Capitulo 18.

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Capitulo 18.

Me senté en la mesa con mi almuerzo, basado en solo un emparedado de atún y una manzana.
Saludé a las chicas al ser la primera vez que las veía en el día y les comencé a contar lo de la fiesta del Viernes. Al principio ellas estaban algo sorprendidas, hasta tal punto que ni siquiera me creyeron lo que les decía.

Ally: Bueno.. -dijo aceptando que lo que les dije era verdad.- ¿Y qué rayos me pongo?.

Lucy: Ay, Ally. Es una fiesta, no unos premios o una gala.

Normani: ¿Y tú cómo vas a ir? -le preguntó a Lucy.- ¿Con una bolsa de basura?, pues no, así que comienza a pensar en qué vas a usar.

Lucy: Una bolsa de basura no es mala idea.. ¿cierto, Lauren?.

-Estoy de acuerdo.

Dije riendo, mientras comía de mi emparedado.
La hora del almuerzo se pasó rápidamente entre discusiones de las chicas de quién tenía la ropa más bonita, y creo que al parecer ganó Normani. Yo no quise opinar nada, solo comí, porque posiblemente si decía algo de la ropa las chicas iban a comerme viva. Preferible no arriesgarse.

Caminé junto a Dinah hacia la clase que nos tocaba, pero lamentablemente nos topamos con una escena, que al menos para mi... fue bastante dolorosa.
Veronica besaba a Camila, quien estaba acorralada contra los casilleros, me sentí muy mal, porque yo soñaba cada noche con Camila, en que ella es mi novia, solo mía, pero eso era imposible, porque alguien más ya la tenía y hace años.
Mis piernas no reaccionaban, y me quedé ahí parada como estúpida mirando como se besaban. Dinah intentó ayudarme, arrastrándome mientras sujetaba mi mano, pero yo no funcionaba para nada. Mi mente estaba totalmente centrada en la manera en la que Camila correspondía el beso.

Dinah: Lauren.. vamos, ¿sí?. Te estás haciendo daño. Vámonos.

Veronica cortó el beso y se fue. Sin darle un beso en su suave mejilla, sin besar su cálida frente, y ni siquiera abrazarla, solo la dejó ahí como si fuera algo para jugar, como si lo guardara para más tarde, como si no le importara en lo absoluto. Mientras tanto que yo me perdería cada clase con tal de estar con ella, de besarla, de abrazarla, de decirle cuan hermosa es. Gastaría toda una vida por ella.

Camila: Lauren.. perdón.

Sus ojos lo decían, ella de verdad quería que la perdonara, pero ¿Por qué?, yo no era nada, no era su novia, no era su amiga con derechos, no era ni siquiera su maldita amante.
Quería llorar por no ser lo suficientemente buena para ella, por no tenerla, por no poder darle lo que necesitaba por mi falta de dinero. Quería llorar por tantas cosas y me sentía tonta porque las razones eran estúpidas.
Asentí y caminé hacia el baño lentamente, diciéndole a Dinah con una seña que fuera a clases.

Entré al baño y me apoyé en el lava manos, mirándome al espejo. Mis ojos brillaban, y estaban tristes, reflejaban lo que sentía, y el simple hecho de que alguien pueda ver lo que siento me aterraba.

Di el agua y mojé mis manos, seguidas de mi rostro. La fría agua me alivió un poco, pero aún me sentía horriblemente triste.

La puerta del baño se abrió y pude ver a la preciosa chica que me estaba matando.

Camila: Lauren..

Mordió su labio, mirando mi rostro, lo que duró solo unos segundos porque se acercó rápidamente y me abrazó. Me sentí fuera de peligro en sus brazos, lo que me hizo sentir mejor.

-Tranquila, Camz. Estoy bien.

Camila: Lo siento..

-Me duele tanto verte con ella, ¿Sabes?.

Camila: Lo sé, mi amor. -acarició mi espalda con amabilidad, dándome escalofríos.- Yo solo quiero estar contigo. Solo contigo. Con nadie más.

Asentí y suspiré, acomodándome mejor entre su cuello.
Camila me acarició la mejilla y levantó mi rostro, para besarme tomándose su tiempo, solo rozando nuestros labios al principio y aumentando la intensidad de acuerdo a como transcurrían los segundos.
La acerqué más a mi, profundizando el beso.
Camila me separó de un empujón cuando escuchamos un ruido justo a nuestro lado. Había salido alguien de uno de los baños, y precisamente no era alguien que me agradara del todo.

Camila: Alexa, por favor...

Alexa: Oh.. por.. Dios. Esto vale oro.

Camila: Alexa, te lo ruego. Esto no se puede saber. Por favor..

Alexa: De acuerdo, Camila. -rió y caminó hacia la salida.- Pero tengan cuidado. Ahora solo fue suerte.

Salió del baño, dejándonos a mi y a una alterada Camila, la que estaba a punto de explotar.

Camila: Ay Dios. -dijo pateando una de las puertas de los baños.- Esto es tu maldita culpa.

-¿Qué?. -me sorprendí cuando de repente la culpa la tenía yo.- ¿Mi culpa?.

Camila: ¡Sí!. -me gritó, haciéndome sentir mal, y logrando que las ganas de llorar volvieran con más fuerza.- ¡Es tú maldita culpa!, ¡¿Por qué no viste si había alguien aquí?!.

-La.. la culpa no es mía, Camila.

Camila: ¡Claro que lo es!. -volvió a gritarme, acercándose más a mi.- ¡Eres una idiota!.

Era una idiota..
Sí, claro que lo era.

-Bi.. bien.. -mi voz se rompió.- Fue mi culpa, y soy una maldita idiota. Lo.. lo entendí.

Salí del baño y corrí a la biblioteca.
Sí, fue mi culpa. Todo lo que ha pasado ha sido por mi culpa.

Dangerous Addiction. «Camren»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora