Dangerous Addiction. «Camren»

Capitulo 86.

Capitulo 86.

Me encontraba fuera de la habitación de Lauren, y es que ella estaba durmiendo y no quería molestar, aparte, estaba esperando mis resultados del examen que me había hecho.
Estaba asustada, tanto que estuve toda la noche llorando en mi cama, tan impotente solo porque Lauren estaba enferma. Lloré porque estaba enferma.

John: Aquí tienes.

Dijo acercándose a mi y entregándome el sobre de los resultados.
Se sentó a mi lado en el suelo, y suspiró.

-¿Los viste?

John: No, son personales, no puedo verlos.

-¿Puede abrirlos?, yo..

John: Claro. -me sonrió, cogiendo el sobre de mis manos y abriéndolo, leyéndolo lentamente, lo que yo no quise hacer.- Eres compatible en un 80%

-Dios.. -cubrí mi rostro con ambas manos.- ¿Eso es bueno?

John: Claro que es bueno. -me abrazó de lado, ahora entregándome el sobre.- Pero existe aún la posibilidad de que rechace el riñón.

-De acuerdo. Gracias, muchas gracias.

John: Camila, recuerdo que tienes que hablar con tus padres.. y con ella.

-¿Puedo hacerlo sin el consentimiento de uno de mis padres?

John: No, Camila.

-¿Y si ella no quiere?

John: Ahí no podemos hacer nada. Si no quiere recibirlo... tenemos que aceptarlo.

Asentí y me levanté del suelo, ayudando a John a levantarse.
Mi mano temblaba, y mi corazón dolía en mi pecho, solo porque estaba muy nerviosa, ya no asustada.
Respiré profundo y asomé mi cabeza en la habitación, observando como Lauren continuaba durmiendo.

-Iré a casa. -le dije a John, cerrando la puerta y mirando el largo pasillo.- Debo hablar con mis padres antes de darle la noticia ella. Volveré pronto.

Él asintió.
Caminé por el largo pasillo y salí del hospital. Siempre al salir me daba una sensación en el estómago, como si me pidiera que me quedara en el hospital.

Me subí a mi auto y fui directo a mi casa.
Últimamente no he estado mucho allí, y es que no puedo sabiendo que mi prometida está hospitalizada, con sus dolores repentinos.
Me aterraba no estar con ella justo en el momento en que me necesita.

Sinu: Hola, ¿Cómo estás?

Me dijo mi madre a penas entré a mi casa, saliendo de la cocina y haciéndome una seña para que fuera con ella.
Dejé las llaves en la pequeña mesa al lado de la puerta y fui hacia la cocina.

Mi padre estaba en la sala, leyendo el periódico, así que ni siquiera me molesté en saludarlo, puesto que sabía no me iba a contestar.

Sinu: ¿Tienes hambre?, hice unos..

-No. -negué, interrumpiéndola.- No, gracias.

Sinu: ¿Estás bien?

-Yo.. no lo sé.

Sinu: ¿Qué sucede?. -frunció el ceño, acercándose a mi y colocando sus manos en mis mejillas.- ¿Como está Lauren?

-Empeorando. -bajé la mirada, soltando un suspiro.- Pero.. se presentó una posibilidad de que ella pueda recuperarse.

Sinu: ¿Un donante?. -asentí, y vi como ella sonreía.- Que emoción, Dios.. ojalá salga todo bien. ¿Cuándo la operan?

-No lo sé, es que.. hay un problema.