Viviendo con mi Sensei. 【SHOTA AIZAWA × OC】「PARTE I.」

◁La tumba de mamá y papá▷

...

Aizawa le colocó la mano en la frente, estaba algo caliente, se le veía incluso el rojo de las mejillas, sin embargo Akane se abrazaba así misma mientras temblaba y seguía tosiendo. Izuku la miraba con los labios temblorosos, era le mejor amiga que tenía y no sabía apenas algo más que su nombre.

Se abalanzó sobre ella sin importar que su profesor estuviera a su lado. La abrazo con fuerza.- Lo siento mucho... -Akane lo primero que hizo fue oler los rizos verdes que cosquilleaban su nariz. Dejó caer la cabeza encima de la mullida cabellera del chico. Deslizó sus brazos por la espalda de Izuku mientras le correspondía el abrazó al pequeño que lloraba. ¿Cuando habia llorado alguien por ella?

- Izuku... Me daba vergüenza decirtelo... -murmuró.

La doctora recogió su portafolios y el bolígrafo que había dejado caer. Carraspeó un poco y miró hacia un lado, no podía mirar a los ojos a Akane, eso le recordaría que gracias a ella sus ojos naturalmente carmín se habían vuelto violeta- No te olvides de tomar todas las pastillas... Cuando te sientas con más fuerzas intenta rastrear a esa chica y por último... -La mujer tomó aire y se inclinó en una reverencia.- Perdón por los problemas que causamos a tu familia, te diré la ubicación de la tumba de tus dos padres. -Akane abrió la boca.

- Pensé que estaban en alguna fosa común.

La mujer negó.- número... no, tu padre pidió que les hicieran ese favor y como era quien más tiempo había pasado en el laboratorio aceptaron, tus padres como tu nacieron allí, por eso quizás tenían menos trato con vosotros... -La mujer dio un gran suspiro.- Supongo que esa no es excusa para no tratarlos como humanos. -Subió los hombros y luego escribió una dirección en un papel que arrancó.

Sin nada más que decir se dispuso ha darse la vuelta e irse del edificio.- Espera... lo haré ahora, así terminaremos con todo más rápido.

- Akane...no te sobreesfuerces... -Izuku le tocó el hombro con preocupación. Akane negó demostrando una fina sonrisa.

- No, no hay de que preocuparse. No lo utilizo mucho pero creo que lograré encontrarla. No la tratéis como algo malo, estará asustada.

La mujer asintió y Akane con las manos en el suelo y pequeñas descargas moradas bajando por sus brazos abarcó casi la mitad de la ciudad. Dio un respringo al dar con ella.- Está escondida en un callejón de la avenida... shigushi. Está quemando leña.

- Gracias. -Con paso firme salió de allí.

Izuku ayudó a pararse a su amiga, al principio le costó ya que sus rodillas le tambaleaban pero con un poco de ayuda de Izuku y Aizawa logró llegar a su dormitorio.

Izuku se apresuró a agarrar un trapo y un balde con agua fría por órdenes de su profesor. Shota acariciaba sus mejillas con el corazón encogido.

Como ella había dicho a Uraraka, apenas conocía la punta del iceberg, pero eso también se refería a los demás, incluso a el mismo. Quería preguntarle más cosas sobre su pasado. Pero lo primero era bajar esa calentura.

Izuku dejó el paño húmedo en las manos de Shota, el pelinegro quitó el pelo de la frente de Akane y dejó allí el trapo frío. Lo estuvo cambiando a ratos. Akane volvía a estar despierta y acariciaba todavía tumbada en la cama el muslo de Lucky. El gatito se lamía las patitas con esfuerzo. Quería estar presentable para cuando su madre se levantara.

- ¿Cómo te encuentras?

- Bien, me daba tumbos la cabeza, pero estoy mejor. -Akane se serccionó de que ya no hubiera nadie más en la habitación aparte del gatito.- Shota, ¿Crees que podré seguir usando mi Don?