29 de julio de 1827
Cuando recibió una nota de Amelia diciendo que parecía haber problemas, Lena sintió un nudo en el pecho, mientras intentaba controlar su ansiedad, después de todo sabían que Lachlan trataría de arruinar sus planes o cuanto menos retrasarlos.
Lo que no pudo prever fue que su pedido había pasado a una revisión especial el día anterior, fue cuando con certeza supo que Lachlan había intervenido. Mas no pudo saber la medida de ello hasta que Eldric Rawson, el Márquez Rawson y opositor político de los Hawthorne, llego a Raven Hall.
Sus palabras fueron sagaces y duras, nunca había sido un hombre de amables sentimientos, pero estaba segura que sus elocuentes palabras solo reflejaban su frustración y vergüenza. No comento los detalles discutidos dentro de la sesión de revisión, pero era obvio que Lachlan seguramente había usado sus furtivos encuentros o alguna artimaña parecida, pero ya habían planeado algo que podría contrarrestarlo o desestimarlo.
Aun así, el marques parecía convencido que no los dejarían promover aquel pedido, a pesar de que aún no se había determinado nada.
- Como pudiste entregarle la notificación el mismo día?¡¡ - exclamo Lord Eldric, tras acabar con un largo sermón sobre la moralidad de la palabra de un caballero.
- De todas formas, se enteraría ese mismo dia, no tenía sentido no entregárselo ese día...- se justifico Lena, intentando ocultar aquellas terribles punzadas en sus sienes.
- Oh no créeme que tu reverenda estupidez le dio un amplio margen para contestar a nuestra afrenta ¡
En el momento en que el marques grito la puerta se abrió de un golpe dejando entrar al severo duque, viéndolos con frialdad
- Que hace él aquí? - exclamo con rabia e indignación. Volteando a ver a Helena, quien sentía martillar su cabeza.
- Vine hablar con mi esposa – replico Lachlan apretando la mandíbula y acercándose peligrosamente a Lord Eldric.
El escandalizado Lord parecía a punto de perder la compostura, aunque siendo apegada a la verdad ambos caballeros parecía a punto de dejar de lado el titulo y enfrascarse en una simple pelea de taberna. Volteando a ver a Lena, Rawson murmuro con severidad antes de salir.
- Debes elegir mejor en quien confiar niña...- murmuro con una mirada fría hacia la duquesa, quien había permanecido sentada sobre el sofá.
Se pudo escuchar claramente como la puerta fue azotada al salir, dejando solos a su excelencia el duque con la susodicha. Ninguno parecía dispuesto a comenzar la conversación, cuando Helena abrió aquellos labios secos y de su garganta salió una voz algo rasposa.
- Di a lo que has venido y luego márchate... - mascullo con la evidente migraña que poseía, masajeando suavemente su sien – no tengo humor en este momento para... en realidad no tengo humor para nada...
- Eh traído una carta de Theodora...
Sorprendida por aquellas palabras abrió los ojos y se digno a ver aquella imagen impoluta, que el duque mostraba en todo momento. Observándolo por un momento no parecía mentir, lo cual le parecía aun mas bizarro.
- Acaso es alguna clase de remordimiento? No es un poco tarde para arrepentirte de ser tan despreciable como para usar nuestros "exabruptos" ante tus colegas de la cámara de Lores y vengas a traerme una carta de consuelo de mi hermana...
Apartando el rostro Lachlan parecía apenado, aun cuando la causa no era precisamente la que ella describía.
- Supongo que Rawson o Holland no te dijeron...
- Decir qué? - reclamo Helena sin demasiada paciencia.
- Fue Theodora la que inclino la balanza a mi favor y no expuse ningún "exabrupto" como te molestas en llamarlos...- murmuro Lachlan con cierto cansancio- Ella... ella envió a la Sra. Becket a testificar para evitar que cometieras un error – murmuro con cierta pasividad que solo exaltaban a Lena- ella quiere evitar el escarnio publico contra ti...
Incrédula Helena humedeció sus labios y se levanto del sofá, caminando con rapidez hacia la mesa de licores, se sirvió un vaso que tomo de un solo bocado. Sintiendo que su garganta ardía y un hueco se creaba en su pecho se quedo viendo la pared tapizada riendo con incredulidad
- ¿Lena? Puedes solo-
- Vete...- lo interrumpió la ahora sonriente duquesa, mientras las palabras se atascaban en su garganta, arrastrándose para salir apresuradas y estranguladas- solo vete, mi orgullo no puede soportar... no, no puedo soportar tu presencia...
Sin voltearlo a ver pudo escuchar sus pasos vacilantes cercarse, pero cuando Lena se aferro al vaso que tenia entre las manos, Lachlan acepto su decisión y dejo sobre el sillón la carta que traía. Dejándola completamente sola, con sus sentimientos y la traición.
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Atrapada por el duque (Completa )
Historical FictionEntre el presente y el pasado, la duquesa de Hawthorne se ha decidido por un final idilico para su matrimonio. Cansada y llena de resentimiento busca solucionar de forma definitiva la situacion entre ellos, es la muerte o el divorcio. Lachlan, duqu...