¿Quien dice que es una cita?

840 116 15
                                    

Aunque Jennie no tuviese ganas de ir al encuentro con Yoongi, simplemente no podia dejarlo plantado. Ella era una chica de palabra, y aunque no lo haya confirmado verbalmente con él, lo habia hecho por omisión. Por eso, ahora se dirigia al Nora Park como lo habia impuesto Yoongi. No se tomó el tiempo de arreglarse porque era una salida nada más que para hablar. Por ello se hizo una cola alta llevada hacia un lado junto con su gorro azul, un polo blanco suelto con diseño de una piña y unos pantalones de mezclilla grises junto con unas zapatillas.

Parecia una vagabunda frente a Yoongi.

¿Qué le pasaba a ese tipo? Se había arreglado como para un desfile de modas en Milán.

—Oye... ¿Por qué estas vestido asi? –preguntó Jennie cuando se encontraron.

—Estoy vestido apropiadamente, porque estoy en una cita.

—¿Quién dice que estamos en una cita? Solo quería verte para hablar de algo importante.

—¿Y quieres hablarlo aquí?

Yoongi tenia razón. Estaban en medio de la calle con un montón de gente caminando de un lugar a otro.

—Okay, vayamos a otro lugar.

—Que te parece si hablamos mientras almorzamos.

—¿Almorzar?

—Aceptar una cita a las doce del día implica un almuerzo y tú aceptaste venir, asi que no te puedes rehusar.

—No... Sabía de eso.

—Ahora lo sabes. Sigueme.

Yoongi toma de la mano a Jennie y caminan en dirección al centro comercial. Muy bien, si Yoongi queria jugar sucio, le demostraria que ella tambien podia hacerlo. Compró un paquete de papas fritas de un puesto ambulatorio y luego arrastró a Yoongi a comer con ella. Al menor de los Min casi le da arcadas al comer un alimento de dudosa procedencia, pero Jennie se lo ofreció en la boca, asi que no pudo discutir mucho al respecto.

Jennie se distrae facilmente, por ello cuando entraron al centro comercial, un puesto de celulares llamó su atención. Rapidamente ingresó y fue a la estanteria donde vendian el celular de sus sueños.

—¡Es hermoso! Simplemente perfecto.

Yoongi se acercó interesado a verlo.

—Pues cómpralo. –dijo con obviedad.

Jennie le miró cansadamente.

—Dice 935.000, no 5000. Pero no importa. Le prometí a mamá que sacaria buenas notas este trimestre, entonces me prestará el dinero y se lo devolveré a 250 wons por mes.

—Eso sería dos años de pago.

—Si, pero es la única opción que tengo.

—¿Cuanto tiempo falta para tu cumpleaños?

—7 meses, ¿por?

—Pensaba regalartelo por tu cumpleaños, pero ya que falta más de medio año, debería regalartelo... –se acercó peligrosamente a ella –¿Por los tres meses que llevamos conociéndonos?

—¡No te acerques tanto!

Yoongi sonrió satisfecho.

—Tu cara está roja.

—Ehm, tengo que ir al baño. Con permiso.

Jennie fue al lavado a refrescarse la cara, no sabía por qué se sentía caliente de repente, sus mejillas estaban sonrojadas, y todo se debía al idiota que la esperaba en la tienda.

Cuando salió del baño, un par de chicos pasaron por su lado conversando sobre algo, no les prestó mucha atención, si no fuera porque mencionaron a Yoongi.

«No lo saludaría si su padre no fuese importante. Porque sin él, solo sería un pobre chico adicto al crack»

Jennie caminó hacia Yoongi con mayor prisa.

—Regresaste.

—Yoongi, unas personas hablaron algo malo de ti.

—Que dijeron.

—Que eres un chico adicto al crack. ¿Es verdad?

—¿Les crees?

Jennie negó suavemente con la cabeza.

—Si les creyera, no te estuviera preguntando.

Nuevamente, y sin saberlo. Jennie había logrado otro "punto" con Yoongi, el preguntar antes de asumir.

—Bien. Si quieres que aclare este asunto, vamos a comer ¿si?

Jennie estuvo de acuerdo. Porque tenia que saciar su curiosidad.

 Porque tenia que saciar su curiosidad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Por Ti [Yoonnie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora