//Única cosa en común//

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Una ola de gritos y aplausos vino desde allá abajo, hay algunas personas que saben de esto, personas que quieren que salga de todas estas tonterías.

- ¿Estás bien?- la mujer me toca el rostro, estaba ardiendo del calor - ¿No sientes mareo u otra molestia?

- N-no- afirmo de un suspiro. Ella asintió y sin dudar jaló los cables, al hacerlo dejé de sentir las malditas punzadas. Al voltear, Joanna estaba tras de mí con las esposas, me acerqué a ella para que las pusiera de nuevo, esta sonrió brevemente como de orgullo y me mandó a sentarme, al encontrar mis ojos con Jacob se le notaba un gran alivio en su rostro, cuando estuve a su lado volví a tomar su mano, ahora solo me toca esperar, esperar como les va a los demás en el resultado de hoy, principalmente a Jacob.

- Muy bien- Lodguice baja el ruido de la demás gente para continuar- Es turno de Derek Yoo- de reojo vi como el chico dudó en levantarse, tenía miedo, bueno, quien no lo tendría después de saber que unos treinta cables se le van a incrustar en todo su cuerpo.
Fue menos rápido de lo que yo fui, duró al menos un minuto dando los veinte pasos hasta los abogados, quienes le quitaron las esposas y lo llevaron con la misma mujer.- Ya conocieron el procedimiento, será el mismo con todos- afirma Neal.

- Aahh!- soltó un fuerte gruñido- ¡Duele!- percibí el sollozo de la señora Yoo justo detrás de mí. El resto de personas estaban ya en silencio.

- Si Derek, pero solo será por estos próximos diez segundos- Joanna espera el asentimiento de la psicóloga, cuando agitó su cabeza, la mujer volvió a hablar- Es tiempo de que cierres tus ojos.- Entre quejidos lo hizo, cielos en verdad los cables estaban hechos para esto, lo sostuvieron perfectamente y en la gran pantalla comenzó a aclararse una imagen.
Iba caminando por un barrio, se puede reconocer que es aquí por el río que desciende a su lado pero no tengo idea de donde es. Al detenerse giró apuntando hacia una casa.

- Es la casa de Sarah- murmura Jacob. Fruncí el ceño para seguir mirando como avanzó hacia la puerta, tocando y tocando, por fin sonó su voz, llamando a la morena unas cuantas veces, pero no había respuesta de ella. Se volteó y al parecer se iba a ir, pero un rojo rastro chorreando en la orilla de la ventana fue suficiente para que él se alarmara.

- ¡Sarah! ¡Sarah ábreme!- creo que todos saben hacia donde va esto. Y después de forcejear la puerta, entró, encontrándose con la chica tomada del cuello por una soga.

- Cielos...- junto con la mayoría de personas sobre ese cuadrilátero, quitamos la mirada por un segundo, se veía bastante real.

- Oh Dios, Sarah- el sonido de su corazón se logra escuchar, acercó sus brazos a la chica para comenzarla a bajar de allí, pero otra cosa llamó su atención porque volteó hacia el suelo en donde se mostraban grandes charcos de sangre, con diferentes bultos, señalando que eran intestinos y otras cosas asquerosas. Derek se llevó las manos a su boca, supongo que para evitar las náuseas, pero su amor por Sarah lo obligó a sacarla de allí, todos dándonos cuenta poco a poco, que nada de esa cochambre pertenecía a ella. Al notarlo, se llenó de intriga, bajando a Sarah y dejandola en una esquina, comenzó a buscar con desespero, de quien provenía todo eso- moví los ojos hacia el oxímetro, estaba en 90 pulsaciones por minuto apenas, si no pasa a más de 100, Derek será el primero en joderse.

- Es tu turno- susurró una vocecilla dentro de la simulación.

- ¿Mi turno?- contestó él, volteando hacia la puerta, en donde una macabra y sonriente Sarah, permanecía con una navaja.

- Es tu turno de morir- juega con el filo entre sus dedos.

- ¡Sarah yo te quiero!- el pulso comenzó a ascender, 91...92..93...

- Yo- se acerca lentamente- Quería a Ben, y mataré a todos, hasta saber quien fue el culpable- todo se ponía más turbio conforme pasaba el tiempo- ¡Empezando por ti!- cuando lo comenzó a perseguir por toda esa casa, sus respiraciones se aceleraron de una manera casi instantánea, haciendo que cuando la chica se lanzara sobre él, y pusiera la navaja sobre su pecho, llegara a 100- Es tu fin, Derek.- soltó un aterrorizado grito y la pantalla volvió a quedar en negro, la simulación había terminado, haciendo que Derek se despertara.

- ¡Cien pulsaciones por minuto!- en el límite. La señora Yoo tenía un mar de lágrimas incontrolable, que se calmó cuando pusieron más consciente y estable a su hijo, volviéndolo a sentar a mi lado.
Cada vez sentí más nervioso a Jacob, tal vez porque cada minuto que pasaba, le recordaba que se acerca su turno.

- Lila Adams- indisimuladamente giré la cabeza para mirarla, deporsi ella ya estaba mirándome desde antes, hizo una mueca y se levantó. Repitiendo el mismo proceso que con todos, terminó entre esos cables, quienes ya la comenzaban a dormir, así empezando la simulación y el oxímetro desde cero.
La imagen no se entendía tan bien, pero al escuchar la voz de Rifkin, casi todo el público allá abajo soltó un sosiego y bastantes murmuro se oyeron.

- Fue un desperdicio salir con Sarah- sus manos estaban tomadas- Debí haberla dejado desde el principio.

- ¿Ah sí?- hizo una de sus achiquilladas risitas- ¿Por qué?

- Porque tú eres más linda, más genial- sus ojos tantean de arriba hacia abajo- Y sabes darme lo que yo quiero.

- Ya lo sé, yo soy mejor que cualquiera. Y claro que te lo doy, yo no soy una tonta niña como Sarah- presume, aah Dios quiero callarla de un golpe cuando comienza a hablar así.

- Sí que es una niña, aunque tu hermana...- Joanna y Jacob voltearon a verme- Elena no parece tan inmadura.

- Es una puta idiota- se queja. Oí algunas risas atrás.- Quisiera m...- se corrige, de alguna forma ella sabe que al menos seiscientas personas están escuchando lo que dice.

- Está linda- supone, pero imagino que al notar la cara de Lila al oír eso, se arrepintió- Pero tú lo eres más.- sostuvo sus manos en las mejillas de ella.

- ¿Cuanto?- Dios mío, ahora que lo pienso es como si la simulación no hubiera sido planeada, como si nuestra propia mente la... creara.

- Ya mejor dame un beso, sé que lo quieres.- mi conversación con Jacob inicialmente fue con palabras que ya hemos intercambiado, probablemente la conversación de Lila y Rifkin también haya pasado.

- Quiero más que eso, Rifkin. - Y lo que los tres simuladores han tenido en común, es que aparecen personas cercanas, personas que se relacionan con el miedo a la perdida. Yo temo perder a Jacob en las pruebas, Derek temía perder el amor de Sarah y Lila... Lila teme perder la credibilidad que recibió por parte de los Rifkin.

- Dime que es y lo hago.- medio mundo se puso incómodo al ver como ambos se iban a besar.
Tengo razón... todos son parecidos pero cada uno lo forma la mente.

- J-Jacob- sigo con la vista en frente.

- ¿Mmm?- contestó, aún mirando la pantalla.

- Son... situaciones en... parte tomadas... por algún recuerdo y p-persona- sigilo sin mover mucho los labios.- ¿alguna... idea?.

- Tú o m...- nos quedamos en silencio cuando vimos a Neal voltear a vernos.

- Tus padres...- en realidad si lo analizas bien, esta prueba es bastante fácil, porque ponen a personas en las que tenemos al menos un mínimo de importancia. Es casi imposible no reaccionar horrorosamente a eso, excepto a que fueras un psicópata, la gente se confía al ver que son personas allegadas, pero una mente criminal no reaccionaría de la misma manera que alguien común. Mierda, está muy bien hecho todo esto.- Debes...recordarlo, s-s-será más fácil así.- es bastante difícil hablar sin mover la boca.

- Lo... lo haré- apretó mi ya tibia mano, terminando allí esa conversación.

•Secreto Criminal• //Jacob Barber//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora