Annette es una joven que ha sufrido mucho, no solo había perdido a sus padres y su hermana pequeña en un accidente de coche sino que además debía empezar de nuevo en un lugar desconocido para ella. Forks.
Tendría que irse a vivir con su tía Charlot...
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-Annette, ¿de verdad tienes que irte? Podría secuestrarte y nadie lo sabría.
Annette miró a su mejor Maggie con tristeza, deseaba con todas sus fuerzas poder quedarse con ella, pero se veía obligada a dejar Jacksonville, después de todo lo que había ocurrido. Quedarse ahí era tener demasiados recuerdos, demasiadas cargas que aún no podía asumir. Dejar atrás a su mejor amiga, aquella con la que había crecido desde los 5 años cuando le manchó el pelo de plastilina, era muy duro. ¿Quien iba a decir que de aquella situación surgiría una amistad que duraría 12 años? Pero al parecer, no todo dura eternamente, había tomado una decisión firme y la llevaría a cabo, aunque le doliera su corazón.
-Yo me dejaría secuestrar -dijo Anne sonriendo, siguiéndole el juego, en el fondo deseaba que su amiga la raptase. Eso le solucionaba muchos problemas, podría empezar de cero, una nueva vida lejos de todos los problemas familiares.
En realidad, nadie hubiera apostado por aquella extraña amistad. Era tan distintas que todo indicaba que serían dos completas desconocidas. Maggie era una chica alta, esbelta, de cabello rubio platino y ojos claros. Podría ser modelo o deportista nacional, al menos eso pensaba Anne de su amiga, si no fuera por su carácter. Maggie podía ser borde, maleducada, decía lo que pensaba sin importarle las consecuencias, era cabezota,... y un sin fin de cualidades más. Pero, también era divertida y cariñosa al menos con las personas de confianza. Juntas hacían un duo perfecto, Anne sentía que no necesitaba más amigos si ella estaba a su lado. Era como una hermana más, una de su edad, con la compartía gustos, experiencias,...
Annette, por otra parte, era un poco más bajita que su amiga, sus ojos era de un tono avellanado entre el verde y el marrón, su cabello era rojizo. Su piel era blanca y delicada, pese al sol intenso de Jacksonville, era más probable que le salieran pecas o manchas en la piel antes que adquirir un bronceado veraniego como su amiga. Por que si algo tenía de sobra Annette, eran pecas, tenía por todo el rostro y por el cuerpo. Era algo que a ella no le gustaba, pero que había aprendido a vivir con ello. Ella deseaba tener un bronceado como su amiga en verano, pero no, ella se ponía roja como una gamba.
-Quédate Anne, -dijo Maggie mientras ponía ojitos de cachorro- mi madre puede adoptarte. No tendrá problema con ello. No se que se te ha perdido en aquel pueblo como para irte y encima en verano. Teníamos tantos planes...
Tenía razón. Habían planeado un viaje a la playa juntas, excursiones a la montaña, visitas a la ciudad... En vez de cumplir con su palabra, se iba a un pueblo que era todo lo contrario a lo que conocía. Un pueblo húmedo, frio, pequeño... Pero no tenía más remedio, allí vivía su tía y dado que ya no tenía familia en Florida, no había otra opción que ir.
Sus padres habían fallecido... Un trágico accidente de coche tan solo 6 meses atrás,... su madre, su padre y su hermana pequeña había fallecido en el acto. En parte aquello era un consuelo, saber que no habían sufrido era algo que de alguna manera consolaba a Anne, pero aún así el dolor era horrible. Por las noches tenía pesadillas horribles sobre aquel accidente, se repetía la escena, una y otra vez como si ella estuviera ahí, pero sin poder hacer nada para evitar el accidente. Muchas noches había despertado con lágrimas en los ojos y esa sensación en su pecho de impotencia, de no ser suficiente.
