Entre el presente y el pasado, la duquesa de Hawthorne se ha decidido por un final idilico para su matrimonio. Cansada y llena de resentimiento busca solucionar de forma definitiva la situacion entre ellos, es la muerte o el divorcio.
Lachlan, duqu...
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10 de Julio de 1824
Si bien la victoria se había visto tan cerca, nunca se sintió más lejos.
La aun angustiada Lady Mallory manejo el asunto del compromiso a discreción, mientras llevaba a la joven Lena por cuanta fiesta hubiera, presentándole apuestos partidos, que desde luego parecían ciertamente apabullados no solo por la belleza de la sutil señorita Marsden sino por Lady Mallory que había tomado la iniciativa.
Pero ni sus mejores esfuerzos hicieron que el duque se apartara a más de un par de metros de Helena, quien parecía divertida con la situación, ya que este asistía a cuanta fiesta llegara Lena.
- No deberías haber venido ...- murmuro la castaña viendo a sus costados, en medio de aquel jardín era poco probable que alguien los viera, pero nunca se sabía con el implacable olfato de Nanny
- Quería verte ... aun si solo era un momento ...- mascullo algo sonrojado, algo nada propio en él, pero a la vista de los innumerables pretendientes que habían tomado curiosidad por la joven parecía más dispuesto a expresarse, después de todo Lady Mallory aun parecía lista para arrancarla de sus brazos si se descuidaba – Entonces, mañana nos veremos en el parque?
- Si ... justo al amanecer ... - respondió algo sonrojada, mientras se inclinaba sobre el pecho del rubio Lord y dejaba un pequeño beso sobre aquellos labios.
Aprovechando el pánico, cerro sus brazos alrededor de la joven, reteniéndola contra su pecho y profundizando con ferocidad aquel dulce beso. Sus labios devoraban a la joven con ahincó, mientras invadía su boca, obteniendo un pequeño jadeo de Lena.
Soltándola con cierta lentitud, retrocedió un paso, ahora comprobaba que debían mantener cierta distancia. Sonriendo la picara joven acerco su mano a los labios del duque, quien parecía hipnotizado por el movimiento, cuando ella poso sus dedos descubiertos sobre los labios de este, limpiando suavemente cierto tono de color que había dejado el carmín rosa que ella se había aplicado.
Sujetando la mano de la joven la vio lleno de aquella peligrosidad y oscuras promesas en sus ojos. Aquella sonrisa en sus labios parecía contagiosa, ambos compartieron aquel momento en un silencio vertiginoso que solo incrementaba el deseo en sus ojos.
- No me provoques... - susurro Lachlan, obteniendo una pequeña risa de Lena antes de acercarla y volver a devorar sus labios.
Los minutos pasaron rápidamente, mientras las manos de la castaña revolvían los rubios cabellos del duque, jugando con aquellos rizos, mientras se inclinaba sobre su pecho; Lachlan por su parte sentía las suaves curvas y cálido cuerpo sobre las telas del vestido.
- Paremos ... - murmuro el duque apartándose, sin realmente romper el contacto entre sus cuerpos
Los ojos embotados de la joven, revelaban cierta diversión y confusión, antes de que apareciera una oscura nube de entendimiento en sus ojos. Apartándose con una sonrisa se dirigieron nuevamente a la fiesta.
