//Conduce al pueblo vecino//

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- ¿Estás bien?- él solo me observaba caminando de un lado a otro- ¿Que pasa?

- No lo sé, no...

- Elena, hace días que vienes haciendo eso.

- ¡¿Hacer qué?!- me detuve a mirarlo, notando así que estoy bastante histérica.- Oh...

- No importa, sé que, aunque lleves un par de semanas aquí, es raro y tienes millones de dudas.

- Okay am... despertaste, formaste un plan con la fiscalía, ellos pidieron la ubicación de Derek para ayudarte sacarme de allí, se supone que esto es ilegal pero sinceramente no voy a hablar de las leyes ahora...- oí como la puerta de abajo se abrió, unos pasos y voces aparecieron luego de, son los señores Barber- Tus padres se están arriesgando al tenerme aquí y tú igual...

- Ya hablamos de esto- se me acerca, intentando calmarme con un abrazo- Sabes que eso último no es verdad.

- ¿Y si pasa...?- tomé sus brazos y los alejé de mí junto con él- ¿Dime...?- empecé a golpear el pie contra el suelo repetidamente.- Si algún día solo, me descontrolo y te mato... ay por Dios- la respiración se me entrecortaba, como si mi garganta se hubiera cerrado.- Ay por Dios, Jacob...- es desesperante pensar en eso, me abruma día y noche desde que llegué; porque allá dentro de una cárcel con costos existo, así decía Jefferson... pero aquí..

- Ya, ya- cuando me abraza, siento que quiere que me olvide de esos pensamientos pero es que, es en lo primero que todos piensan, incluyéndome.- No pasará nada, tú lo sabes...- deja que recueste mi cabeza en él- Deja que te cuide, que te enseñe la parte menos turbia de este mundo.

- No es tu deber- sacudo apenas la cabeza.- Tú deberías estar disfrutando de tu vida, sin problemas- fijo mis ojos en los suyos- Con tus padres, en esta casa, andando por esos maravillosos paisajes- por más real que sea, no me atrevo a verlo directamente cuando pienso en lo siguiente.- Yo merezco estar en la cárcel, yo no estoy mentalmente bien, y no digas que te gusta que yo sea así, porque soy un peligro para ti... no debo andar por ahí, ni dormir tan tranquilamente, tampoco soy digna de ti.

- Elena, porfav..

- ¡Me merezco lo peor!

- ¡Quiero que te quedes conmigo!- apoya sus manos en mis hombros. Tuvo el valor de verme directamente.- Sé que no es fácil, ni todo es o volverá a ser como antes- ambas respiraciones se acompañan mutuamente, haciendo que el silencio se desvanezca- Pero créeme porfavor, yo no soy capaz de continuar con mi vida, sin saber que estás bien.- y en una cárcel de máxima seguridad, con reos 10 veces más peligrosos, culpada de homicidio... es claro que no lo estaré.

-.... ¿Que pasará después? ¿Mhm.?- ablando la mirada, igual mi voz.- No puedo estar siempre aquí.

- Terminas los meses de escuela que te faltan, vas a la universidad, obtienes la carrera que tú quieras... no suena mal si lo piensas.

- N-no lo había pensado- se me vienen miles de personas al recordarlo. Sarah, Ben, Derek, Dylan, Lila... de todos modos, es obvio que a esa escuela no voy a volver, serían algo así como clases particulares.

- Eres inteligente- me hace mimos dulcemente en las mejillas- Recuerda que tú, fuiste una de las mejores en la escuela.

- Si, y después nos metimos en problemas y terminé matando a mi hermana.- no quiero apegarme a esto... una parte de mí si, pero no dejo de pensar en el peligro..- Yo.. quiero irme.

- Te llevaré a donde quieras, solo dímelo.- tenerlo tan cerca es algo nostálgico, al ver cada parte de su rostro..  verdes ojos, largas pestañas que rosan con las marcas de sus antiguas ojeras, como tantean sus labios.. por un segundo se me apareció el Jacob de hace años, recostado en mis piernas, sangrando tanto que temí pensar que estuviera...

- Muerto.- reaccioné, sentí como mis mejillas se mojaron a causa de unas lágrimas.

- ¿Qué?- intenta leerme los ojos, su cara es de preocupación- ¿Quien está muerto?

- Tú...- sollozo ligeramente- Cuando Derek te golpeó, tanto que... la sangre se te resbalaba por todas partes, no reaccionabas a mis manos moviendo tu cabeza...- me rodeó cálidamente con sus brazos- Pensé que te iba a perder... primero mi padre, se alejó de mi, m-mamá murió..- el corazón se me entumece al recordarlo- Y tú...

- Aquí estoy, contigo- afirma con su profunda voz- Creo que... debes ver algo. 

- ¿Ver, qué?

- Abrígate, porfavor.- me da un beso en la cabeza y muy decidido, camina hacia la puerta- Saldremos, papá conoce el lugar.

- ¿Salir?- se supone que lo más seguro es ir a los alrededores- ¿A donde?

- A la ciudad- me echa una mirada- Te esperaremos abajo.-  se fue, dejándome ahí con todo el silencio, solo la fogata quemando la corteza de la leña me hizo compañía, mientras se me ocurre a donde será que iremos... de tantos lugares, no puedo imaginarme solo uno.
Sin dudarlo un segundo más, me abrigué como él pidió y bajé para buscarlos.

- ¿La próxima semana?

- Eso dijo Neal- contesta Andy- Probablemente lo traigan.

- ¿Para qué?- la conversación hubiera seguido a no ser de que ambos giraron en cuanto escucharon mis pasos bajar por la escalera.- Hey- se le sale una sonrisa al verme.- ¿Estás lista?

- Sip- asiento con la cabeza.

- Bueno, creo que hoy tendrás una salida con "los chicos Barber"- imita Andy, me sacó una risa de inmediato, así como hace años. Mientras más tiempo estoy con ellos, más se me refrezca la memoria. 

- Se nos hace tarde, señor cool- Jacob dispuso su mano en mi espalda para señalarme a donde ir, los tres caminamos un rato hasta el auto, acompañados por las bromas que el señor Barber se lanzaba a cada segundo.

- Esperen un segundo- nos detiene, ambos miramos al hombre con intriga- La verdad, ya me cansé de manejar- vuelve su cabeza hacia mí- Elena, es tu turno- me arroja las llaves.

- Wow wow- atajo el puñado entre mis manos- ¿Que? No, no hay manera de que yo...

- ¡Oh si si!- alienta Jacob.

- No sé manejar-  En las grandes calles de Houston, mi padre comenzaba a enseñarme, sé mantener el auto sobre la carretera pero demonios, hace tiempo que no lo hago.

- Entonces aprenderás- decide Andy, los dos muy risueños subieron al auto, esperándome. Dejé de insistir y sinceramente las manos me temblaron cuando metí la llave para girarla.- Ve despacio, yo te daré las direcciones. - asiente por el reflejo del espejo.

- Lo harás bien, no te preocupes- lo dice tan seguro, maldición, ya Elena, relájate.
Di una profunda respiración y por fin, encendí el auto, pisé el acelerador, comenzando a andar por esa solitaria calle, solo rodeada por árboles o paredes de montaña.

- ¡Esooo es!- ríen emocionados entre sí.- Debes seguir la carretera mientras tanto, en unos minutos llegaremos a un cruce.

- Creo que podría ubicarme mejor... si sabría hacia donde vamos- sugiero sin apartar la vista del frente.

- A Newton- sentí un pinchazo en el estómago- Daremos un paseo por allí.

- ¿E-entonces estamos...?

- No no estamos en Newton aún, estamos en Watertown, el pueblo vecino- contesta Andy- En aproximadamente 15 minutos, llegaremos al centro- esa última palabra se quedó resonando con eco en mi mente.

- Am... okay- fijo mis manos al volante, como si ir a ese lugar no me preocupara, y en realidad no lo hace, no es preocupación, sino es miedo... miedo a lo real que todo se sentirá ahí.
De todas formas, admito que me emociona un poco, volver a esa ciudad; necesito volver, a reencontrarme con el pasado y supongo que en eso pensó Jacob; mientras más acepte que ya todo pasó, que las cosas no siempre se quedarán ahí, verdaderamente si puede haber una salida a ese mal trago que dejó Newton o que más bien yo le dejé a Newton, y  debo aprender a sanar, del contrario, el pasado me matará más rápido que yo misma.

•Secreto Criminal• //Jacob Barber//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora