Resaca

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JungKook no pudo llegar en mejor momento, vio a su amiga, ebria en los brazos de su mayor enemigo, suponía lo peor.

—¡La drogaste!

—¡Y una mierda! Ella se tomó todo mi trago.

—¿Pretendes que te crea?

—¡No me importa si me crees conejo con hormonas!

—Son tan inmaduros cuando discuten – dijo Lisa —Qué hacen ahí, ayúdenme a llevarla al auto.

—¿La llevarás a casa? – preguntó JungKook asustado —Su madre no estará muy contenta de verla así.

—¿Y qué pretendes entonces? Son apenas las cuatro de la tarde, le decimos que tuvimos un almuerzo y ella se pasó de tragos, nada más.

—¡Tiene apenas 18! – exageró Jungkook —Sé que Jennie toma muy poco porque tiene poca resistencia al alcohol.

—Si la llevamos más tarde, su madre puede pensar otras cosas – dijo Lisa —Y tienes que ir tú, Kook, eres su mejor amigo.

—Yo también – agregó Yoongi —Digo, ya he almorzado con su familia antes. No desconfiarán de mí.

—No quiero enfrentar a la señora Kim... - murmuró JungKook —Me da miedo su mirada.

De todas formas, siguió a su novia y a Yoongi. La llevaron de vuelta en el auto de Lisa, Yoongi tocó el timbre y de ella salió la pequeña hermana Rose.

—¿Yoongi-sshi?

—Hola Rose, ¿Está tu madre? Traemos a Jennie porque se pasó un poco de copas, simplemente se durmió allí...

—Oh. ¿La chica de allí... también viene contigo? – preguntó Rose señalando a Lisa.

—Sí, soy amiga de Jennie también, me apenó verla así, así que Yoongi y yo la trajimos a casa.

Rose guió a los chicos al interior de su casa, la dejaron en la sala, Rose les dijo que su madre no estaba, pero que no se preocuparan que ella se encargaría de cuidar a su hermana.

Rose estaba demasiado emocionada preguntándole cosas a Lisa, que no se dio cuenta de la mirada amorosa que Yoongi le daba a una dormida Jennie, ni cuando acomodó su cabello y la cubrió con una manta.

—Qué lindo son los dos, gracias por traer a mi hermana y cuidar de ella. Lamento las molestias.

—No es nada, Rose. No podíamos dejarla así. – dijo Lisa.

—Supongo que interrumpió su cita. – dijo Rose.

—¿Eh?

/Sonido de claxon/

—Oh. Nos tenemos que ir ya, alguien nos espera en el auto – dijo Lisa con una amable sonrisa —Gusto en conocerte.

—De igual manera. – Rose desvió su mirada a Yoongi, quien seguía sentado al lado de Jennie.

—Yoongi-sshi, ya le dije que no se preocupe, cuidaré de mi hermana, usted vaya con su novia ¿sí?

Yoongi estaba ensimismado contemplando a Jennie que no prestó atención a lo que dijo Rose y se puso de pie, con un asentimiento, dispuesto a marcharse.

Rose vio como la pareja se adentraba a un moderno auto blanco y se marchaba de su hogar. Suspiró, el amor entre dos personas de alta clase era como un cuento de hadas.

Horas después, un adormecido cuerpo empieza a despertarse. La hermana mayor de la familia Kim abre sus pequeños ojos y trata de enfocar su mirada. Distingue su casa, su sala para ser más específica, y luego la intensa mirada de su madre a su derecha.

—Má...

—Oh. Despertaste.

—Qué-...¡Ouch, ay!

Su madre empieza a darle con el periódico en la cabeza sucesivas veces, Jennie está aturdida y solo atina a cubrirse su cabeza.

—¡Má!

—Nada de Má, señorita. ¿Esas son las condiciones en las que debes llegar a casa? Si sabes que una copa de alcohol ya tu cabeza da vueltas como una ruleta, ¿Por qué tomas?

—Uh, ¿Qué?

—Ush, doy gracias a los dioses que tienes amigos tan amables que te traen a casa. ¿Esa será tu vida de universitaria de ahora en adelante? ¿Eh?

—¡Má...! Que solo tomé un par de copas. Pensé que era coctel – dijo Jennie rascándose la cabeza.

—Mírate – señaló su madre —Tu cabeza parece un nido de pájaros y tu aliento huele a alcohol, anda date un baño y bajas a cenar ¿de acuerdo?

Jennie vio cómo su madre se alejaba de allí, entonces su hermana Rose se acerca a ella con una pastilla y un vaso con agua.

—Ten. Te sentirás mejor.

—Gracias. – la tomó —¿Sabes cómo llegué a casa?

—Uh, Yoongi-sshi y Lisa te trajeron a casa.

—¿Yoongi?

—Si. Es todo un caballero, y su novia una hermosa chica de alma pura.

—¿Su novia?

—Si. La chica rubia, Lisa.

Jennie casi se echa a reír, le hacía tanta gracia que su hermana pensara eso, pero bueno, no le importaba de todas formas.

—Iré a bañarme.

Pero, mientras el cuerpo de Jennie reposaba bajo la regadera, los recuerdos de ese almuerzo fueron llegando poco a poco a su memoria. Entre ellos, el beso que le dio a Yoongi.

Un frio llegó a su cuerpo de repente y la hizo encogerse.

—No, no, ¿Ahora con qué cara veré al idiota ese? Ah, ya sé, fingiré amnesia. Porque si no recuerdo, no pasó.

Salió de la ducha, secándose el cabello, pero cuando iba a tomar su ropa para colocársela, ve un mensaje de kakao de Yoongi.

"¿Ya despertaste? Tenemos que hablar de nuestro beso."

Jennie, molesta, toma el teléfono y responde:

"Ja-Ja. Que gracioso, yo no recuerdo nada."

"¿Así? Pues pregúntale al conejo musculoso que tienes de amigo. Él lo vio todo."

Mierda, ¿Cuántas personas más habían visto el espectáculo que montó? Qué vergüenza.

Presiona con fuerza el icono del teléfono y está dispuesta a decirle unas cuantas cosas a Yoongi, pero éste aparece en la pantalla. ¿Qué?

—¿Ya hacemos videollamada? ¿Avanzamos tan rápido?

—Qué hablas. Yo apreté el botón de llamada.

—Uh, es mejor así, tengo buenas vistas de aquí.

Entonces Jennie se da cuenta que aún no se había vestido, por lo que Yoongi la estaba viendo desnuda de la cintura para arriba.

—¡Pero que...! ¡Ahh! ¡Yoongi imbécil!

En el piso de abajo, su madre y hermana, que sirven la cena, están acostumbradas a los repentinos gritos de Jennie y solo suspiran negando con la cabeza.

En el piso de abajo, su madre y hermana, que sirven la cena, están acostumbradas a los repentinos gritos de Jennie y solo suspiran negando con la cabeza

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Por Ti [Yoonnie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora