•Secreto Criminal• //Jacob Barber//

//Trato ilegal//

A la siguiente mañana, mi madre subió a mi cuarto, me sacudió el brazo para despertarme.

- ¿Que... que pasa?- bostezo.

- Posees el gen asesino, Elena. -venía con su teléfono.

- ¿Qué? ¿De verdad?

- Si. Y yo también.

- Genial. Am, no tienes de que preocuparte.

- Lo sé, gracias a dios eres inteligente y no. Solo quería avisarte, no le diremos a tu padre o hermana ¿bien?

- Bien- me levanto, ella salió. Me comencé a alistar para la escuela.
Fui caminando , cuando iba por el parque vi todo ese altar que las personas habían hecho para Rifkin. Dios se siente un escalofrío al mirar todo eso, como si su alma acosadora hubiera quedado ahí.
Cuando llegué a la escuela, me dirigí a la oficina del director. Lila ya estaba afuera también.

- ¿Nervios Elenita?

- No- claro que sí, digo este plan también me puede perjudicar a mí- Yo no hice nada, no debo temer.

- Todos debieron haber creído que fuiste tú, pero no, porque ahora Jacob está metido en este lío.

- Lamento que tus planes hayan salido tan mal. Parece enserio como si ese fuera tu plan.

- Buen día señoritas- Aparecen dos oficiales con una mujer y un hombre de traje- Entramos?

- Y el director?- pregunta Lila.

- No vendrá, esto no le incumbe a él- contesta el hombre.

- Bien entonces vamos?- sugiero.

- Preferimos tenerlas separadas si no es molestia- la mujer abre la puerta.

- Voy primero- Lila entra con todos. Me quedé afuera esperando por una media hora. La ansiedad me estaba matando, chocaba mis zapatos con el suelo constantemente mientras miraba mi teléfono buscando algo en qué distraerme. Porfavor tiene que funcionar, tengo que sacar de allí a Jacob.

- Elena- volteé la cabeza, era la sonriente mujer- Ya puedes pasar.

- Bien- me levanté y al entrar me topé con Lila, sus profundos ojos casi me comen viva.
Cerraron la puerta y me senté frente a ellos. Los miré esperando a que hablaran.

- Primero me presento, soy Neal Loguidice, el abogado de los Rifkin.

- Y yo soy Joanna Klein, la abogada de los Barber- me extiende su mano, la tomé y estrechamos. 

- Bueno, Elena como sabes, nosotros pusimos cámaras en todas las clases, con grabaciones de voz, para observar y escuchar a los estudiantes estos días.

- Am... eso es acoso- lo miro.

- Q... Qué?

- Grabar a las personas sin decirles, es acoso. ¿No ha leído el reglamento?

- Escucha niña- se levanta- Aquí los que hacemos preguntas somos nosotros. Esas cámaras las pusimos para encontrar alguna prueba y tú y tu hermana justamente provenientes de una familia asesina, dieron en el blanco con la peleita que formaron ayer.

- Neal- interrumpe Joana y me mira- No te preocupes Elena, pedimos permiso a la escuela y a los padres para esto, es porque ninguno de los estudiantes dio algo concreto para avanzar en el caso.

- Aah, okay. Pues, podríamos empezar?

- Con todo gusto- Neal saca su teléfono- ¿Eres culpable?

- No.

- ¿Mataste a Ben Rifkin? Tu hermana dice que eres rara, ¿lo hiciste?

- Se acabó!- Joana levanta la voz- Neal esto es ridículo, yo continuaré.