//100 pulsaciones//

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"Jueves, 4 días faltantes para el inicio del S.C."

Ya hemos perdido 2 días para entrenar con Jacob, ahora si debemos enfocarnos en todo esto, de otra manera no sabremos que nos espera.
Eran casi las 6 de la mañana, Jacob no pudo quedarse, su madre también necesita de él. Yo estaba terminando de descargar unos archivos en mi habitación.

- Elena están tocando la puerta!- avisa mi madre desde su habitacion- Puedes ir porfavor!

- ¡Claro!- me levanté de mi cama, miré por la ventana, no alcancé a ver quien era, pero la puerta no dejaba de sonar.- Ya voy, ya voy- murmuro al bajar las escaleras. Tomé la manija e inmediatamente pensé en algo malo, como una entrevista o tal vez alguien que podría hacer daño. De todas formas suspiré y abrí.

- Hola niña- creo que es el vecino de al lado, un señor como de 80 años ya.

- Hola, ¿le puedo ayudar en algo?- recosté mi cabeza en el marco de la puerta.

- Quería preguntarles si no han visto a mi gata.

- ¿Su gata?

- S-si- su mano temblaba, ya por la edad, mientras me enseñaba una foto- Basted ha estado conmigo por 12 años y nunca ha desaparecido.

- Oh pues am yo no la he visto y creo que...- giré la cabeza adentro de la casa- ¡Mamá! ¡¿Alguno ha visto a la gata del vecino!?- en unos segundos ya tenía a mi madre bajando.

- Que pena señor Snisel- se pone a mi lado- Apenas nos acabamos de despertar y bueno ya sabe- sonríe como toda una elegante mujer, cielos este barrio hace elegantes a las personas.

- No te preocupes Renata- contesta el viejo- Solo quería ver si había algún rastro de mi pobre gatita y ya Elena me desilusionó con su respuesta- su boca debajo de ese blanco bigote se arruga con tristeza.

- Lo sentimos mucho- se cruza de brazos para taparse del frío- Le prometo que trataremos de buscarla y le avisaremos.

- Eres una buena mujer- como todo señor le cogió las manos a mi madre, sonriendo dulcemente- Les deseo lo mejor, hasta luego- terminó para lentamente darse una vuelta y comenzar a irse.

- Pobre viejo- mi madre cierra la puerta- Dicen que lo único que le quedaba era esa gata.

- Los gatos desaparecen aveces- subo las escaleras- Del contrario que se consiga otro.

- Ya vas de insensible- bufea con una risa mientras me sigue - Pero es cierto, tal vez pase por el refugio animal más tarde.

- Si eso creo, sería buena idea.

- Por cierto ¿que haces despierta tan temprano?- voltea a verme

- Cosas. Más tarde saldré con Jacob.

- ¿Con más tarde te refieres a la tarde o en una hora?

- En un rato.- me detuve en frente de mi puerta.

- De acuerdo, tengan cuidado. No quiero nietos.

- Y yo no quiero hijos, ya no jodas con eso- evito sonrojarme, mejor entré a mi habitación cortando la conversación. Casi ni dormí en toda la noche por investigar más y más cosas sobre el tema, me está consumiendo por completo.
Al revisar la laptop ya se había descargado lo último que necesito. Me recosté en las almohadas por un segundo y pum ya eran las 8 de la mañana, mi teléfono estaba sonando. Lo tomé y contesté.- Hola Jake- con la otra mano me tallé los ojos.

- Suenas cansada, ¿todo bien?

- Si si todo bien- bostezo- Sé que te dije que a las 8 pero ¿podrías darme media hora?

•Secreto Criminal• //Jacob Barber//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora