//Lamento haberte olvidado//

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- ¿Que estás haciendo?- mi madre me había dado un buen susto, llegó como de repente a mi habitación.

- Nada- cerré de una vez mi laptop, en la que estaba descargando algunas cosas de las que hablé con Jacob.- ¿Que pasa?

- Iré al supermercado, ¿quieres algo?

- ¿Yo? Am no, gracias, creo que no.

- No pareces muy segura, te espero en el auto- parecía calmada. Esperé unos segundos a que bajara las escaleras y terminé cerrando las ventanas de Internet que estaba mirando, escondí la laptop bajo mis almohadas y bajé con ella.

- Me sorprende que quisieras venir- oigo como suelta una pequeña risa mientras conduce.

- A mi me sorprende que te dignaras a hablarme.

- Suenas como si hace días no te dijera una palabra.

- Es cierto, hace días que ni te das cuenta de si duermo en casa o no...- murmuro- Y así quieres que sea menos extraña contigo.

- No importa como sea yo, tú nunca vas a dejar de ser extraña, y lo sabes.

- Okay.- mis dedos comenzaron a tantear en la puerta del auto por unos minutos, al levantar la vista me di cuenta que ya habíamos pasado el supermercado- Madre acabamos de pasarlo.- mi mirada se clava en la calle.

- Ya lo sé- hace una mueca para evitar sonreír- Pero es la única forma de sacarte de casa.

- ...¿Qué?

- En unos minutos llegaremos, tranquilízate.

- ¿Llegar? ¿A donde?- la miro.

- No empieces con tus preguntas.

- Bien am, quiero saltar del auto, ¿deberia saltar? Yo creo que sí.

- Porfavor Dennis- escuché cuando bajó el seguro, así no puedo abrir. No queda otra, me quedé en silencio y solamente seguí mirando la calle mientras seguía tanteando mis dedos, preguntándome en que me habré metido al subir al auto con mi madre, sin ignorar que podría estar furiosa conmigo por todo lo que ha pasado.
Demonios casi que siquiera conozco esta ciudad y ya llevamos un buen tiempo aquí, solamente he estado en partes cercanas al centro o a mi casa, no puedo imaginar hacia donde vamos porque de toda esta ciudad solo me ubico en un tercio de ella.
Mejor cerré los ojos, tal vez tratando de descifrar si esto me convenía o no, quizá solo trato de recordar el par de veces que he pasado por aquí para ir a casa de Sarah.
¿A donde planea ir mi madre?

- Un restaurante, es tan difícil decirme que venimos a un restaurante, madre.- las dos bajamos del auto y caminamos para entrar.

- Nunca sales conmigo, no hubieras querido venir- dice sentándose frente a mí. Y lo que dice tiene razón, nunca acostumbré mucho a salir con ella, mucho menos en la etapa adolescente, en donde se supone que todos nos volvemos unos insolentes e insoportables.

- Touché.- meto mi cabello tras las orejas, es hora de preguntar- ¿A que vinimos?

- A almorzar, juntas- afirma mientras lee el menú. Okay esto es extraño.

- ...- pestañeé varias veces-¿Y como por qué?- solo podía mirarla con extrañeza, no entiendo nada.

- Porque es lo que las madres hacen con sus hijas, salir de vez en cuando. ¿Es todo?

- Sabes que no. Nunca salimos y mucho menos a pasar el tiempo. Y tú... tú no eres como las otras madres.

- Si-suspira mientras deja el menú en la mesa, para mirarme- Me dolió escucharlo pero no soy como las otras madres, sé que soy una mala madre.

•Secreto Criminal• //Jacob Barber//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora