Viviendo con mi Sensei. 【SHOTA AIZAWA × OC】「PARTE I.」

◁Olvidar es difícil▷

Como en el capítulo anterior recomiendo escuchar el capítulo con la música que dejé en el encabezado.
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Después de la ruptura de Akane y Dabi, está se veía nuevamente desamparada. Quienes la veían atraves de esa pantalla podían sentir ese agobio, pero nunca de igual manera de lo que Akane había sentido, por que ninguno de ellos había amado a alguien como Akane era capaz de hacerlo, ninguno había enfrentado todas los problemas que ella había tenido que afrontar y sin embargo, la mayoría, se atrevía a mirarla mal, a juzgar sus actitudes, su falta de fuerza contra Dabi.

Ese día, la pelinegra sin saber dónde ir llamó a la puerta de Yuri, con las lágrimas bordeando sus ojos , Yuri la miró de arribah abajo atonito y fue su hermano detrás de él quien hizo algo. La invitó a pasar dentro y allí, Akane, sentada en un cama se vino a abajo.

— He cortado con Dabi... —sollozaba. Entonces comenzó a sentirse culpable.— ¿Cómo soy tan idiota? Con todo lo que ha hecho por mi...

Yuri la cogió de los hombros.— Akane, cuéntanos qué te ha pasado... ¿Habéis discutido? ¿¡No te abra puesto los cuernos!?

— No, no es eso... Nos hemos enfadado, y emos empezado a decir muchas cosas... A mí nunca me había pasado esto... No sabía que hacer y me he ido corriendo... He llenado la mochila con todo lo que he podido mientras Dabi seguía gritando.

Las sobras se borraron cuando Yuri le dio un abrazo. La Akane del presente miraba a ambos lados como si hubiera recordado de que lo que estaba viendo era algo producido por su Don. Comenzó a correr de un lado a otro, pero no llegaba a ningún borde. Yuri le pedía que saliera más, que tratará de olvidarlo y que se divirtieran, pero para Akane era totalmente imposible

— Akane, se que es difícil olvidar. Pero si ha pasado es por algo. Sal de una vez. Vamos a divertirnos.

Akane por fin había aceptado y volvía a salir, de fiesta más que todo, una mañana de resaca había ido a una cafetería y allí entre la negrura de todos una pequeña sombrecita daba vueltas sobre ella. El día que había adoptado a Lucky. Sujeto al gatito de sombras entre sus brazos intentando brindarse más calor.

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— 09 recuerda solo hasta lo que ha visto. Pero ahora solo a desechado los malos recuerdos de 66.
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El siguiente año Akane había dejado de animar, se había apuntado al voleibol y todo aún que fuera negro y lúgubre parecía latir e iluminarse con alegría. Eran la cosas que la tenían viva y las que había vuelto a dejar al volver con Dabi.

La había estado siguiendo por varios días y recordaba Bien sus frases, sus ruegos de perdón.

— Akane, este tiempo sin ti a sido insufrible, ¿Puedes perdonarme? Vamos...

Se mantuvo tiempo sin decir palabra hacia el hasta que con un abrazo lo había vuelto a aceptar, volvía a sonreir como antes solía hacerlo. Incluso Yuri se lo decía.

— Vuelves a tener esa sonrisa todo el día en le rostro y eso es bueno.

Al lado de Dabi sentía que el mundo que tanto la aterraba cobrará algo de vida, que tenía sentido levantarse por la mañanas. Por que sabía que él iba está allí junto a ella. Sin embargo Dabi comenzó a faltar. Las mañanas se despertaba sola.

Sus compañeros se estaban por morder las uñas por el suspense que les invadía. ¿Que había sucedido la vez que habían vuelto? Ellos no conocían tanto la historia, no hasta ese punto.

Akane pillo a Dabi en la entrada, apretando sus puños con fuerza logró soltarlo.

— ¿Lo has vuelto ha hacer, Dabi?