Víctima feroz

548 84 25
                                    

Jennie lucia amordazada de pies a cabeza, esa niña tenía fuerza y se movía demasiado para gusto de sus captores, eran tres en realidad, el jefe, quien había hecho la llamada, le advirtió que debía solo hablar lo necesario, pero claro, Jennie ni con una cuchilla en el cuello podría quedarse callada.

—Eres tan ruidosa. No sé por qué Yoongi pagaría tanto por ti.

Jennie no podría hablar, aunque quisiera, así que miró hacia un lado, insultándolo en su mente.

«Por supuesto que Yoongi pagaría por mí la cantidad que quisieran, pero ustedes no se merecen nada»

Jennie escuchó disparos entonces, los hombres miraron hacia la pequeña ventana de aquel piso.

—Tu novio vino preparado – dijo el hombre. —Lástima que no podrá venir a rescatarte.

Si tan solo Jennie tuviese una cuchilla o algo filudo con lo que...

Oh.

Recordó su anillo de compromiso, tenía una piedra que estaba pulida, pero si lo rompía de un Angulo, quedaría una punta filosa, y sabía que esas piedras eran auténticas por lo que seguían siendo piedras que cortaban, silenciosamente lo empujó contra la oxidada silla, uno, dos, tres golpes y su fina piedra se rajó, empezó a cortar la cuerda como un cuchillo, cuando sus muñecas estuvieron libres, aun las mantuvo hacia atrás.

Jennie se deshizo sutilmente de sus zapatillas, los otros estaban ocupados mirando hacia fuera, para cuando uno volteó, Jennie saltó hacia él hincándole uno de los ojos con la piedra, haciéndole sangrar, cuando otro intentó sacar su arma y disparar, Jennie volteó el cuerpo del que sujetaba y terminó matando a su propio compañero.

Un disparo rompió la ventana, Jennie se agachó y tomó uno de laterales de la silla para cubrirse, mientras el segundo hombre seguía disparando.

—¡Jennie! ¡Jennie!

Ella ni siquiera podría alegrarse de escuchar la voz de su cuñado, porque estaba siendo retenida por uno de los hombres restantes.

—Ya causaste muchos problemas, niña. ¿Por qué no te mato aquí y ahora?

Jennie quería responder: "Atrévete a matarme y mi espíritu se encargará de atormentarte el resto de tu vida"

Con sus técnicas de taekwondo inmovilizó al hombre con sus piernas y se encargó de noquearlo con su anillo nuevamente, la piel de su mano quedaría bastante magullada por los cortes de los vidrios, pero no podía rendirse justo ahora.

—¿Te crees muy lista, no? – preguntó el último hombre apuntándole con el arma —Con razón tu propia suegra quiere deshacerse de ti.

Jennie abrió sus ojos de la impresión, él aprovechó esto para dispararle, aunque no pudo darle a un parte mortal de su cuerpo porque fue retenido por un par de agentes.

NamJoon encontró a Jennie entonces.

—Oh, cielos, gracias por estar viva. – le quitó la mordaza.

—Yoongi, ¿Dónde está Yoongi? – dijo mientras se sostenía el vientre ensangrentado.

—Estará bien, te lo aseguro.

—¿Qué?

—Le dispararon.

—¿Ah? ¡Pero si la secuestrada fui yo y no me estoy muriendo! ¡Vamos, vamos, llévame con él!

—Realmente te admiro – dijo NamJoon mientras la ayudaba a ponerse de pie. —Ya sé quién protegerá a quien si hay este tipo de situaciones.

A Jennie no le importaba si moría desangrada, ahora mismo sus heridas eran importantes para suturarlas, pero no quiso que los paramédicos la atendiera si no veía a Yoongi antes.

Ya en la clínica, Jennie se arrastró con el suero aun conectado a su vena, hacia la habitación de Yoongi. La enfermera se había rendido con ella, aunque también tenía miedo de que rompiera algo si no la dejaban salir.

—Yoongi, despierta... por favor.

—Oh, estás aquí. – era Namjoon —¿Ya despertó?

—No. Es tan flojo incluso cuando tengo que decirle que rompí su anillo de compromiso para atacar el ojo del secuestrador.

—Debo admitir que tienes instintos asesinos, Kim Jennie. Das miedo.

—No tenía miedo de morir, sino de dejar solo a Yoongi.

Namjoon le sonrió.

—Yoongi tiene suerte de tenerte.

—Hemos pasado por tanto juntos. Y ni su madre podrá separarnos.

—¿Mi madre?

—Si. Antes de ser capturado... el tipo me dijo que mi propia suegra quiere deshacerse de mi. No quiero ser malhablada, Nam, pero creo que tu madre...

Ambos guardaron silencio. Yoongi abrió los ojos lentamente.

—Mamá qué, Jennie.

—Mamá qué, Jennie

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Por Ti [Yoonnie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora