Annette es una joven que ha sufrido mucho, no solo había perdido a sus padres y su hermana pequeña en un accidente de coche sino que además debía empezar de nuevo en un lugar desconocido para ella. Forks.
Tendría que irse a vivir con su tía Charlot...
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Después de que Jacob informase a Sam, la idea de ir a ver a Evelyn pasaba por su mente.
Ahora ella era su mundo y sentía que tenía que estar a su alrededor de alguna manera. Él podría ser todo lo que ella quisiera. Un amigo, un hermano... un amante... Tan solo quería estar a su alrededor.
Ella conocía la existencia de los lobos, aquello ahorraba mucho, pero... ¿debía explicarle sobre la imprimación? ¿Ella ya lo sabría? ¿Cómo reaccionaría si le decía que él se imprimió de ella?
Jacob era como una bolsa llena de emociones que se entremezclaban, impidiendo sentir algo concreto con claridad. Solo había una cosa clara, él quería verla.
Jacob llamó a la puerta, entre sus manos tenía el móvil nuevo que le había comprado con sus ahorros hace tiempo y nunca encontraba momento para dárselo. Pensó que aquel era un buen momento y una excusa para verla.
La puerta se abrió y Evelyn estaba ahí, mirándolo con cierta confusión.
-Hola Jake
-Yo quería disculparme ... -dijo Jacob ofreciendo el móvil.
Los ojos de Evelyn se iluminaron mientras sonreía.
-Jake... no tenías por qué...
-Claro que sí, lo que hice no estuvo bien. -dijo rascando su cabeza.
Ella agarró la caja del móvil aún con una sonrisa.
-¿Quieres pasar? Estamos comiendo pizza recalentada. -ofreció ella abriendo la puerta.
-¿Estamos? -dijo él con el ceño fruncido. ¿Quién más estaba allí?
-Embry y yo, íbamos... -dijo Evelyn, pero no llegó a terminar, debido al leve empujón que sintió al pasar Jacob.
Embry se quedó congelado en sitio al verle, llevaba dos platos con porciones de pizza vegana. Jacob lo miraba con ganas de matarlo allí mismo sino fuera por Evelyn.
-Esto no es lo que parece -dijo Embry rápidamente mientras dejaba los platos en la mesa.
-¿Y qué parece? -gruñó por lo bajo Jacob
-Ella quería que la trajera a casa y me pidió quedarme.
-No, Embry no tienes que dar explicaciones -dijo Evelyn mirando a ambos chicos confusa.
-Creía que no querías verlo... -dijo Jacob mirándola dolido.
- Yo nunca dije eso.
-Él te dejó...
-Yo creo que mejor me voy -dijo Embry totalmente incomodo.
-No es necesario... -dijo ella rápidamente, luego miró a Jacob molesta- ¿a ti qué te pasa?
Embry no hizo caso a Evelyn y se fue de aquella casa. Lo último que quería era causar problemas.
-Se supone que te ha roto el corazón, pero ya veo que lo perdonas con facilidad.
-¿Y a ti que te importa lo que haga con mi vida? Nunca te ha importado, así que lo que haga no te incumbe. -dijo golpeando su dedo en el pecho de Jacob.
Ambos se miraban ella enfadada y él molesto, pero... ¿tanto le molestaba aquello? Realmente sabía que Embry no haría nada con ella, pero todo era muy confuso para él en ese momento. Se sorprendió de ver la facilidad con la que Embry podía estar alrededor de la joven mientras que él deseaba estar a su lado y no sabía cómo.
-Si me incumbe -dijo él más calmado- tu me importas.
Ella jamás creyó escuchar a Jacob decir aquello y menos para ella. Él estaba enamorado de Bella, ¿qué esperaba diciendo aquello? Suspiró.
-Agradezco de corazón el regalo -dijo ella sin mirarlo- pero hora quiero estar sola, por favor.
Él no sabía si eran sus palabras o el hecho de no ver sus hermosos ojos, lo que más le dolía. El respiro profundamente antes de salir de la casa.
(...)
Al día siguiente Jacob fue a casa de Bella, debía comprobar que no había muerto. Además tenía algunas preguntas para ella, debía saber si Alice Cullen se quedaría mucho tiempo.
Bella y Jacob se conocían desde niños, y aunque ambos habían cambiado con el paso del tiempo, había un amor entre ambos que solo el tiempo podría decir cómo acabaría...
Ahí estaba él, hablando con Bella en la cocina inclinándose hacía ella con la intención de besarla. Una parte de él la amaba, y siempre lo haría. Quizá un beso podría poner sus ideas claras.
El teléfono sonó interrumpiendo el momento cuando sus labios casi se rozaban.
-Casa de los Swan. -dijo él contestando con molestia.
-¿Puedo hablar con Charlie? soy Edward.
Jacob se quedó helado. ¿El mismo Edward que había roto el corazón de Bella? ¿Se atrevía a llamar ahora, a romper el único momento de felicidad que Bella podía tener?
-No está en casa. -dijo cortante.
-¿Puedo saber donde se encuentra?
-Está en un funeral. -dicho aquello colgó. - Asqueroso chupasangre.
Aquello fue el principio de una carrera contra reloj.
Alice tuvo una visión de Edward, él iba a ver a los Vulturis para acabar con su existencia. Todo debido a una serie de malentendidos. En los que Rosalie pensaba que Bella estaba muerta por la visión de Alice y la respuesta de Jacob a Edward, solo lo empeoró.
Bella se enfado con Jacob y se fue con Alice a Volterra, debían parar a Edward antes de que fuera demasiado tarde.
Jacob se quedó ahí observando el coche alejarse y maldiciendo internamente a Edward. Siempre sería el primero, aun cuando no estaba.
