//La llave del legado//

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- Y a decir verdad, me impresionaste allá- sonríe mientras termina de cerrar las puertas con llave, luego cubriendo las ventanas del piso de abajo con cortinas.

- Gracias, creo que eso era lo que todos esperábamos.- doy un suspiro de alivio mientras juego con mis dedos.

- ¿Como fue?- levanta una de sus delgadas cejas- ¿Te dolieron los cables eh?

- Pican como el fuego- admito- Y estar ahí dentro, cielos Mamá, en verdad ves como si fuera real, todas las sensaciones te pueden confundir sobre si es algo ficticio o no.

- Estoy orgullosa, felicidades- me da un tierno abrazo- Sé que tú y Jacob lo lograrán.

- Hablando de él....- cuando terminó su prueba y dieron los resultados de nuevo, nos pasaron uno por uno al oscuro lugar de donde habíamos salido, allí dando con la camioneta que nos dejó anteriormente y esta llevándonos a casa, sin tener algún tipo de contacto con nadie.

- Joanna y Neal decidieron que es mejor que por hoy no salgan, sabes el montón de personas que los esperan afuera.- hace una mueca- Así que lo siento pero no podrás salir a verlo.

- Mierda es cierto- que demonios, yo quiero verlo. Volteé hacia las escaleras para irme a mi habitación.

- Eh eh eh, ¿a donde crees que vas? Tienes que almorzar.

- Yo no..

- ¿No? Nada de no, siéntate que ya voy a servir.- ordena mientras se va a la cocina.

- Solo me sentaré porque tengo hambre, no porque tú dices- murmuro caminando hacia la mesa, ambas nos sentamos ahí en silencio por un rato, pero en mi cabeza se formulaba bastante la pregunta que en realidad no quería hacer, pero tal vez ella necesite que alguien le pregunte- Tú... ¿que piensas sobre Lila?- muevo la comida de un lado para el otro con el tenedor.

- ¿Sobre ella? ¿O sobre su resultado?

- Sobre, ¿todo?- levanto los hombros como si no me importara mientras me meto una cucharada de pasta a la boca.

- ....- se detiene a mirar los marchitos lirios que son sostenidos por un jarrón de vidrio, antes tenían un precioso color violetta pero apuesto que hace días no cambiamos el agua que hay por dentro- Jamás pensé en ella de esa forma, por Dios es solo... Lila, es mala pero nunca creí que fuera una clase de psicópata, que aún no se ha averiguado por completo pero, pero yo ya lo sé y lo siento, y  que su resultado saliera tan bajo... te escuché decir que debía salir a más de cien.- voltea a verme.- N-no sé como tú lograste vencer eso, porque y-ya sabes lo que dijo el psicólogo- se le entrecorta la voz, iba a llorar pero un profundo respiro le quitó las brillosas lágrimas de los ojos.

- Pues... si. La verdad nunca lo pensé, hasta que llegamos aquí y ella comenzó a actuar tan raro.- sacudo la cabeza- Es un giro a 360° porque sé que yo siempre fui extraña, siempre tuve afán por ese tipo de cosas... pero ella jamás dio alguna señal, que al menos yo pudiera notar, es como si sus genes se hubieran destapado con el cambio de vida.

- Te voy a preguntar algo y quiero que me digas la verdad- vuelve a concentrarse en los lirios, es algo que me agrada de mi madre, son muy pocas ocasiones en las que me mira a los ojos- ¿Como lo haces?

- ¿Qué?- ya va con sus preguntas cero específicas- ¿M-matar a alguien?

- No, no- arruga la cara- Eso no me interesa... hablo, de burlar todo ese simulador, se supone que tú también tienes ese gen...

- Mamá eso... no es buen momento para decir algo tan delicado.

- ¿Y cuando lo será?- paparpadea constantemente- ¿Cuando muera acaso?

- Por Dios, no digas eso. Tú no vas a morir.- aseguro, como si eso dependiera de mí.

- ¿Por qué no me dices? Se supone que deberías..

- ¡Porque no mamá!- noté como el ceño se me frunció por sí solo- porque yo, e-esto es algo que en cualquier momento puede salir mal y por ahora no quiero arruinarlo. ¿Entiendes?

- Entiendo... lo siento yo, solo no quiero ser la vieja que se pierde en todo lo que pasa a su alrededor.

- No lo eres- pongo mi mano sobre la suya- Te prometo que cuando esto acabe, te lo diré, cuando evalúen todos los resultados, digan lo que me digan, si soy culpable y que sea hora de iniciar los juicios o que quedo libre para siempre, sea como sea te diré que es lo que ocurre en mí mente.

- ¿En ocho días te parece bien?- habló con una voz tan pacifica, solo quiere que no me sienta presionada por eso.

- Dijeron que... el jueves nos dejarían descansar mentalmente para el viernes comenzar con el polígrafo- Justo cae mi cumpleaños el jueves, pura suerte para Jacob que quiere celebrarlo- Creo que el viernes, ya no habrá peligro para decírtelo... ¿sí?

- Trato, el viernes- asiente con la cabeza- Quiero... quiero mostrarte algo- se saca una llave del bolsillo, en realidad luce bastante antigüa- Tu abuela y yo, siempre peleábamos, nunca creí que me quisiera hasta que me enseñó esto. Dijo que le gustaba imaginar que era la llave de su mente, y quien pudiera descifrarla a ella se la quedaría, resulta ser que quien siempre le dijo sus verdades fui yo, ocasionando así las discusiones- ríe brevemente con nostalgia- He pensado y creo... creo que tú deberías tenerla ahora, porque después de tantas bromas y peleas, en realidad sabes lo que habita cada segundo en mi pensar y mereces portarla contigo, así podrás hacer relucir con orgullo nuestro legado- La examina por un segundo- Que probablemente sea una basura de legado pero bueno.- me hizo reír, lo que ella quiere decir es algo tierno, sí, muchas veces discutimos pero quien se parece más a ella soy yo y por ende yo comprendo y sé que hay en su mente.

- No es una basura, sé que tener un legado criminal no es algo que todos quisieran pero bueeno es más divertido contarles eso a tus hijos que solamente decirles "Mi familia proviene de una cadena de abogados", digo ¿te imaginas ser proveniente de Neal Loguidice?

- Que horror, pobres de sus nietos- vacila con una risa.- Después de todo, estoy feliz de tener a alguien tan especial como tú.

- Si ya sé que soy bien idiota pero no me digas especial porfavor- suelto una risa para molestarla.- Es broma- la miro- Es genial ser tu hija.

- Pues obvio ¿quien no quisiera heredar mis genes? Solo gracias a mí eres bonita, le agradezco a Dios cada día porque no hayas sacado los genes de tu padre.

- Bendito sea dios entonces- vi que aún seguía con la llave en sus manos- Oh am, ¿me la vas a dar ahora?

- Mejor esperemos al día de tu cumpleaños- la guarda y con una mano me toma de la mejilla- Te quiero, y mucho. ¿De acuerdo?

- Y yo a ti- sonrío dulcemente, no sé que acaba de pasar pero al final de todo, me doy cuenta de que es genial tener a mi mamá. Quien de hecho nunca fue en contra mía, solo me ayudó discretamente, hasta con Jacob lo hacía. Solo quiero pasar estas pruebas de una vez para que ella esté tranquila, irnos de aquí tal vez y por fin darle una vida sin tanto revoltijo y criminales.

•Secreto Criminal• //Jacob Barber//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora