Por Ti [Yoonnie]

No me arreglo por ti

Jennie se pasaba el peine por su largo cabello, decidió llevarlo suelto esta vez, aplicó un poco de crema hidratante en su rostro, también aplicó un labial neutro, tampoco quería arreglarse como si fuese a ir a una cita. Utilizó una camiseta corta y encima un vestido color coral de a cuadros, cruzó su carterita por la cintura y luego bajó las escaleras.

—Oh, ¿A dónde vas vestida así, señorita? – preguntó su madre.

—A encontrarme con JiSoo, Má.

—Uhm, haré como que te creo, solo regresa temprano, cariño.

Jennie se terminó de colocar sus zapatos y volteó a ver a su madre.

—Má...

—¿Si?

—¿Me veo bonita?

Su madre se acercó a ella con una sonrisa y apretó una de sus mejillas.

—Para mí sigues siendo bonita, así te vistas como pordiosera a veces.

—¡Aish! Olvídalo. ¡Me voy!

Jennie caminó dos cuadras, lo suficientemente lejos de casa como para que nadie la viera. Un auto negro la esperaba.

—¿Se puede saber por qué no me dejaste esperarte frente a tu casa? – preguntó Yoongi.

—¿Estás loco? Mi madre podría suponer cosas, y no es como que me enorgullezca que me vean contigo. – dijo Jennie subiéndose al auto.

Yoongi condujo en silencio, hasta que reparó en su atuendo.

—Te ves hermosa.

—¿Le dices eso a todas las chicas que suben a tu auto?

—Ninguna chica ha subido a mi auto.

—Ajám.

—¿Te arreglaste para mí?

—Ja. No seas ridículo.

—Entonces, ¿Por qué no viniste con tu cola alta y tus casacas dos tallas más grandes?

—Voy a la mansión Min, tampoco quiero que tu familia piense que recogiste un animal de la calle.

Yoongi frunció el ceño. No le gustaba que Jennie se expresara así.

—Quiero que sepas que no creo que a mi familia le importe con quien estoy o a quien llevo a casa.

—Uhm, como sea.

Yoongi ingresó a la mansión en su moderno auto negro, bajó y entregó las llaves de su coche al encargado. Cuando Jennie bajó, miró asombrada la moderna construcción, parecía un palacio.

—Entremos.

Apenas cruzaron la sala, un pequeño de alrededor cinco años, fue corriendo abrazar a Yoongi.

—¡Tio Yoongi!

Jennie observó al frio Yoongi abrazar al niño con cariño. Luego recordó algo.

—Tú, eres el hijo del tipo ese ¿no?

El niño miró molesto a Jennie.

—Me llamo Beomgyu, no el hijo del tipo ese.

—Ahh, pero si tu padre es un ser despiadado, le hizo mucho daño a Yoongi.

—¿Qué? Papá no es así... - dijo el nene a punto de llorar.

—Oh, ¿vas a llorar? ¡Te verás más feo!

Jennie rió a carcajadas, pero Yoongi solo negaba con la cabeza.

—¿Se puede saber qué haces?

—Yo... es el hijo de tu hermano, el que...

—Sí, pero él no tiene la culpa, es solo un niño.

Entonces, se dio cuenta de su error.

—Lo siento, pequeño ¿Si? ¿Podemos ser amigos?

Jennie le extendió su dedo meñique, entonces el niño miró a Yoongi y éste asintió. Jennie entrelazó su meñique con el otro.

—Uh, ¿Quién es ella tío Yoongi?

—Es una amiga de tío, venimos a ver una película.

—¿Puedo ir con ustedes?

—Claro. – volvió su mirada a Jennie —¿Vamos?

—¡Claro!

Jennie avanzó entusiasmada por las escaleras, pero luego se quedó quieta en su lugar.

—¡Oye, Yoongi, guíame por donde es tu cine! Esta casa es tan grande que no la conozco toda. ¡Vamos, apúrate!

—¡Es por aquí, tontita! – ese fue Beomgyu, Jennie le mostró la lengua y siguió al niño.

Yoongi solo los observaba con las manos en los bolsillos, parecían dos niños peleando. Entonces soltó a reírse. Todos los empleados de la mansión voltearon para ver al menor de los Min reír, hacía años que no escuchaban su risa. ¿Sería que por fin su joven amo encontró algo de felicidad?