•Secreto Criminal• //Jacob Barber//

//Nada es normal//

A la mañana siguiente mi madre se entrometió en mi habitación y se dispuso a abrir las cortinas, dejando entrar la lúgubre luz.

-Ya es tarde señorita.- me quita la manta de encima.

-Mamá por Dios- intenté voltearme para esquivar la claridad.

- ¡Son las 10 Elena! Debemos ir a comprar comida, si no vas no te compro nada- declaró antes de salir.

-Ah, mierda- me enderecé, perdí el tiempo pensando un rato en idioteces mientras mi mente decidía ponerse al día. Luego de bañarme me puse la otra ropa que empaqué en mi mochila. Bajé y mi padre me había esperado con galletas y leche caliente, para desayunar. Me senté con todos en la mesa.

-¿Por qué hiciste esta mierda papá?- Lila es una maldita consentida.

-Lila Emilie! No le hables así a tu padre!

-Que estúpido suena tu segundo nombre- me río y tomo el vaso.

-Cállate que tú te llamas Dennis Elena!

-Al menos es mejor que llamarse como una estúpida flor- le doy una mordida a mi galleta.

-¿Te gustan, Elenita?- así me decía él cuando era niña.

-Si- sonrío- Saben como antes cuando jugábamos a que tú eras el chef y yo la comensal.

-Que bueno- agradeció con una dulce sonrisa- Esa es la idea mi niña.
Mi padre es la mejor persona que hay en mi vida, siempre tan alegre y cálido, es la única razón por la que podría pensar en ser una buena persona.

Al terminar de desayunar, fuimos al auto, debíamos dejar a Lila y mi padre en el centro comercial antes de irnos al supermercado.

- El clima en Newton es húmedo, lloverá la mayor parte del año así que traten de conseguirnos a todos ropa abrigada. - ordenó mi madre estacionando el auto.

- Claro mamá, yo me encargo- mi hermana siempre ha parecido tener buen gusto en ropa.

- Más te vale- la volteo a ver.

-¿O qué? ¿Vas a matarme a mí también?- rodó los ojos para salir del auto. Mi padre se despidió de mamá y salió también.

-Lo consideraré- expresé groseramente, pasándome para el asiento de adelante.
Mi madre aceleró y nos dirigimos al supermercado, yo llevaba el carrito mientras ella iba tomando cosas y poniéndolas dentro.

- ¿Ayer fuiste a dormir temprano? ¿O que te quedaste haciendo?

- Nada. Te escuché quemando todo.

-Sé que te refieres a tu celular y si, lo quemé, podrían rastrearte con él. Pero te compraré uno nuevo y a tu hermana también.

-Gracias, porque de no tener uno, no podré guardar el número de mis hermosos amigos nuevos- idealicé tanto como ella quería.

-Siquiera sabes quienes van a ser, pueden ser buenos. Y así podrías distraerte de tus pensamientos raros.

-Es que yo no quiero tener amigos nuevos madre- en ese momento una mujer chocó contra mí, nos tropezamos con la otra en realidad.

- Oh lo siento cariño- se sostuvo tomándome de los hombros.

-No se preocupe, Elena es muy distraída- contestó mi madre.

-Así son todos los adolescentes, créame yo también tengo uno- bromeó.- Soy Laurie, Laurie Barber- notó que eramos desconocidas a quienes siempre se topaba.

- Soy Renata Adams y ella es Elena- mi madre estrecha su mano.

- Ustedes son la nueva familia aquí en Newton, ¿no es así?