Jennie siempre ha tenido un apetito voraz, le encantaba disfrutar de una buena comida en compañía de su grupo de amigos. Era tan feliz cuando Bobby le invitaba a cenar, y al final el día acababa entre risas y juegos. Incluso hoy, que fue seleccionada como una de las cinco integrantes para el equipo oficial de natación, y Bobby fue el primero en proponer un almuerzo de celebración, no sentía más que... Nada.
Debería estar contenta, era uno de sus sueños, pertenecer a un equipo oficial y no solo de suplente, pero un malestar en lo profundo de su pecho, le impedía brindar y comer con gusto.
—¡Brindo porque nuestro equipo se lleve a casa la copa SSW! – dijo Bobby a lo que todos le acompañaron con el choque de vasos.
—No has comido casi nada, ¿Estás bien? – le preguntó JiSoo.
—Sí, no te preocupes, es solo que no tengo hambre.
—¿No? Vaya, eso sí es novedad.
—JiSoo, ¿Me disculpas con Bobby? no me siento bien, y no quiero arruinarle su celebración con mi estado de ánimo.
—Ok, ok, ve a casa y descansa. Te llamaré luego ¿va?
Jennie asintió y se alejó del lugar. Odiaba a Yoongi. Era su culpa que no pudiese celebrar este momento.
«¿Tanto le molesta que solo seamos amigos?»
Estaba tan ida en sus pensamientos que un coche casi la arrolla al momento de cruzar la pista.
«Lo que me faltaba»
A Jennie le recordó la primera vez que conoció a Yoongi. Se cubrió la cabeza con ambas manos, debía dejar de relacionar todo con él.
—¡Qué más quieres de mí, Yoongi! – gritó en medio de la calle.
El sonido de su celular le alerta de una llamada entrante.
—Diga.
—¿Jennie? ¿Está Yoongi contigo?
—¿Qué?
—Estoy que le llamo desde hace días y no contesta. Pensé que estaba contigo.
—¿Por qué estaría conmigo? Él decidió cortar todo tipo de relación conmigo, por su culpa ahora soy un-... - colgó.
Realmente no quería portarse grosera con Lisa, pero no era un buen momento para hablar. Además, ¿Ella que sabía dónde se encontraba Yoongi? Seguramente por ahí, en algún club exclusivo tomando un whisky.
Llego a casa y su mamá se apresuró en ir hacia ella.
—Jen, querida, mi cumpleaños es este viernes, daremos un almuerzo entre algunas de mis compañeras de trabajo, tú y Rose nos pueden acompañar.
—Ajám.
—Y también quiero que invites a Yoongi.
—¡¿Qué?!
—Si. Es un buen chico, y nos ha ayudado varias veces, ¿Puedes decirle que venga este viernes?
—¡Ahhha!
Jennie pasó por un lado de su madre, encerrándose en su habitación. ¿Por qué era ella la primera persona a la que acudían para preguntar su paradero? ¿Quién era ella para saberlo? Okay, las últimas semanas la habían pasado prácticamente juntos, pero eso no significaba que eso iba a ser siempre así, ¿cierto?
Jennie deslizó por la barra de mensajes. La última vez que hablaron fue hace cuatro días. Claro, antes que tuvieran esa "plática" en el estacionamiento, desde ahí indicaba que no se había vuelto a conectar.
Se acuesta de lado en la cama y continúa deslizando desde el comienzo de la conversación, ni siquiera sabe por qué sus lágrimas están cayendo precipitadamente sobre su almohada. Echaba de menos esos tiempos. Los recuerdos juntos, la sonrisa de Yoongi, los besos y la sensación en su estómago cada que él se los daba.
Jennie se sentía un poco arrepentida de todo, y no le gustaba porque desde cuatro días no podía comer bien, engañaba a su madre que lo hacía, sus amigos también le habían notado con capas oscuras bajo sus ojos, como si algo le impidiera conciliar el sueño.
—Yoongi... - dijo limpiándose sus lágrimas —¿Dónde estás, idiota?
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Por Ti [Yoonnie]
Fiksi PenggemarYoongi desprecia a las personas de bajos recursos, los considera unos interesados. Kim Jennie confía plenamente en las personas que ama, por lo que no soporta ser etiquetada por Yoongi, ni siquiera quiere ser su amiga. Pero... ¿Cómo sus vidas quedar...