•Secreto Criminal• //Jacob Barber//

//Salida a oscuras//

Ya estaba vestida así que solo me puse mis tennis. Por precaución tomé mi navaja, la conseguí ganando una apuesta en la secundaria y desde ahí nunca la he perdido, está nueva.
Bajé silenciosamente y salí por la puerta de atrás. Rodeé la casa y caminé al parque. Al llegar, él no estaba ahí.

-Bien Jacob, ¿no te importa agradarme?- me puse a "practicar" estúpidamente con la navaja por un rato. Titubeando las mismas palabras.

- No no me imoorta- la profunda voz me había asustado.

- No te estaba hablando- al voltearme, rápidamente guardé la navaja en mi bolsillo del pantalón.

-Estamos a 10 grados y no traes ni una chaqueta, que inteligente- ambos nos adentramos al parque.

-Al menos no me veo como una tonta- Él llevaba un gorro que lo hacía ver tierno pero tonto a la misma vez.

- Bueno, no creo que haya algo ahí arriba para congelar.- sonrió.

- Ja ja.- crucé mis brazos, de verdad estaba haciendo frío y recién me había percatado- ¿Y qué? ¿A donde vamos?

- Bueno, ya que eres Dora la Exploradora y yo el mapa, te debo llevar a un lugar interesante, no crees?

-¿A esta hora?

- ¿Miedo?

- Nunca. Pero ya que eres el mapa..

-¿Qué?

- ¿También vas a cantar la estúpida cancioncita? - suelto una risa.- Porque eso si me perturba.

- Tienes suerte, este mapa no sabe cantar.

- Esta versión del mapa es más... bipolar.

-¿Bipolar? ¿Yo?- parecía impresionado, como si se tratara de la primera vez que alguien se lo decía.

- Hace días estás raro y mira nada más, te apareces entre la neblina a llevarme no sé a donde.

- No estoy raro solo, tú hermana hace que me ponga raro.

-¿Por?

- Es algo... mh...

- ¿Escurridiza? ¿Intensa? ¿Parece que necesita atención?

- Más bien, algo falsa. Y me aburre, no le gusta salir a caminar o jugar videojuegos, o charlar sobre cosas o temas geniales.

-Y en lugar de eso, pasa todo el rato intentando seducirte.

- ¡Exacto! Y es no lo sé, raro.

Hablamos llegado a un especie de campo, la hierba estaba más alta que él, yo no veía absolutamente nada pero parecía que él sabía a donde iba. Me tomó de la mano mientras caminaba al frente. Llevaba una linterna para mirar.

- Pues ella, tú le gustas. Tal vez solo quiera acostarse contigo.

- Ah que sutil. Para su pena a mí no me interesa eso.

-Si, ajá.

-¿No me crees?

- Porfavor. Alto, misterioso, interesante- guapo- El típico diferente que a todas enamora, no hay manera ni de que seas virgen.

- ¿Entonces tú también estás enamorada?- carcajeó, que bromita tan de personaje popular.

- No lo digo por mí. Lo digo por mi hermana, que va a llorar en cuanto le diga que no tienes experiencia.

- ¿Y la pequeña hija de los Adams, la tiene?

-Porfavor, hasta mi madre apostaría que Lila no ha quedado embarazada solo por pura suerte.