Episodio 24: Fredrick.

40 4 0
                                    

-          Insensata e inmadura

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Insensata e inmadura ... realmente debe tener mucho tiempo libre entre sus manos...- farfullaba Lachlan en el carruaje de regreso a casa. Siendo Methos quien había tenido que escucharlo quejándose toda la noche cuando la vio regresar a la fiesta

Methos sabía que Helena había sido invitada, pero apostaba su cuello a que ni ella tendría las fuerzas para presentarse en sociedad después de aquel intento de envenenarla.

- Cuando será el día que deje de ser tan malditamente testaruda ... - mascullo casi para sí mismo

- El día que dejes de ser malditamente egocéntrico ... - respondió Lord Reilish llamando la atención de Lachlan

- ¿Que?¡

- Lo que dije. Vienes repitiendo que ella llego para demostrar que no podías vencerla, ni a su título, desestimar que ella estuviera enferma...

- Y eso fue-

- No- negó Methos interrumpiéndolo- ella trataba de pasar desapercibida, solo buscaba algo y después se fue ... - murmuro algo cansado y enojado por su próximo viaje – pero supongo que no te interesa... después de todo somos escritores de una historia que no nos molestamos en leer... - murmuro viendo la ventana con indiferencia

- A ver genio, dime que debería hacer si tanto insistes en que soy lo suficientemente tonto para no ver más allá de mis narices?

- Está asustada, busca soluciones ... - afirmo Methos viendo el rostro oscurecerse – ahora deberías estar consolándola y abrazándola hasta que deje de tratar de morderte cuando tratas de acercarte

Apartando el rostro, su humor empeoro más allá de lo que esperaba. Methos lamento haberlo comentado, pero al parecer había dado al clavo. Apenas ingresaron a Wheterbys Hall, el duque se dirigió a la biblioteca y se sentó tras su escritorio, comenzando a leer una tras otra las cartas que se acumulaban en su escritorio.

Maldiciendo por lo bajo Methos veía a su amigo farfullar y criticar en voz baja a su insensata esposa. Cuando sin llamar ingreso un alto y esbelto hombre en sus 20's, lucia despeinado y algo cansado, pero ciertamente quien no estaría cansado tras varias noches en un casino del bajo Londres.

- Sabía que estarían aquí... - dijo con alegría el recién llegado– toma te traje una buena noticia – dijo entregándole una carta al enfurruñado duque.

Dirigiéndole una penetrante mirada, Lachlan vio al sujeto sonreír con descaro. Echando hacia atrás sus cabellos rubios, el recién llegado observo como Methos le servía una copa.

- ¿No creo que en ese sobre este la lengua de Wolswood... entonces debería tomar la tuya en compensación? - comento Lachlan aun viéndolo con su acostumbrada severidad.

- Se que no es lo que esperabas que hiciera con ese insignificante Sir, pero esta también es una buena noticia- murmuro con la carta aun en su mano, dejándosela sobre la mesa – te gustara, así que ábrela de una vez y que mejore en algo ese humor de mierda que traes...

Haciendo caso su excelencia la leyó con rapidez, encontrando la noticia por la que había trabajado casi medio año fuera del país. Ruve, el jefe de pandilla de contrabandistas estaba muerto. No solo eso, su organización estaba siendo perseguida por toda Europa y había una clara restricción a su entrada a Inglaterra.

Ahora lo único que debí hacer era esperar a que murieran los demás como ratas, los retenes y asesinos que había contratado se asegurarían de ello. Sonriendo levemente no sintió que aquella noticia lo emocionara. Debian partir de todas formas para verificar con sus propios ojos que ese idiota estuviera en el otro mundo.

Sentándose Fredrick se relajó junto a Methos, viendo como empezaban una amena charla como siempre, Lachlan los ignoro empezando a escribir algunas cartas.

- No puedes esperar que tus esfuerzos lleguen al limitado entendimiento femenino – afirmo Fredrick, hacia Lachlan, después de todo estaba al tanto de la situación con Lena – no me malentiendas pueden ser tan sagaces como nosotros, pero ciertamente tiene un instinto que nubla su lógica ante cuestiones ulteriores ...

- Oh cállate, solo lo haces enojar más – contesto Methos harto de la palabrería de su viejo amigo

- No puedes callar la verdad mon ami, sin duda alguna tu mejor que nadie sabe que se puede silenciar la verdad, pero esta siempre sale a la luz – afirmo levantando la copa hacia su amigo de aventuras durante los últimos años por Europa occidental.

Era claro que Fredrick se refería a la legitimidad de su nacimiento, lo cual no le importaba en lo más mínimo, pero detestaba ver aquella estúpida sonrisa en la cara del sujeto.

- La verdad está hecha por los vencedores, por eso no puedes hacer nada más que seguirla - asesto Lord Reilish con una sonrisa bebiendo el oporto en su vaso. Riendo ambos parecían tener su propia fiesta privada.

- Largo ... - gruño Lachlan desde su escritorio donde parecía por fin comenzar a concentrarse en la correspondencia – los dos – murmuro al ver que ninguno se levantaba.

- ¿La próxima vez no lo invitemos, te parece? – pregunto Methos a Fredrick

- Largo – repitió Lachlan, al ver a ambos amigos volver a competir como tontos

- Concuerdo- acoto el esquivo Lord, siguiendo a Methos hacia la puerta. 


Atrapada por el duque (Completa )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora