Por Ti [Yoonnie]

Dímelo

—¿Cómo supiste que fui a un bar hoy? – preguntó Yoongi.

—Con la nueva app que me recomendó... Lisa. Si.

—Uhm. Es la misma que yo uso contigo.

—¡Ajá! Me estás controlando ¿no es así?

—Solo tengo miedo que mi hermano trate de contactarte de algún modo.

—Oh...

—¿Jennie?

La mencionada de encogió de hombros.

—No tienes que preocuparte. Tu hermano parece inofensivo.

—¿Estás cayendo como las demás personas?

—Oh, vamos, no quiero tener una discusión contigo ahora.

—Jennie – Yoongi estacionó el coche a un lado de la carretera —No te voy a preguntar que hacías en el café "You&Me" el jueves por la mañana porque quiero escucharte a ti primero.

Jennie se removió incómoda en el asiento.

—¿Lo sabes por tu aplicación o porque alguien te lo dijo?

—¿Importa eso ahora? – Jennie le miró mal —Okay, si tanto quieres saberlo, te diré, es por la aplicación.

—Okay, oye Yoongi tengo hambre.

—Jennie... No me hagas perder la paciencia, amor.

Jennie abrió un snack que sacó de su mochila.

—Bien, si mi novio no me alimenta lo haré yo sola.

—Jennie, contaré hasta tres para que me digas que hiciste ese día. Uno...

/Crujido/

—Dos... Tres.

—¿Quieres papitas?

Yoongi la miró herido, así que retomó el camino en silencio, Jennie no sabía cómo confortarlo, quería decírselo, pero a la vez no.

—Yoongi – lo llamó. —¿En serio nos vamos a pelear por eso?

Jennie le miró a los ojos y notó que estaban rojos. Puso su mano sobre la suya y entonces una lagrima rodó por la mejilla de él.

—Yoongi, que pasa.

—¿Y encima tienes la descaro de preguntármelo? ¡No! Qué te pasa a ti, Jennie. ¿Necesito recordarte todo lo que hizo mi hermano para ser el hombre perfecto?

—...

—Te di la oportunidad de decírmelo, de escucharte, pero no lo hiciste, y fingiste no saber nada. ¿Tú también le crees a él ahora? ¿eh? ¡Habla!

—¡Min Yoongi!

—NamJoon siempre obtiene lo quiere.

—¿Eso es lo que piensas de mí? ¿Qué le creí? ¿Y qué más? ¿Qué me acosté con él?

Yoongi levantó su mano hacia Jennie en señal de advertencia, pero Jennie no se movió, se mantuvo quieta, aun cuando sus pequeños ojos estaban tornándose acuosos.

—¿Ibas a pegarme?

—...

—¿Ibas a hacerlo? ¡Bien! si eso te hace sentir mejor ¡Adelante! ¡Golpéame, hazme lo que tú quieras!

Yoongi la abrazó fuertemente y dejó caer sus lágrimas.

—No puedo hacerlo. A ti no.

—Debes creer en mi, también. Si yo digo que no pasó nada, no pasó. Sí, me encontré con NamJoon, me intentó disfrazar la verdad, pero yo estoy aquí contigo ahora, ¿eso qué significa? Que decidí creer en ti a pesar de todo – acunó su mejilla —Porque te amo, tonto desconfiado.

Yoongi sonrió entonces, juntó sus frentes y pudo respirar más tranquilo. 

Pero, de todas formas, debía hablar unas cuantas cosas con su hermano.