Dangerous Addiction. «Camren»

Capitulo 84.

Capitulo 84.

-¡¿Cómo está la novia mas hermosa de todo el mundo?!

Entré a la habitación, viendo a mi novia con una gran sonrisa, mirando el globo de helio y las rosas que le había comprado.
Se veía muy débil, con su rostro muy pálido y sus labios a punto de colocarse morados.

Lauren: Ho.. hola.

Le entregué el ramo de flores y amarré el globo en la punta de la cama, acercándome a mi prometida para besarla con delicadeza.

-¿Cómo te sientes?

Pregunté acostándome a su lado y acariciando su brazo con la yema de mis dedos.
Ella acarició de la misma forma las rojas rosas que estaban en su regazo.

Lauren: Cansada. -sonrió, mirando fijamente las rosas.- Gracias, son hermosas.

-De nada. -sonreí, besándole la frente.- Iba a comprarte unas rosas negras, ya sabes, por como te vistes y todo eso, pero quise ser algo cursi esta vez.

Ella volvió a reír y llevó una de sus manos a mi mejilla, acercándome a su rostro lentamente para besarme otra vez.
Profundizamos el beso al mismo tiempo, jugando con nuestras lengua delicadamente.

Lauren: Te amo.

-También te amo.

Sonreí besándole la frente, tomando el ramo de rosas y dejándolo sobre la mesa que había a un lado para que no le molestara.
Ella encendió la televisión, tomando una de mis manos para jugar con mis dedos.

Lauren: ¿Te dije que te ves hermosa? -negué con mi cabeza, besando su mejilla.- Pues te ves hermosa.

-Tu siempre te ves hermosa

Lauren: Tu no. -reí a carcajadas, tratando de verme ofendida, pero no funcionando en lo absoluto.- No es cierto. Eres preciosa. ¿Cómo te fue en las escuela?

-Me entregaron las calificaciones. -hice un mohín, acomodándome con cuidado sobre su pecho.- Saqué un 6 en biología.

Lauren: Camila, eso es un asco.

-No estudié mucho.

Lauren: Prométeme que subirás tus calificaciones.

-Lo prometo.

Besé su pecho un par de veces y me senté en la cama, cogiendo el globo de la esquina de la cama y desamarrándolo.
Lauren me miró atentamente cuando hice un pequeño agujero en la parte inferior del globo, no reventándolo.
Coloqué mi dedo justo en el agujero para que el helio no se saliera.

-Vamos a jugar unos momentos.

Lauren: Rompiste mi globo. -hizo un mohín, quitándome el globo de las manos.- Pero yo voy primero. -me dijo, inhalando algo de helio.- Dime, ¿Qué hubo de bueno hoy?

Reí con fuerza al escucharla con una voz muy aguda.
Inhalé también un poco de helio, viendo atentamente la sonrisa de mi ojiverde.

-Hoy Normani le dio un beso al chico que le gusta y salió corriendo.

Mi prometida rió, y lo hizo de una forma tan encantadora, que hasta sus ojos se achinaron un poco.
Le entregué el globo para que inhalara nuevamente.

Lauren: Ya quiero estar casada contigo.

Sonreí y la abracé, besando su cuello hasta que tocaron la puerta.
Entraron dos doctores, uno de ellos era John, el que me saludó con una sonrisa.

-Mi amor.

Le susurré cuando ellos comenzaron a desconectar las maquinas que estaban conectadas al cuerpo de Lauren.

Lauren: ¿Hm?

-¿Por qué están sacando todo?

Lauren: Hablé con ellos esta mañana. No las quiero. Me molestan y hacen un ruido que no me deja dormir.

Los hombres se llevaron las máquinas y solo dejaron las dos bolsas de suero colgadas.

-¿Pero estarás bien sin ellas?

Lauren: Estaré bien. -me sonrió, acariciando el anillo en mi mano con cuidado.- ¿Sabes?, mi abuelo una vez me dijo.. "Cuando conozcas al amor de tu vida, sabrás al instante quién es, apenas la mires a los ojos." -ella acarició mi mejilla.- Sé que eres el amor de mi vida, Camila.

Sonreí y atrapé sus labios, colocando mis manos en su cuello, y ella me abrazó de la cintura, soltando el globo.
Ella me colocó sobre su cuerpo, y yo no quería estar allí porque podía hacerle daño, pero al parecer ni siquiera le importó.

Gemí cuando ella llevó sus manos a mi trasero y lo apretó.
No podía creer que estemos haciendo esto en un hospital.

Mordí su labio unos momentos para respirar y volver a besarla, esta vez creando un beso mas desesperado y rápido.
Sus manos subieron un poco y entraron en mis vaqueros, pasando de inmediato dentro de mis bragas. Su tacto dando con mi piel me dio escalofríos.

Justo cuando ella pasó sus manos a mi centro, tocaron la puerta.
Fue algo que a ambas nos tomó por sorpresa, por lo que tuvimos que alejarnos de golpe y terminé cayendo de la cama.

Lauren: ¡Camila!

Se asomó, mirándome con preocupación y es que de la cama al suelo era bastante.
Lucy y Dinah entraron solo mirándome con extrañeza.

Lauren: ¿Estás bien? -me ofreció su mano.- Ven, levántate. ¿Te hiciste daño?. Lo siento.

Dinah: ¿Que pasó?

-Nada, me caí de la cama.

Dije con una sonrisa, levantándome del suelo y besando a Lauren, tranquilizándola.
Me acosté nuevamente al lado de Lauren, luego de haberme subido los vaqueros. Lo que al parecer, nos delató a Lauren y a mi.

Dinah: Que asco.

Dijo riendo y mirando a Lucy, la que traía una pequeña caja de sushi.
Esto hizo sonreír a mi prometida.

Lucy: Son tus favoritos. -sonrió, entregándoselos y besándole la cabeza.- ¿Cómo te sientes?

Lauren: Muy bien. -me miró unos segundos, guiñándome un ojo y volviendo a Lucy.- Gracias.

Permití que mi prometida dejara descansar su cabeza sobre mi pecho, así, minutos después, se quedó dormida con la cajita de sushi en sus manos.

Lucy: ¿Por qué le quitaron las maquinas? -preguntó, con cuidado moviendo las manos de su mejor amiga para poder quitarle la caja de sushi y dejarla sobre la mesa, justo al lado de las rosas.- ¿La llevarán a otro lugar?

-No lo sé. Ella me dijo que le molestaban y que no podía dormir.

Dinah: Pero se supone son importantes.

Lucy: No demasiado. Es solo para saber los cambios de su ritmo cardiaco o cosas así.

Dinah asintió y me miró, levantándose y mirando fijamente a mi prometida por unos cuantos segundos.

Dinah: ¿Cómo ha estado con lo de Isabella?

-Mejor. -susurré, acariciando la cabeza de Lauren.- Los primeros días fueron un desastre obviamente, pero ahora el asunto ya está mas tranquilo. La recuerda siempre, pero trato de hacerla entrar en razón de que Isabella está mejor en donde sea que esté.

Las chicas asintieron y se sentaron en el sofá.
Así pasaban los días, las chicas turnándose para venir. Dinah y Lucy un días, y Ally y Normani al siguiente, para que no nos regañen por estar mucha gente en la habitación.
Lauren gimió y pasó su mano por mi cintura, no teniendo mucho espacio para moverse, puesto que la cama era pequeña. Le había dicho varias veces que era mejor que no me acostara con ella, pero desde un principio dijo que le gustaba que estuviera acostada a su lado, solo porque, según ella, me sentía mas cerca, y se sentía mejor.
Y yo haría de todo para que ella se sintiera mejor.