Yoongi la arrastró lo suficientemente lejos de JaeBum, luego se volvió hacia ella diciendo.
—¿Y bien?
—Y bien qué. – refutó.
—¿Te gusta JaeBum?
Jennie le miró ofendida.
—¿Qué?
—Está bien. Olvídalo. Pero no creas que olvidaré sobre el asunto de la chaqueta.
—Y sigues con eso. Si quieres, se la devuelvo al dueño.
—¿No que no lo conoces?
—Uhm, ¿No íbamos por un trago?
Jennie tuvo que cambiar el rumbo de la conversación, en realidad no quería discutir con Yoongi el día de su cumpleaños.
Por fin se sentaron al lado de la barra, fueron atendidos en instantes.
—Estoy esperando mi regalo – dijo Yoongi.
—Ah, eso. Lo tiene Lisa, pero luego te lo daré, cuando todo acabe.
—Bien.
—Por cierto, me encantó los bocaditos, son deliciosos. Normalmente pensaba que los bocaditos de los ricos no tenían buen sabor, pero estos parecen que lo hubieran hecho con tanto cariño.
—Uhm. NamJoon me lo recomendó.
—Qué cosa. ¿Los bocaditos?
—Ajám. Yo también los he probado y es como si, volviera a sentirme en casa. No parecen fabricados por cantidad, sino calidad.
Yoongi masticaba una galleta rellena con crema de limón, Jennie asintió mientras veía a su novio. De repente, recordó algo, "¿Tú crees que lo vuelva a encontrar luego de tanto tiempo?", era la pregunta que le había hecho NamJoon días atrás. Y luego juntó esto con lo que dijo Yoongi, "NamJoon me lo recomendó".
—Ah, Yoongi, ¿Sabes quién está a cargo de esto? Me gustaría hablar personalmente con el chef para felicitarlo.
Yoongi se limpió con la servilleta y la llevó hacia la parte trasera de su casa.
Había un jardín redecorado cubierto por unas telas especiales para que el sol o el viento no dañara los alimentos, desde allí, los mozos atendían y llevaban las fuentes hasta la mesa principal. Jennie buscaba a un chico, quizás más de treinta años.
—Jen, él es el chef.
—Mucho gusto, señorita. Soy Kim Seokjin, para servirle.
Pero, en cuanto el mismo chef se dio la vuelta y posó sus ojos en Yoongi, su mirada pareció congelarse, Jennie prestó atención a esto.
—Mucho gusto, soy Kim Jennie, la novia del cumpleañero, Min Yoongi.
En cuanto el nombre de su novio fue dicho, los ojos de Seokjin parecieron ser llenados de un inmenso cariño. Jennie confirmó sus sospechas entonces. Pero, a pesar de que esperaba alguna reacción por parte del apuesto chef, lo único que pudo hacer, es extender su mano en señal de saludo y que Yoongi respondió por educación.
—Déjeme decirle que sus bocaditos están exquisitos. Me recuerdan a mi infancia.
—¿En serio? Es satisfactorio escuchar eso, Yoongi-sshi. Disculpe mi atrevimiento, pero, ¿Cuántos años tiene?
—Diecinueve.
Seokjin frunció sus labios levemente y asintió, para luego irse a continuar su trabajo.
—¿Por qué siento que lo he visto en algún lado? – preguntó Yoongi a Jennie antes de llevársela de vuelta al salón.
—Tal vez, sea alguien de tu pasado, pero no lo recuerdas.
Pero claro que Jennie no se quedaría tranquila, estaba a tan solo unos pasos de confirmar si su suposición era cierta.
—Ahm, iré con NamJoon, necesito preguntarle algo, ya regreso.
Yoongi la dejó ir porque estaba demasiado ocupado pensando en otras cosas. Jennie buscó en todo el primer piso al hermano de Yoongi, y, al no encontrarlo, subió al segundo, donde lo encontró en un balcón.
—¿NamJoon? ¿Sabes que el chef que Yoongi contrató se llama Kim Seokjin?
NamJoon, con una copa en la mano, miraba hacia abajo, a lo lejos, la carpa que anteriormente había estado, se preguntó entonces si ya lo sabía.
—Él es...
—Sí. – confirmó. —Él es.
Y por la forma del suspiro que dio, Jennie supo que Nam había planeado todo esto para verlo.
—Finalmente decidiste hablar con él.
—No es tan fácil. Temo llevarme una gran decepción.
—Yo... no sé lo que haya pasado entre ustedes, pero si no dejan el pasado atrás, no podrán continuar su vida con tranquilidad.
—Eres inteligente a tus dieciocho años, eh. – dijo con una sonrisa.
—Espérame aquí, ¿Si? Necesito hacer algo.
Y, como si fuese la dueña de la casa, Jennie bajó de nuevo, esta vez Seokjin la recibió con una amplia sonrisa. Jennie le dijo que una persona quería felicitarlo personalmente, así que con ese pretexto, Seokjin la siguió. Lo condujo hasta el mismo balcón en el que anteriormente estuvo.
—¿Y quién es la persona que...?
La pregunta quedó en el aire en cuanto Seokjin vio a NamJoon.
—Creo que ustedes, tienen mucho de qué hablar.
Luego de esto, Jennie cerró la puerta del balcón, dándoles la privacidad necesaria, dándole un último vistazo, pudo ver que NamJoon sonreía naturalmente por primera vez.
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Por Ti [Yoonnie]
FanfictionYoongi desprecia a las personas de bajos recursos, los considera unos interesados. Kim Jennie confía plenamente en las personas que ama, por lo que no soporta ser etiquetada por Yoongi, ni siquiera quiere ser su amiga. Pero... ¿Cómo sus vidas quedar...