+ Capitulo 10 : inocente.

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El olor a pino y el crepitar de los leños era el único sonido que resonaba en aquella amplia sala, al abrir los ojos Lena sintió su cuello torcido y el acostumbrado frio mordiéndole los pies

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El olor a pino y el crepitar de los leños era el único sonido que resonaba en aquella amplia sala, al abrir los ojos Lena sintió su cuello torcido y el acostumbrado frio mordiéndole los pies.

Sentándose se encontró en una amplia biblioteca con estanterías que iban del piso al techo, repleta de libros en cada espacio. Sobre el sofá, donde estaba acostada, vio las mullidas almohadas, sintiendo su mente aun confundida y con un cierto martilleo en sus sienes.

Tras el único escritorio dispuesto en aquel lugar la encorvada figura de su rubio anfitrión la observaba con detenimiento.

- Lachlan... - murmuro Lena con voz rasposa y somnolienta, a lo que el aludido sonrió contemplándola con cierto recelo – como ... como llegue hasta aquí...

- Te di muchas oportunidades para apartarte de mí influencia...- respondió enojado mientras se levantaba de su asiento- y ahora estas aquí, entregándote como un cordero al matadero...

Colocando los pies sobre el suelo la joven observo el semblante meditabundo del hombre, como si de una obra extraordinaria se tratara, contemplo aquel lado entero y sano de su rostro, aun cuando ahora estaba marcado por la amargura y duda.

- La encontré tiritando de frio bajo la entrada de mi casa... supongo que espero por horas... - respondió viendo el reloj de pie que daban las 12am.

- Vine sin medir las consecuencias, pero debía asegurarme que se encontraba bien...- susurro sintiéndose cada vez más estúpida al comprobar lo que decía segundo a segundo- no es que me preocupara... solo sentí culpa por...

Una risa amarga salió de los labios de Lachlan, para quien parecía casi confirmarse lo que presentía. La muerte de Morforth no había sido accidental y muy probablemente ella había sido la causa.

- Es demasiado agradable para abandonar a un pobre aristócrata en medio de una lujosa mansión...

Sonrojándose Lena quiso contradecirlo y escusarse por ello, pero no era tan simple como eso. Suspirando se levantó sin poder realmente creer que sus piernas pudieran sacarla del lugar.

Levantándose de su asiento, Lachlan vio aquel inocente rostro, lleno de culpa y preocupación, si no hubiera visto como ella golpeo al conde en el jardín de aquel baile le habría creído.

Calculadora y astuta, dos habilidades que necesitaba con extrema urgencia, aun si no creía en leyendas o mitos, deseaba un aliado y Helena era perfecta. A pesar de aquella inocencia y culpabilidad que crecía en sus ojos, lucia como alguien a quien podría proteger y lo protegería en una camaradería que sería necesaria para recuperar la prosperidad de sus tierras.

Sería la más perfecta duquesa que los Hawthorne tendría.

- Disculpe mi honestidad, pero creo que al caer en esta situación es indispensable hacerle conocer mi situación- promulgo Lord Hawthorne con seriedad, mientras encuadraba los hombros – llegue a Londres con la intención de buscar esposa, y aunque desde el inicio supe la dificultad de esta tarea no tuve duda de que la completaría...

Atrapada por el duque (Completa )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora