Capitulo 65

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Narra Abby

Como todos los días, los primeros rayos de sol se propagan por la habitación, cubriéndome con su calor agradable que recorre por la punta de mi nariz seguida de mis ojos indicándome que era ya de día, no obstante, no quise abrir mis ojos, solamente respondí a su despertar con un quejido por parte de mi cuerpo dormido. Gruño delicadamente al escuchar los llamados de los pájaros, cantando una serenata que, para muchos, seria melódico, para una persona que tiene clinomanía (excesivo deseo de estar en la cama) es decir yo, se escuchaba molesto, así que con pesar abrir lentamente mis ojos, cerrando de estos rápidamente por el exceso de luz que lastimaba mi visión. Parpadee un par de veces, con la intención de que mis ojos se acostumbraran a la luz, obteniendo éxito al tercer parpadeo.

Con ayuda de mis brazos, me incorporo de la cama, bostezando en el acto, estire mis brazos hacia arriba al igual que estiraba mi espalda, sintiendo una agradable sensación por todo mi cuerpo. Mi conciencia aun se encuentra dormida, e imaginaba que mi mirada también era de cansancio, no obstante, si estaba consciente de algo, quería ir al baño. No hice esperar a mi vejiga, así que me dispuse a dirigirme al baño. Me baje de la cama, sintiendo frio en mis pies por culpa del suelo, pero fue lo de menos, con pasos lentos me dirijo hacia el balo, abriendo un poco más la puerta, ya que esta se encuentra entreabierta.

Al cabo de 5 minutos termino por hacer mis necesidades, lavar mi cara y cepillar mis dientes. Observe mi reflejo en el espejo, gracias al agua que me aplique en el rostro ya no me encontraba dormida, así que me veía un poco mejor. No obstante, sentí que algo no cuadraba, como que algo raro estaba ocurriendo y no lo tomaba en cuenta. Mire mi rostro con determinación, buscando alguna anomalía, pero no encontré nada, busque entre mis brazos, todo estaba en orden, mis manos, torso, pechos, todo en orden ¿Qué sucede? Observe mis piernas con determinación, buscando lo que me estaba molestando, cuando de pronto caigo en cuenta de la situación, quedando perpleja.

-Estoy caminando...sola...sin ayuda de nada... ¡Estoy caminando! – sonrío a mas no poder.

De la emoción, mis piernas se cruzaron entre si cuando intente caminar nuevamente, cayendo al suelo. Me queje del dolor, pero la felicidad que estaba acumulada en mi no se ha esfumado, podía caminar, ahora con más precisión, quizás ya este curada del todo, ¿Puede ser esa la posibilidad?

Me levante del frio suelo, quedando parada nuevamente, otee mis pies descalzos, aunque pueda caminar, existe la posibilidad que en cualquier momento mis piernas perderán fuerza y caiga nuevamente, así que debía ser precavida a la hora de caminar. Tome impulso mientras me sostenía por si acaso de las paredes. Levante mi pierna derecha en dirección a la salida, todo mi peso fue en ella a la hora de que levante mi pierna izquierda, para seguir el ritmo de una caminata delicada. Todo marchaba bien, mi cuerpo se sentía relajado, mis piernas firmes, sin embargo, nuevamente mis pulmones me exigen más aire, mi respiración se vuelve agitada, mientras que todo mi cuerpo se adormecía, estaba por caer, de no ser por mi rapidez al sostenerme del barandal del baño, evitando caerme al suelo.

Mordí mi lengua al entender que no estaba del todo curada y que fui una ingenua al pensar que pronto me podría ir a casa, pero ante todo esto, me quedo algo en claro, y es que me recuperare y esta es una muestra de ello, aun tengo fe de que pronto me curare, el caminar, mantenerme en pie por varios minutos sin perder el equilibrio o cansarme era lo suficiente para entender de que voy por un buen camino.

Con la mirada en la silla de ruedas, cerca de la cama, analizándola como mi próximo objetivo, debía llegar a ella. Una vez que mi respiración se volvió más calmada, comencé mi camino esta vez un poco más rápido, de lo contrario, caería al suelo, golpeándome la cabeza o alguna otra parte de mi cuerpo. Mis piernas estaban algo temblorosas mientras un pequeño ardor corre por ellas, pero no me importó, lo único que quería era llegar enseguida. Hice una cuenta regresiva del uno al tres, tome nuevamente impulso y me incline rápidamente con movimientos precisos hacia la silla. Las piernas dolían bastante por sobreexcederlas, queriendo desvanecer, pero gracias a mi fuerza de voluntad, llegue hacia mi objetivo, saltando encima de la silla, casi cayendo en el intento, lo cual no paso gracias al Dios.

On Melancholy Hill  (2D x tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora