Entre el presente y el pasado, la duquesa de Hawthorne se ha decidido por un final idilico para su matrimonio. Cansada y llena de resentimiento busca solucionar de forma definitiva la situacion entre ellos, es la muerte o el divorcio.
Lachlan, duqu...
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" Dear Theodora
Te envió esta carta con extrema urgencia, ha ocurrido un evento extremadamente afortunado, para mi suerte y en respuesta a mis ruegos al cielo, una solución ha llegado hasta las mismas puertas de Hawthorne Park.
El mismo día en que escribo esta carta para ti y nuestras queridas amigas, que se dé buena fuente invitaste a pasar unas semanas a Ravenwood sin ofrecerme el mismo privilegio, recibí la noticia de que el hermano menor de su excelencia ha regresado de su "inusual muerte".
Se que sonara fantasioso e incluso descabellado, pero ha regresado a Hawthorne, su desaparición y posterior "muerte" no fueron más que una larga historia llena de terribles confusiones y experiencias de naufragio.
Historia que sé que emocionara, en especial a nuestra dulce Odette, cuando nos encontremos. Por ello el motivo de mi apresurada carta, les debo pedir que se reúnan conmigo en Londres lo más pronto posible, aunque sé que puede ser poco conveniente, sé que lo encontraran refrescante por la temporada que se acerca.
La próxima semana estaré por allá, por lo que les pediría que viajen apenas reciban mi carta, es de suma importancia para mí su apoyo en estas inesperadas, pero beneficiosas, circunstancias.
Con amor, la duquesa del escándalo."
Al término de la lectura de esta carta las alborotadas jóvenes emprendieron la marcha, mientras volvían a empacar lo que habían desempacado hace apenas una semana. Tanto Odette y Emma empacaron con rapidez mientras el carruaje era preparado para el viaje, el único problema presente era la poca disposición de las matronas que se encontraban sumamente cómodas; así como la abuela de Emma, quien había saltado de alegría al saber que volvían a Londres.
Lady Mallory junto a Sra. Hudson habían preferido el fresco aire de Lancashire en Ravenwood, que el alborotado ambiente en Londres, por lo que las jóvenes pudieron irse sin necesidad de alguna supervisión.
Ya dentro del coche las jóvenes hablaban sin parar, mientras la más anciana de las mujeres emprendía la empresa de dormir, entre los pequeños grititos de emoción y vaticinios de las misteriosas circunstancias de la desaparición del hermano del duque
- Oí que era todo un caballero incluso antes de su desaparición – murmuro Odette- y no es que sea dada a los chismes, pero de ambos hermanos siempre fue el más serio, todos creían que el debió tomar el titulo- apretando el abanico refunfuño- debimos impedir que se casara con el hermano equivocado...
- Eres muy severa- murmuro Theodora algo retraída- aunque puede que hayas acertado en que debimos evitar aquella desastrosa unión...
- Se lo que haces – dijo Emma sosteniendo su mano- y no te debes culpar por las elecciones de Lena...
- Lo sé, pero ella debió vivir más y fue mi falta de cabeza lo que causo que ella se precipitara a ese crápula
- Un completo palurdo - afirmo Emma, sonrojada al percibir que la abuela de Emma se removía "dormida", escuchando la discusión – y ciego, por supuesto
- Bien, supongo que la llegada de su hermano le quita un peso de encima a Helena ...- dijo Odette, viendo hacia el verdoso paisaje
- A que te refieres? – susurro la inocente Emma, acercándose al asiento de la astuta Oddie
- Que no necesita darle un heredero a Hawthorne, si su hermano se casa y tiene descendencia, el titulo estará seguro y no se perderá a manos de la corona...
Ante la sorpresa de la inocente todas rieron, todas menos la anciana que fingía dormir para escuchar el chisme con tranquilidad. Theo observaba las tierras avanzar con rapidez, sintió como la preocupación por Helena atenazaba más que la culpa, aun si la solución que buscaba era la más lógica, sabía que aquel crápula no la dejaría ir tan fácilmente.
Después de todo, de una forma retorcida y egoísta, la quería junto a él. Lo supo desde la primera vez, el había planeado todo para que ella no tuviera más opción que casarse con él. No podía probar muchas cosas de las que solo sospechaba, pero desde que lo vio entrar en Ravenwood supo que manipularía, timaría y robaría si con ello conseguía lo que deseaba.
En este caso, el deseaba con desesperación a Helena, mientras su Lena había descubierto con tristeza y dolor que el deseo no es amor.
Pronto un bache hizo temblar y crujir el carruaje de forma estrepitosa, removiendo la carrosa por unos instantes, los gritos ahogados y la sensación de que podría voltearse la carroza hizo temblar a las jóvenes.
Apenas se detuvo levemente la carroza la abuela de Emma, la Sra. Fairchild, saltaba a tierra como si de una jovencita se tratara, aterrizando como una gacela y apartándose del vehículo.
- Quien deba salvarse que se salve- grito desde el suelo mientras rodaba lejos de la carroza- quien deba morir que se quede
Mas sorprendidas por su agilidad que, por su amor filial, bajaron con rapidez, mientras la asistían y ayudaban a pararse a la anciana.
Minutos después todas estaban a un lado de la carretera viendo como la rueda estaba rota y con ella sus posibilidades de llegar a tiempo a Londres. Suspirando se dispusieron a esperar, una hora tras otra hasta que otra carroza llegada desde Ravenwood las llevo de vuelta a la residencia.
Retrasando inevitablemente su viaje y perspectivas.
