29 de Marzo de 1825.
Las horas habían pasado con aterradora lentitud, mientras Annet había huido de la mansión al ver el furioso rostro de Lachlan aproximándose, unas cortas palabras entre ambos fueron suficientes y el vizcondesa abandono Londres antes de que llegara el amanecer.
El medico llego apenas una hora después del suceso, examinándola el doctor pidió que todos salieran de la habitación, ello incluía a Lachlan, quien fue sacado casi a empujones por la Sra. Becket. Los minutos pasaron, transformándose en casi una hora, cuando se escuchó un doloroso grito desde dentro de la habitación.
Antes de salir de la recamara de la duquesa, el doctor le suministro un fuerte sedante a Helena y quedando dormida, apenas un par de minutos después de ver como el molesto doctor salía, dándole su palabra que no mencionaría la verdadera causa de su sangrado. Junto con la Sra. Becket, se quedó durmiendo tranquilamente sabiendo que había tomado la elección más sensata.
Horas después cuando vio el sol aproximarse por una rendija de la cortina sintió su cabeza dar vueltas. Despertando logro encontrar la mirada de Lachlan sobre ella, seria y tranquila, un destello de la realidad regreso a su mente, obligándola a levantarse, intentando sentarse vio como este le pedía que no lo hiciera, tan solo dejando que ella se inclinara levemente.
Sus gestos lucían completamente impolutos, mientras que en sus ojos podía contemplar una estela de dolor en sus profundos iris azules.
- Todo va estar bien ...- murmuro este con un tono cansado – solo descansa ...
Una espina se clavó en su corazón, cuando pensó en lo que le había hecho creer, la culpa se agolpaba en su pecho; sin embargo, necesitaba que él lo siguiera creyendo, necesitaba la soledad del campo y esta no incluía al duque tras ella. Por lo que en doloroso silencio aparto la mirada de él y cerró los ojos intentando regresar al sueño del que no le hubiera gustado despertar.
Una simple caricia en su mejilla, hizo a la castaña abrir los ojos encontrándolo frente a ella, beso su frente y viéndola a los ojos, susurro aquellas palabras que Lena tanto espero y deseaba oír.
Algun brillo en sus ojos y la profundidad en su mirada, ella las había visto hacia tanto tiempo, pero en ese momento no estaban.
- Te amo ...- murmuro el duque en voz baja
No.
Aquella frase hizo temblar el cuerpo de la joven, el estremecimiento recorrido su piel, hasta llegar a su seca garganta. La mirada del duque permaneció fija, impoluta y llena del cinismo que lo caracterizaba. Mentía, aun sabiendo que ella podía notarlo.
- Mientes ...- susurro Lena alejándose de su toque, sin preguntar o tan siquiera dudarlo.
Aquellas palabras le hicieron notar lo fácil que podía ser engañada, manipulada y usada por él. El ahogo en su pecho se instauraba sobre su garganta impidiéndole moverse en absoluto.
En sus pensamientos se quedaban una única pregunta: "¿Cuánto de esto fue real?"
Soltándola se levantó de borde de la cama y la vio con tristeza, dejando recorrer su mano por la suave piel de su mejilla.
- Aprendes demasiado rápido ... - mascullo Hawthorne en medio de un suspiro cansino.
Retirándose de la habitación y dejándola sola en medio del lugar vacío. El nudo formado en la garganta de la joven le impedía llorar o formular alguna palabra, atravesando su pecho, se dejó caer sobre las almohadas y cerrando los ojos las lágrimas caían por su piel caliente.
Colocando su brazo por encima de sus ojos sintió como la verdad la ahogaba, mordiendo sus labios trato de respirar, pero solo un entrecortado respiro salió, sonaba destrozada y completamente degradada con la imagen que había elegido actuar.
Necesitaba dormir, un día más dormiría, pero a la mañana siguiente todo sería diferente. Prometiéndoselo se aferró a las mantas, apretándolas contra su pecho, sintiéndose vacía por primera vez en mucho tiempo.
Debía desapegarse, aquel férreo anhelo debía desaparecer, debía dejar sus ambiciones atrás y vislumbrar la realidad. Él no la amaba, no la amaría y no necesitaba que lo amaran.
Estaba sola. Solo podría confiar en lo que sus ojos pudieran comprobar ...
- Realmente fui muy inocente ...- murmuro riendo amargamente.
Si algo deseaba hacer, era jamás estorbar, ni a él ni a su familia, por lo que con el dolor en su pecho tomo la decisión de darle la espalda aquellos insensatos sentimientos, apartarse era la decisión correcta.
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Atrapada por el duque (Completa )
Historical FictionEntre el presente y el pasado, la duquesa de Hawthorne se ha decidido por un final idilico para su matrimonio. Cansada y llena de resentimiento busca solucionar de forma definitiva la situacion entre ellos, es la muerte o el divorcio. Lachlan, duqu...