//Nuevas promesas//

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- Yo no quiero ser parte de todo esto- mi madre, indispuesta, fue la primera en abandonar el lugar, seguida por mi padre.

- Golpeó cerca del ojo, pero no dejó algún rasguño- me acerqué a ella. Tenia un poco inflamado el pómulo.- Le diste un buen escarmiento ¿no?- sonrío.

- Sigue siendo un idiota- me aparta las manos, seria como de costumbre, también se está comenzando a estresar por no saber que era lo que hablábamos- ¿Alguno quisiera explicarme...?- los fiscales ignoraron las advertencias que les di con la mirada.

- Vamos arriba, será mejor que nos alejemos de aquí abajo- ordena la mujer. En el camino le eché una revisada a la chica solo con verla, quiero ver que no tenga alguna lesión de la cual tomar importancia ahora, ya que Derek también pudo golpearla. Al menos no tiene nada más rojo que sus nudillos, lo golpeó con bastantes ganas.
Llegamos a la sala principal y Joanna esperó a que todos tomáramos asiento para dar la pesada noticia.

- Un anónimo nos confirmó que Charlie, tu padre... sigue vivo.- las pupilas se le dilataron al oírlo.

-.... ¿En donde está?- ella no quiere saberlo en realidad.

- Winchester, en Washington.

- ¿Que tan seguros están de eso?- pregunto.

- Al cien por ciento- Neal debió desvelarse por semanas para averiguarlo.- ¿Que opinas sobre eso, Adams?

- Es Miller- corrijo.

- Ooh bueno, ¿algún otro secreto que deberíamos saber?- se hace el impresionado, de todas formas no lo sabia.

- Se supone que eso deberían contestarlo sus detectives- niega con la cabeza, no hay más secretos que yo recuerde-... ¿De que hablaban antes de que yo llegara?- los dos ríen nerviosamente ante su pregunta.

- No pierdes el tiempo eh- Joanna deja su maletín en la mesilla que hay entre nosotros- Te propondremos un trato, ¿quieres?

- No preguntes lo que es obvio, Joanna.- a esto, los dos se miraron, la mujer asintiendole a su compañero con la cabeza.

- Queremos que junto con Jacob, trabajes para nosotros.

- ¿Qué clase de trabajo?- no creo que se imagine nada peor a lo que ya ha pasado.

- Te lo diré de una vez- Neal es bastante directo cuando quiere- Eres inteligente y cautelosa, nos servirías mucho para distintos operativos.- apoya sus codos en las piernas- Igual que a tu novio, te será fácil adaptarte a los entrenamientos- disfruta ver como eso la pone un tanto penosa.
Apenas yo desperté, recordé a Elena, y mi primer pensamiento concreto fue mantenerla a salvo de nuevo. Dos semanas después ya tenía el acuerdo con estas personas, a lo que comencé con entrenamientos físicos y psicológicos; no son tan pesados al final, pero para alguien quien su estabilidad mental pende de un hilo, eso podría ser diferente.

- Y...- Elena no es tonta, sabe por qué vale la pena sufrir- ¿Cual va a ser mi beneficio... dentro de todo esto?- arruga el ceño curiosa.

- Además de que vas a tener una paga- suelta una risa- Podemos hacerte un favor...- ni esperó a que ella volviera a preguntar- Capturar a Charlie, y hacer que el destino de ese hombre permanezca en tus manos.

- Mis manos... - se las mira- ¿que clase de destino?- luce incrédula y casi impactada.- ¿El que y-yo quiera?

- Exactamente- afirma Neal- Podemos matarlo, si eso quieres.- supone despreocupado- Es una buena venganza.

- No- intervengo.

- Si- su cruda respuesta me dio como una bala.

- Elena...- insisto mirandola, giró su cabeza hacia mí también.

- No es tu decisión- arrugó el ceño con desaprobación- Es mía. Y los voy a ayudar en lo que quieran- se levanta, prefiere no discutir conmigo sobre esto.- Lo prometo.

- La venganza es tentadora ¿no?- Lodguice parece traer bastante veneno- Muy bien Elena, hace años que no te veía tan decidida en algo- ríe. Esta reunión ya ha terminado por lo que puedo ver; Neal y Joanna se levantaron para poder irse a donde sea que duerman, ya es bastante tarde a decir verdad, incluso para ellos, que tal vez pasan más tiempo trabajando que durmiendo.
Me quedé procesando las cosas por unos segundos, reaccioné cuando ella se sentó en el sofá, a mi lado, solo mirando mi reacción a lo que ya habían llegado.

- La venganza es mala...- prefiero mirar al suelo- Y tú no eres mala. Solo lo haces... por llevarme la contraria o demostrar que sigues siendo tan fuerte como antes- Lo es, siempre será mucho más fuerte que todos, no necesita hacer esto.- Pero en realidad tú conoces qué está bien y qué está mal.

- Lo sé- admite sincera- Y mi padre, merece lo peor, Jacob. Tú también sabes eso... y mírame cuando te hablo- me sujeta el impotente rostro en dirección a ella.- Haré lo que sea, para tener a ese hombre muerto.

- Te mandarán a operativos peligrosos antes y serás sometida a largas horas de exámenes mentales... te van a lastimar- sigo sin verla fijamente aunque su mano siga sosteniendo mi rostro- Yo no quiero que te pase nada malo.- confieso.

- ¿Eso es lo que te preocupa...?

- Me preocupa que quieras matar a alguien, hasta el punto de arriesgar tu vida por eso.

- Ya me arriesgué una vez.

- Si... lo hiciste por mí- envolví su delgada y pálida mano entre las mías, me llamó la atención ver que aún lleva puesto el anillo que le di- Eso... eso fue diferente.

- Ya sé que está mal, arriesgarme por alguien... siquiera lo digas.

- Si no lo hubieras hecho en aquel tiempo, no hubieras pasado por tanto sufrimiento el prisión, no hubieras perdido a tu familia.

- ¡Lo hice porque te amaba!- mi comentario pareció aturdida- Y tú eres mi verdadera familia, Jacob, yo solo quiero estar contigo y con nadie más - pareció cansarse de la extraña tensión y me dio rápido beso en los labios- Charlie no representa nada más que un problema para mí... ¿lo entiendes?- acaricia mi mejilla.- Jake...- me llama para que le dirija la mirada.

- Piensa bien lo que harás- es su decisión... no mía y solo me queda aceptarlo. Le rodeé la cintura con mis brazos para abrazarla.- Quisiera creer que esto va a terminar mejor de lo que parece...

-...- oí unas cuantas respiraciones de su parte al tener su cabeza apoyada en mi hombro, sabrá el diablo que se le ocurrirá- Ya que hoy, es un día para cerrar tratos, te propondré algo- hace una desdeñosa y pequeña sonrisa.- Yo, prometo... que pensaré mejor las cosas- porfavor que no se le ocurra alguna condición que dañe todo peor- Me terminaré de recuperar... si tú decides pasar más tiempo conmigo- eso me sorprendió, de la buena forma.

- ¿A que te refieres, exactamente?

- Contarnos cosas, bromear, salir, dibujar, leer... explorar- lo último le salió casi igual que la primera vez, cuando la conocí y nos mandaron juntos a la tienda.- No preguntes si estoy segura de hacerlo y solo acepta, porfavor.- se me hace extraño oír eso de su parte, tanto que una sonrisa se me formó en el rostro, haciendola sonreír a ella también, una verdadera sonrisa, con sus ojos disparando pequeñas chispas- ¿Qué?

- Me gusta mucho esa idea- Elena es alguien tan peculiar, muy apagada y sigilosa para el brillo que logra irradiar.

- Gracias- murmura aún con sus brazos entrelazados sobre mis hombros, ha estado bostezando desde la mitad de la réunion, debe querer irse a dormir. No pensé un segundo más en volver a besarla un par de veces para dejarla ir.- Todo será para mejor... promesas son promesas- me dio una última mirada antes de levantarse e irse- Te veo luego.

- Cuídate...- bajé el rostro y por fin se fue.

•Secreto Criminal• //Jacob Barber//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora