+ Capitulo 3: Astucia de debutante (1).

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17 de abril de 1824

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17 de abril de 1824

La noche parecía templada, pero al estar las ventanas cerradas el calor de la sala de baile asfixiaba a 2 jóvenes desterradas en una alejada esquina; Odette se abanicaba con ahincó, algo que no era muy propio, mientras la hija de la condesa descarriada permanecía pensativa por aquel intruso en el picnic de la tarde anterior.

Sus ojos corrían a través de la sala buscando la alta y rígida figura de aquel hombre de cínico carácter, que la intercepto en su paseo y la salvo de aquella astuta bestezuela en Hide Park

Una sonrisa escapo de sus labios al recordar el hecho, aquel sujeto no podía ser tan cruel como sus detractores lo describían, no cuando huía de ellos para evitar la sensibilidad hacia sus cicatrices.

Pronto un murmullo inundo el lugar, estirando el cuello de una forma nada disimulada la castaña busco entre la multitud; sin poder evitarlo contemplo a una hermosa joven que vestía con un fascinante vestido turquesa, hermosa como un ave y delicada como un ángel; de inmediato fue rodeada por Lord Kingsley, el mejor partido de la temporada según la revista Contubernios de sociedad, suspirando su compañera le toco el brazo para llamar su atención

Volteando a verla observo que, a unos pasos de ellas, estaba Meredith Loghwood, hija de un vizconde y familia del duque de Nathworm, suspirando vio como esta coqueteaba de forma aireada con un acomedido y desconocido Lord. Hubiera sido bueno que se quedaran ahí y las ignoraran, pero al parecer volteo sus ojos en el momento incorrecto y se cruzaron, haciendo inevitable un encuentro o al menos un saludo.

Manteniendo su espalda rígida, ambas jóvenes se dirigieron hacia el grupo, donde las recibieron con miradas frías y poco amables. Meredith la saludo con aspereza, después de todo eran familia por parte de su egocéntrica madre, una mala entraña decía su tía; recurriendo a los temas más comunes y banales quiso terminar aquella angustiosa palabrería insulsa e irse.

Tan pronto como ahogaba un profundo bostezo, Helena vislumbro a una joven mujer atosigada por el ya conocido Lord Morforth; un pomposo sujeto con las manos llenas de anillos, que gozaba molestarla en las fiestas y enviaba cartas con proposiciones indecentes a su residencia - "la crema de la sociedad "- pensó.

Dejándolo ser se volteo y trato de ignorarlo, hasta ver la resignada y llorosa cara de una pequeña joven acorralada. Suspirando supo que no podía dejarlo ir, ella no iba a evitar esta confrontación y menos dejar a otra muchacha de la edad para ser la hija de aquel sujeto.

- Disculpen...- murmuro alejándose, sin que alguno de los presentes diera el menor atisbo de interés, a excepción de Odette que se había visto atrapada por un enjuto y aburrido Lord, la pobre la veía con ojos suplicantes mientras se iba.

Alejándose de la conversación se dirigió lo más imperturbable hacia el lugar, pero antes de que llegara, el sonido de una copa rompiéndose llamo la atención de toda la sala; la joven pelirroja había soltado la copa rompiéndola contra la de Mortforth, empujado a un camarero y tirado su libreta de baile, todo en un mismo golpe; en tanto aquel tipo le sujetaba la muñeca, definitivamente impulsado por el alcohol y el poder de su rango superior al de ella.

Atrapada por el duque (Completa )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora