La primera advertencia que se le debería dar a un niño, es a no dejar pasar la vida, al menos cuando lo tiene todo; porque sin darnos cuenta, los años pasan rápidamente, y es ahí que entramos a la adolescencia... agh maldita adolescencia, llena de acné, problemas familiares y estrés por un estúpido examen que no define lo que en verdad somos; pero así funciona, porque de no ser así, no podrían ejercer presión sobre nosotros, haciéndonos creer que encontrar la maldita equis en una circunferencia es más importante que descubrirnos a nosotros mismos y así controlarnos, porque en un mundo lleno de adolescentes listos, que saben que lo son y cuentan con la cordura para aprovecharlo, solo en ese mundo, los buenos ganan.
Claro que hay excepciones, porque soportando los cotidianos problemas de adolescentes, junto con ser una psicópata, enterándome hasta de mi propia muerte y teniendo un novio que me seguía el paso, lo hice; en mi mundo, yo gané.
Yo oculté el cuerpo, yo conquisté al chico y lo defendí, yo burlé a la ley, yo sobreviví a mi propia hermana y yo, Elena Miller, no nací para ser una estúpida criminal a la que atrapen cuando sea una lenta vieja de 50, yo aproveché el ser lista, escapé con el chico y ambos estudiamos para lograr llegar a la ley de la forma bien vista y finalmente vivir en paz, porque eso fue lo que siempre quisimos.- Bonita bonita- Jacob apoyó sus manos en mi cuello y se inclinó a darme un beso en la cabeza como de costumbre- Debo ir a una intervención por un sospechoso, será un largo día.
- Ten cuidado.- mencioné despidiéndome- Porfavor.
- Claro, ¿sino con quién vas a salir hoy en la noche?- me dio una sonrisa antes de darse la vuelta- Te veo más tarde.- me miró por un instante y se fue. De verdad nunca cambió, hablo de su actitud conmigo, él siempre ha sido y al parecer siempre será especial. Físicamente tampoco lo noto tan diferente a cuando lo conocí, bueno al menos por ahora, no hemos envejecido nada en diez años, eso creo yo.
Me quedé ahí de pie un rato, desde la madrugada recibí un llamado de la sala de investigaciones, había ocurrido un homicidio bastante escandaloso y se lo habían asignado a una nueva abogada, dijeron que ella quería hablar conmigo así que la esperé, charlando con Gale Dallas,el recepcionista, en lo que ella aparecía.- Am... señorita... ¿Miller?- preguntó la voz correspondiente detrás de mí.
- Soy yo- asentí con la cabeza y me volteé- Joseline Hawarden, ¿no?- le estiré la mano y estrechamos mientras ella asentía. Me quedé callada esperando a que me comentara lo que quisiera.
- La cuestión es... me dieron un nuevo caso, como sabe necesito alguien que me apoye y usted tal vez podría...- me pasó un portafolio con alguna información sobre lo que estaba hablando.
- ¿Un homicidio...? - la escena del crimen se veía bastante inocente pero desastrosa, me vino una mala sensación desde que comencé a leer un tanto sobre ello.
- Si, cometió un homicidio contra su hermano.- Eso era lo que me estaba pellizcando los nervios- La superiora me dijo que usted podría ayudarme a hacer un buen trabajo.
- ¿Niño o niña?- si, olvidar a mi hermana me fue imposible, pero salirme de este caso por ella, haría que yo misma fallase al intento por superarla que llevo cumpliendo desde que llegamos aquí.
- Niño, tiene 14, mató a su hermano.
- Santo Dios- un dolor agudo me estaba comenzando a molestar la cabeza- ¿Ya lo trajeron?
- Hace un rato- concluyó girando y avanzando para que la siguiera escaleras arriba- Si le soy sincera, me sentía asustada cuando me dieron el caso- confesó un tanto agitada- Dicen que es mejor juzgar a un adulto, pero me tranquiliza saber que en realidad los puedo juzgar igual.
- ¿Ah?- levanté una ceja.
- Bueno- por fin llegamos a la segunda planta- Si cometió un homicidio, no deberían juzgarlo como a un...
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•Secreto Criminal• //Jacob Barber//
FanfictionElena Miller, una chica de 16 años, se muda a Newton, Massachusetts, ahí conoce a un chico, Jacob Barber. Luego de ciertos hallazgos, sospecha de que ambos tienen el mismo secreto. 🕷Tú eres Elena🕷