//Pieza faltante//

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Después de hablar con Sarah me terminé durmiendo, he estado algo cansada, tanto que al despertarme y ver el reloj ya era tarde para la escuela.
Me levanté y me preparé rápidamente, solamente me alboroté el pelo y bajé corriendo, al abrir la puerta me topé con mi madre.

- Elena faltan 2 minutos para tu entrada a clases. ¿Te quedaste dormida?

- Si. Adiós- le pasé por el lado, estaba algo molesta por lo de anoche.

- Espera.- me detuve- Yo te llevo. Solo, iré por la llave de mi oficina.

- No hace falta.

- Debemos hablar. Por... porfavor.- entra a la casa. Decidí esperarla y subir al auto, ella volvió a salir rápidamente de la casa, encendió el auto y se dirigió a la escuela.

- ¿Y bien?- la miro.

- Elena...

- No voy a retractar mi maldito trato con los abogados.

- Es tu hermana!

- Mi propia hermana, si. Okay madre desde cuando las hermanas humillan a la otra solo por popularidad? Desde cuando las hermanas amenazan a la otra de muerte?

- Ya lo sé, solo... temo perderlas a ambas-  su dura cara se cambió por una de casi tristeza.

- Estás equivocada- llegamos a la escuela.

- ¡¿Como te atreves a decir eso?!

- Temes perder la buena impresión que todos nos tienen, temes que te culpen a ti como cómplice por mi delito.... temes- abro la puerta- Temes perder a tu perfecta y superficial hija, no a la extraña y realista. Y yo... lo siento madre, pero al parecer la única persona al que le importo de verdad, está metido en un lío y yo voy a sacarlo de esto sea como sea- salí del auto y me alejé. Demonios no puedo creer que le haya dicho eso a mi madre, pero es la verdad.
Yo puedo parecer muy dura y grosera pero en el fondo duele saber que tu propia familia no te quiere en realidad.
Basta Elena, olvida eso, hoy es jueves y tienes todo el maldito día para buscar la prueba de Dereck. Necesito poner atención a cada detalle, lo que vea, lo que escuche, todo.
Al entrar los demás me miraban extraño pero claro esa es ya como la quinta vez que eso pasa, y saber que cuando llegamos aquí se suponía que tendríamos un bajo perfil.

Puse cuidado en todo lo que hice durante esas 8 horas y media, pero maldita sea, si hablan de lo de Jacob pero no dan nada que me sirva! Necesito algo bueno, algo que rompa la maldita buena reputación de Dereck.
Tal vez pueda encontrar algo fuera de la escuela. Al ser las 3:30 salí de ahí y caminé por la ciudad para ir a verme con Sarah.
Entré a la heladería y fui al mostrador, allí la morena chica atendía, al verme me hizo una seña para seguirla, buscamos un lugar alejado de las personas y nos sentamos frente a frente.

- Lindo uniforme- sonrío.

- Gracias, yo más bien pienso que me veo ridicula- me devuelve la sonrisa para quitarla al segundo.

- Sobre ayer... creo que la pregunta es ¿Tú estás bien?

- Debo preguntar y perdóname si soy muy entrometida... ¿que les dijiste a los abogados esa vez?- murmura.

- Sarah... sabes que no puedo contarte sobre eso, aún no es algo oficial y...

- Culpaste a Dereck, a Lila, a Jacob y hasta a ti misma... eso es tener valor. Elena.. sé que estás buscando la última pieza faltante.

- Como... ¿Como lo sabes?

- Dereck me lo dijo... no te preocupes yo, sabes que no diría nada.

- Lo sé y muchas gracias por eso- suspiro- Debo irme, necesito encontrarla.- me levanto.

- Espera!- me toma del brazo- No sé si lo que te diga servirá de algo pero...

Unas horas más tarde me encontraba en la oficina de Joanna Klein.

- Pues es un hecho que el teléfono de Ben Rifkin no ha sido encontrado- camina de un lado para otro.- ¿Estás segura?

- Sarah no mentiría, y encaja a la perfección con todo eso de la foto.

- ¿Quien tiene el teléfono justo ahora?- me mira- ¿Dereck?

- Lo carga en su mochila todos los días.

- Esto es algo delicado Elena... no lo sé..

- Lleve a un oficial con usted mañana, intervengan a Dereck y hacen una pequeña inspección. Y si es algo legal, son oficiales, aquí es permitido hacer eso.

- ¿Y si no encontramos nada? Quedaremos como imbeciles ahí!- se corrige- Lo siento por la palabra.

- No importa- suelto una breve risa- Y lo encontrarán.

- Mmmm- se detiene a mirarme fijamente unos segundos- ¿Podemos hablar sinceramente?- se sienta en una de las sillas que tienen ahí.

- Eso hacemos- me siento también frente a ella.

- He visto como defiendes a Jacob Barber, tienes talento.

- Gracias, y si, lo hago. Debo arriesgar muchas cosas pero, necesito al menos intentar sacarlo de esto.

- Es un gran gesto y los Barber siempre recordarán a la muchacha que defendió a capa y espada a su Jacob, aún si no sabes si en verdad él fue el asesino.

- No lo fue.

- ¿Estás segura?- su mirada me ataca firmemente.

- Yo confío en él, sé que él no lo mató.

- ¿Y si te equivocas? ¿Y si en realidad Jacob Barber fuera el asesino?

- Pues habré limpiado el propio desastre de un asesino que quedará probablemente libre.- presumo y sonrío orgullosa.

- Admito que no me esperé eso- suelta una risa- Elena ¿has considerado en trabajar como abogada en un futuro? Serías una joya- sigue riendo.

- Ya lo veremos- río un poco con ella para luego volver al tema inicial- Entonces... ¿el teléfono de Rifkin?

- Sacaré una orden para poder requisar a Dereck a primera hora.

- Genial- me levanto y tomo mi mochila- Ya debo ir a casa, tengo que hacer tarea.

- Ten- me pasa su tarjeta- Ponme un mensaje más tarde y así guardaré tu número para avisarte junto con el abogado Neal que pasó mañana.

- Oh- la tomo y la guardo en mi bolsillo- De acuerdo, hasta luego- camino hacía la puerta.

- Eres el ángel guardián que llegó por milagro a los Barber. Continúa así y vas a llegar lejos- sonríe. Yo hice lo mismo y salí, caminé rápido a casa pues ya estaba oscureciendo y en este momento no es muy conveniente caminar sola por ahí.
La verdad es lindo pensar en eso que dijo Joanna, tal vez por fin no soy una malnacida y puedo ayudar a alguien.

•Secreto Criminal• //Jacob Barber//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora