◁Retar▷

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26 Cap
...

La suela de los zapatos de las chicas chirriaba en contacto con el pulido suelo del polideportivo, las pelotas iban de un lado a otro de la cancha con fuertes pases. Los rayos del sol iluminaba las grandes canchas, dos en total en el edificio una a la par de la otra pero lo suficientemente lejos para que ninguna se desviará en los entrenamientos.

En los últimos días se habían esforzado para poder ir al torneo de Voleibol.

Tenían que decidir que posición cogería cada uno y Akane quería ser la libero del equipo, al fin y al cabo le encantaba salvar la pelota, pero las cosas parecieron ponerse en su contra.

Anduvo con prisa y con el ceño fruncido. Se colocó los cascos alrededor del cuello pero ni siquiera se los colocó surcando su cabeza para escuchar la música. A cada paso parecía que temblaba el suelo hasta llegar al departamento, abrió la puerta y se quitó los zapatos murmurando cosas en bajo intangibles.

- ¿Estas bien?

- ¿Shota? Pensé que tenías patrulla hoy.

- Sucedieron algunos inconvenientes... ¿A ti que te a pasado?

- ¿A mi ? Nada. El entrenamiento a sido muy duro, quiero irme a la cama.

Akane se dispuso a abrir la puerta de su habitación. Shota la agarró de los hombros dándole la vuelta, le estujó los cachetes.- A ti te pasa algo, no me engañas. Siempre vienes con una sonrisa.

Akane suspiró.- Reikido se a torcido el tobillo.

- ¿No es la que te caía mal?

- ¡Si! ¡Pero sin ella las posiciones se han desiquilibrado! Quería ser la Libero, voy a tener que suplantar a Reikido y Lina va a ser libero, no es mala, es más es buenísima pero yo tendré que anotar los puntos... No se si voy a poder, he entrenado para levantar la pelota no para anotar los puntos. Se suponía que Reikido sería receptora o si fuésemos a cambiar en último momento bloqueadora, son sus puntos fuertes.

- Ey, ey, ey, tranquila.-La hizo siéntate en el sofá, el pequeño felino se subió a sus piernas.- La vez que te ví jugar lo hacías de maravilla, no tienes que preocuparte tanto.

- Supongo que tienes razón.

- Claro que la tengo.

Akane le besó en la mejilla y se metió en el baño tras acariciar al gato. Los días siguientes estubo haciendo malabares entre los exámenes, el entrenamiento de la academia y el voleibol. Aizawa la había pillado varias noches con el portatil encendido y reproduciendo una y otra vez fragementos de partidos, anotaba observaciones en un cuaderno lleno de garabatos. Akane se estaba esforzando con ganas y así pudo recompensar la falta de Reikido.

Reiko las seguía visitando con ayuda de una muleta y su pie completamente vendado. La chica se acercó a Akane en el último entrenameinto antes del partido.- Oye zorra, -Akane se giró intentando no echarsele encima.- Suerte.

Akane abrió los ojos y se relajó.- Gracias... -Se mordió el labio inferior y soltando un suspiro se atrevió a preguntarle algo que le rondaba la cabeza por mucho tiempo.- Oye, ¿Cuando... cuando saltas logras ver la cancha?

- Claro que si, mido mucho más que cualquier chica de nuestra edad. ¿No que siempre me llamas jirafa?

- Si, lo se pero... es diferente jugar contra nosotras, somos del miso equipo y básicamente nos conocemos. -Reikido asintió levantando una ceja.- En el partido va a haber gente mucho más alta y...

- Tienes miedo. -Akane se sonrojó.- No siempre miro al otro lado de la cancha. Pero mis lanzamientos son fuertes aun que no lo parezcan, por lo que pasan los bloqueos de los otros equipos.

Viviendo con mi Sensei. 【SHOTA AIZAWA × OC】「PARTE I.」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora