On Melancholy Hill (2D x tu)

Capitulo 24

Medio año después

Narra Abby

Con pasos lentos pero decididos, me dirijo hacia la fila para abordar un avión con destino a Japón. Mi corazón late con fuerza en tan solo pensar que iría al lugar que llama mucho mi atención, a su vez, un sentimiento de felicidad inunda mi cuerpo al pensar que veré a Max luego de varios meses. Aprieto con fuerza mis maletas impaciente para subir a ese avión y volar hacia mi destino.

-Abby-neesan ¿Sucede algo? – Noodle pregunta haciendo que salga de mis pensamientos.

-¿He? ¡Ah sí! Descuida – sonrío- ¿Cómo estas tu?

-Bien...pero – mira hacia otro lado.

-¿Pero? – me inclino hacia ella.

-Toochi, Russ, Murdoc....Extrañare...

Sentí como la felicidad que inundaba mi cuerpo, se desvanece en un abrir y cerrar de ojos. Quería ignorar aquel sentimiento, pero Noodle tiene razón, extrañare aquellos momentos con los chicos, en especial Stuart.

-Yo también Noodle, pero volveremos, lo prometo – acaricio su flequillo largo – has crecido bastante, quien diría que ya tienes 13 años – sonrío.

Noodle sonríe tomando mi mano y mirando hacia el frente. Fije mi vista hacia el suelo, recordando lo sucedido hace tres meses atrás, justo cuando todo parecía ir de maravillas, cuando Gorillaz estaba siendo una banda muy reconocida.

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Tres meses atrás.

Me encontraba limpiando la cocina luego de haber preparado un gran almuerzo por el último concierto antes de nuestras vacaciones. Russel se encuentra ayudando, seca los platos y los va guardando mientras yo los lavaba. Stuart y Noodle se encargan de limpiar la mesa, en cuanto a Murdoc, este solo se limita a beber y fumar en el sofá de la sala.

-Y este es el ultimo –cierro la canilla – que banquete nos dimos ¿A que si Russel?

-Desde luego, nos lo merecemos luego de tanto esfuerzo y dedicación que le dimos a la banda – sonríe – ahora tendremos un pequeño descanso de los gritos mañaneros de Murdoc.

Reímos por lo bajo.

-Ni que lo digas, podre dormir hasta tarde sin que nadie me moleste.

-Mientras que no te desveles en las noches – advierte.

-Jamás, la última vez, me dejo unas ojeras terribles –hago una mueca.

-Lo recuerdo, parecías un zombie – se burla.

-¿Tan fea me veía? –bromeo haciendo una cara de espanto.

-Aunque fueras una zombie, te seguirías viendo hermosa – acaricia mi cabello.

-Que halagador de tu parte Russel –sonrío- aunque hayas exagerado un poco.

-Yo hablo con la verdad y solo la verdad – palmea mi espalda.

Murdoc nos llama la atención golpeando el marco de la puerta con su botella.

-¡Oigan ustedes, necesito hablar con todos!

-Si rompes la botella, no seré yo quien limpie el desastre –suspiro.

-Vamos a la sala.

Russel hace un ademan para que Murdoc lo siga, este lo sigue al igual que yo. Al llegar a la sala, Noodle se encontraba jugando a un juego de pelea con Stuart, al percatarse de nuestra presencia, Stuart pausa el juego para prestarnos atención.