennie le miró mal y tomó otro galón —No, no, no, lo decía en broma, no quiero que te sobre esfuerces, Jennie. Y no digo que las mujeres son débiles, es solo que su masa corporal está diseñada para cargar menos peso.

Siguieron caminando, pero en ese momento JungKook divisa a Lalisa a lo lejos, conversando con un chico. De inmediato, suelta los galones y corre en su dirección.

—¡Hey, JungKook! ¡A dónde vas! ¡Espera!

En otro lado, Lisa acompañaba a Yoongi a su auto, tenía que entregarle unos papeles pendientes.

—¡Lisa! – JungKook llegó a toda carrera.

—¿JungKook? – dijo sorprendida —¿Qué haces aquí?

—¿Te está molestando? – increpa a Yoongi.

—¿Eh? No, no. Yoongi es mi amigo. Yoongi, este es JungKook, el chico del que te hablé.

Yoongi no dice nada, solo mira enarcando una ceja a chico del Programa K.

—Ah. Qué lástima que tus gustos hayan caído tan bajo, Lalisa.

—Yoongi – le reprendió su amiga.

—Déjalo, Lisa – dijo JungKook mirando fijamente a Yoongi.

Ambos se batieron a un duelo de miradas, pero entonces oyeron un grito.

—¡JungKook!

Jennie llega corriendo, tropezando con sus propios pies al cargar los cuatro galones, al llegar al lugar los suelta sin cuidado, y respira profundamente.

—¿Por qué me dejaste sola? ¿Sabes todo el camino que he tenido que hacer cargando todo esto? – miró a ambos chicos que parecían estar en su propio mundo —Oh, ¿Es un duelo de miradas? ¿Me puedo unir?

El ambiente parecía aligerarse, entonces Jennie reconoció al chico del IC.

—Tú. Eres el que me atropelló la vez pasada ¿no? El imbécil del auto negro.

Yoongi mira en dirección a Jennie y no parece verse afectado.

—Y tú la idiota que no ve por dónde camina.

—¡Chicos, basta por favor! – exclamó Lisa angustiada.

—Oh, te conozco – dijo Jennie señalando a Lisa —Eres la amiga de JungKook. ¿Qué tal?

—Vámonos, Jennie - dijo JungKook —Bobby debe estar esperándonos.

—Ay, no, pero caminar hasta el club con todo este sol... - se lamentó —Oh. ¡Lisa, podría ayudarnos! ¿Podríamos ir en tu coche hasta el club de natación? Por favor, por favor.

—Claro, no hay problema – respondió Lisa amablemente.

—¿Ves a lo que me refiero, Lisa? – intervino Yoongi —Ven la oportunidad perfecta para aprovecharse de uno. Yo que tú no los dejaría subir a mi auto, lo ensuciaría.

—¡Hey! ¿Qué rayos te pasa? ¿No hay un poco de consideración en ti? – reclamó Jennie —Es un favor que le estoy pidiendo a Lisa.

—Tienes suerte que mi amiga sea tan caritativa – dijo Yoongi observando a Jennie —El club de natación no está tan lejos, ¿Por qué no se regresan como vinieron? – luego volvió su vista a Lisa —Nos veremos otro día por el asunto pendiente, ¿sí? – ella asintió —Ah, y no subas a gente sucia a tu carro.

Yoongi desactivó la alarma de su auto e ingresó en él, Jennie quería enfrentarlo de nuevo. ¡La había llamado sucia dos veces! ¿Quién se creía?

—¡Ven aquí, idiota, dímelo en la cara!

—¡Jennie, es suficiente! – la retuvo JungKook —No vale la pena.

—¿Viste cómo nos llamó, JungKook? No me voy a quedar tranquila. ¡Todos los del IC son unas horribles personas! Nos tratan mal solo por no tener dinero.

—¿Lisa es así acaso?

En ese momento Jennie se dio cuenta de su error. Miró con ojos de culpa a la rubia chica.

—Lo siento, Lisa, sé que tú no eres así.

—Está bien, Jennie. No te preocupes.

Finalmente, Lisa los llevó en su auto hasta el Club de natación. Jennie tuvo otro amargo día. Todo por el tonto chico del IC, y las malditas botellas.

 Todo por el tonto chico del IC, y las malditas botellas

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Por Ti [Yoonnie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora