Extra n° 02

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Jennie tenía un serio problema. Bueno, dos.

Uno con su hermana y otro con su mejor amiga. ¿Es que hasta cuando iba a lidiar con estas dos? Una tenía una vida sexual nula, y la otra parecía que ya había probado las suficientes posiciones del kamasutra, que ya ansiaba una segunda edición.

Rose había comenzado una relación hacía dos años con Park Jimin, Jennie había tenido el gusto de conocerlo cuando se hicieron novios a los pocos meses. Era un joven dulce y bastante guapo, Jennie prácticamente compadecía a Jimin porque él era muy paciente con su hermana, la complacía en sus gustos y cada vez que peleaban él era quien daba el primer paso para reconciliarse, en sí, un novio perfecto. ¡Y su hermana parecía huir de él! Sobre todo cuando le tocaba "ese tema", y eso a Jennie le cansaba, porque Rose, una chica de veintiséis años, parecía actuar como una virgen – aunque lo era.

No la entendía sinceramente. Varias veces Jennie le dijo que tener sexo con tu pareja no tiene nada de malo, y que Jimin bien sabría sobrellevar el momento, porque había demostrado que la quería, pero Rose se negaba a abrirse, y lo peor es que no le decía por qué.

Y vaya facepalm que se dio Jennie cuando se dio cuenta cual era el verdadero temor de su hermana. Si. La depilación.

"¿A quién le importa si te depilas o no? Pero, si realmente te importa eso, háblalo con tu pareja y ya.",  le había dicho a su hermana.

Pobre Jimin, a este tiempo morirá por el síndrome "globos de agua".

Por otro lado, su mejor amiga, su confidente durante tantos años de universidad, se había metido en una relación poliamorosa. Dios, ¡Desde cuando a su amiga le gustaba en eso!

No es que fuera ilegal estar con dos hombres a la vez, pero era mal visto en Corea. Así que bueno, se fueron a vivir a Australia. ¡Pero ese no era el problema!

Sino, ¿Dónde estaba Bobby? ¿De verdad estaba de acuerdo con que su novia haga eso?

Luego de unas semanas, JiSoo la llama y decide contarle la verdad a su amiga: Había terminado con Bobby, uno, por falta de tiempo, no se veían y estar en una relación a distancia no era lo que buscaba ella, así como sabía que Bobby era realmente apasionado con su trabajo, JiSoo lo dejó libre, entonces aparecieron sus dos ángeles de la muerte, que era como Jennie los había llamado, y le ofrecieron ese tipo de vida.

Jennie lloriqueaba en su mente. No es que NamJoon y Seokjin fueran malas personas, cada uno tenía su propia historia, pero ¿no eran mucho mayores que ella?

"Te lo digo en serio, Jennie, estoy bien. Seokjin me trata como una princesa y NamJoon como a una buena esposa. No me importa si Seokjin me lleva doce años y Nam, diez, en realidad, me hacen feliz"

Sí, sí, un argumento bastante sólido para las marcas que llevaba su amiga en el cuello y en las muñecas. Ya ni quería imaginar qué tipo de marcas había bajo sus ropas, no es como si le interesara su vida sexual porque Dios, una vez que la visitó en Australia, Jennie encontró varias revistas eróticas y muy gráficas para su gusto. Ugh.

Pero bueno, si su amiga era feliz de esa manera, ella no era nadie para impedírselo. Aunque, había visto lo suficiente en aquella revista como para picarle curiosidad.

Y si...

—¡Yoongi! – habló Jennie cuando su esposo llegó a casa. —¿Qué opinas de hacer un trío?

 —¿Qué opinas de hacer un trío?

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N.A// Y con esto llegamos al final de esta historia. ¡Ya son 100 capítulos publicados! Espero que les haya gustado y gracias por todos sus votos.

Por Ti [Yoonnie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora