Parrilla

808 110 32
                                    

Todos se encontraban celebrando en casa de Bobby, latas de cerveza eran chocadas en el aire, un par de parrillas eran asadas en una esquina del jardín, algunos incluso se habían adentrado a la piscina.

Jennie compartía junto con JiSoo su comida, estaban sentadas en una silla mecedora, riendo de vez cuando por alguna ocurrencia de la "consentida" de Bobby.

—Cómo están mis bellas esposas ¿eh? – preguntó Bobby.

—Felices de que ganaras, y, que nos des comida gratis – respondió Jennie llevándose un palillo de carne de cerdo a la boca.

Bobby suspiró cansado.

—Lo único que le importa a esta gatita hiperactiva es la comida. ¿Y tú preciosa? – le preguntó a JiSoo.

—Estoy feliz de que hayas ganado.

Bobby y JiSoo se quedaron mirando un largo rato, pero para la persona que estaba en medio de ellos, solo le importaba comer su cuarta porción de panceta de cerdo y no se dio cuenta de la historia que había entre esos dos.

—¡Está delicioso! – saboreó Jennie, poniéndose de pie —Iré por más.

Caminó abriéndose paso entre la gente hasta llegar a la parrilla, donde se empezó a servir lo que se le antojara. Días como estos deberían considerarse sus favoritos, la comida gratis y deliciosa era una bendición divina.

Estaba por darle un mordisco a su carne, cuando una voz ya conocida por ella la interrumpió.

—Jennie.

—¿Qué haces aquí?

De repente, la carne ya no le parecía tan sabrosa. Y eso era malo. Muy malo para Jennie que gozaba de buen apetito.

—¿No vas a preguntar cómo estoy? – dijo Yoongi.

—¿Para qué voy a preguntarte algo que es evidente? No estas lesionado.

—Luego que te dejé en casa ese día, no me llamaste, ni escribiste.

—Uhm. ¿Para qué tendría que hacer eso? Me dijiste que podía empezar a pagarte el celular el otro mes, no veo por qué más tendría que comunicarme contigo.

Yoongi suspiró. Esta chica era imposible.

—Jennie, ¿Qué soy para ti?

—Un adinerado idiota, guapo pero egocéntrico, y un terrible conductor.

—¿Es así como me ves?

—Uhm.

—¿Y el beso que nos dimos?

—¿El beso? Ah, olvidé mencionártelo, eres un monstruo besador, ¿A todas las personas a las que les compras algo les pides que te besen? Eso sonó un poco atrevido.

Yoongi quería echarse a llorar ahí mismo. En primer lugar, ¿Por qué se había enamorado de esta chica? Obviamente no tenía modales para hablar, era vulgar hasta cierto punto, o era inocente o actuaba como estúpida adrede.

Pero era... Jennie. La primera chica que no le importó quien era su padre o cuánto dinero ganaba, era alguien que lo miraba como una persona común.

—¿Dónde es el baño?

—Por aquí, sígueme.

Jennie caminó delante suyo al interior de la casa, Yoongi podía notar las bonitas curvas de su anatomía moverse de aquí para allá. Diablos, ¿Por qué no se vestía así más a menudo? Luego descartó esa idea, sería mejor que guardara esa apariencia solo para él.

—Es aquí. – dijo Jennie.

—Uhm, ¿puedes sostener mi bebida?

—¿Ahora soy tu sirvienta? – refutó —Ok, ok, solo date prisa.

Yoongi quería pensar una excusa lo suficientemente válida para sacarla de allí y conversar a solas, pero parecía que la chica no estaba decidida a irse con él. Salió del baño sacudiendo sus manos, no esperó encontrarse con su vaso vacío entre los dedos de Jennie.

—Está rico, ¿Qué bebida es? – preguntó ella.

—Te... ¿lo tomaste todo?

—Si, por qué. Es solo un coctel de limón ¿no?

—Es... una margarita.

—¿Una qué? – hipó. —Uh, ¿y eso que es?

—Maldición, ¿Nunca has bebido un trago fuerte?

—Pero si es un coctel... me tomé la libertad de pedir uno igual al barman.

Jennie se tambaleó un poco, pero fue sostenida por Yoongi.

—Bastardo idiota, solo tomé dos – Jennie arrastró sus palabras. —Vamos, sírveme otro poco.

—No puede ser que te hayas embriagado solo con una copa.

—Si de tu boca no salieran pestes, me habrías parecido atractivo.

—Vamos, te llevaré con tu amiga.

Jennie intentó caminar sola, pero nuevamente su cabeza giró y Yoongi nuevamente la sostuvo de la cintura. Entonces, Jennie le tomó del rostro y lo abofeteó, cuando Yoongi iba a protestar, ella sella sus labios con un beso que toma por sorpresa al menor de los Min.

—¿Qué está pasando aquí?

Hasta que cierta voz masculina los interrumpió.

Hasta que cierta voz masculina los interrumpió

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Por Ti [Yoonnie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora