Dangerous Addiction. «Camren»

Capitulo 6.

Capitulo 6.

*POV Lauren.*

Saqué mi camiseta negra con el logo de la tienda y salí del trabajo. Mis manos temblaban al pensar en la pequeña chica de ojos chocolates.
¿A dónde puedo llevarla?.

Llegué a casa, saludé a mi abuelo, para luego subir a mi habitación y tomar una rápida ducha.
Al salir del baño la típica pregunta llegó.
¿Qué ropa me pongo?.

Saqué unos vaqueros negros, una camisa gris, una chaqueta negra de cuero delgado y unos botines igualmente negros.

Cuando terminaba de colocarme mi camisa, ya puestos mis vaqueros y botines se escuchó un ruido en la primera planta, como si algo se hubiera roto.

Mi abuelo.

Corrí, tropezándome bastante en los peldaños de la escalera hasta llegar a la habitación. Mi abuelo trataba de arrodillarse para recoger un vaso que se le había caído.

Respiré tranquilizándome un poco. Me acerqué a él y lo levanté por completo, sentándolo en su silla.

-Deja, yo lo hago.

Recogí todos los vidrios con cuidado de no cortarme y los tiré a la basura, mi abuelo me miraba apenado.

Abuelo: Siento eso, Lauren. -suspiró.- es que.. mis manos..

-No importa. Lo bueno es que no te ocurrió nada a ti.

Abuelo: ¿A dónde vas? -me miró con una sonrisa picarona.- ¿La señorita Lauren tiene una cita?.

Yo reí avergonzada. Y sin decir nada subí a mi habitación para seguir arreglándome.

Mi abuelo gritó contento desde abajo.

Abuelo: ¡Quiero conocerla, Lauren!

Volví a reír mientras colocaba mi chaqueta. Me maquillé levemente y dejé mi cabello tal cual había salido del baño, húmedo y con ondas.
Esperé un poco, para que llegara mi hermano menor «menor por un año» del trabajo. Restaurador de autos. Un trabajo mejor pagado que el mío.

Cuando sentí el ruido de la puerta principal abrirse y cerrarse, bajé con entusiasmo, con cuidado de no parecer tan nerviosa.

-Hola, Chris.

Chris: Hola. -me miró extrañado.- ¿Vas saliendo?.

Yo asentí.

Chris: Ve con cuidado. -me guiñó el ojo.- y no llegues tan tarde.

-De acuerdo, papá.

Reí y salí de casa.
Subí a mi motocicleta, hacía algo de frío, así que cerré mi chaqueta y... mierda...
La dirección estaba en mi mano.. y al ducharme... joder.

Recordé que dijo que su casa era la blanca, a cuatro calles de mi trabajo. Pero.. ¿Hacia la derecha o a la izquierda?.
¡La única casa blanca de esa zona!, todas eran rosadas o celestes. Sonreí para mi misma y me dirigí hacia allí.

Apagué mi motocicleta unos metros antes de llegar a su casa, para no avisar en seguida mi llegada.
Miré mi reloj de muñeca.

7.59

Me sorprendí de lo precisa que había sido. Empujé los metros que quedaban para su casa y me bajé.
Quedé frente a la gigantesca casa, estaba con rejas y en el jardín de ésta habían cuatro autos, posiblemente todos de la familia.
Toqué el timbre de la casa, y al instante apareció un señor alto, el de seguridad. ¿Tiene seguridad?.

-Hm.. hola. -tragué en seco.- bu.. busco a Ca.. Camila.

Señor: No creo que la señorita te conoz...